Enes Ünal resucita al Getafe

Este inicio de partido puede haber sido, sin ningún problema, el mejor tramo del Getafe en toda la temporada. En apenas 15 minutos iban dos paradones de Diego López y cuatro avisos. Con el paso de los minutos fue perdiendo empuje el Getafe. Muy enfadado en banda Vicente Moreno  porque su equipo no hacía lo planeado. De hecho, apenas salía de campo propio. Y más se enfadaría cuando el Getafe se adelantase en el marcador en el 31′. Un golazo. Candidato a mejor gol de la presente temporada. Control con el pecho y chilena para ponerla en la escuadra larga.

Poco duró la alegría. Lo que le costó al Getafe hacer gol… Y con que poco le empateron.   Otra vez. Córner que colgó Embarba, cabeceó Cabrera y dio en el larguero. El rechace cayó al corazón del área, lo voleó Sergi Gómez y marcó con un chut mordido. Al filo del descanso tuvo el segundo el conjunto perico. Manopla durísima abajo de Soria para desbaratar un mano a mano. La última del primer tiempo sería para el goleador Enes Ünal. Trallazo desde la frontal que desvió Cabrera y salió a centímetros del poste. Empate a 1 al descanso.

Ya en el segundo tiempo, temporizaba el Getafe, que no queería confundir la necesidad con las prisas. Vio puerta el Espanyol pero fue anulado por claro fuera de juego. Centro desde la derecha que cabeceó Dimata, forzando a Soria a hacer un paradón. El belga partía adelantado, así que desde ese momento ya nada valía. Pero el árbitro, por si acaso, dejó seguir, y en el rechace cabeceó Yangel Herrera a la red. Ratificó  el VAR la posición antirreglamentaria. Y de un área a otra. Volvió a aparecer Enel Ünal para poner el segundo. Balón alto de Aleñá, Diego López dudó, se quedó a media salida y el turco, enganchando un trallazo de primeras, marcó por la madera corta. 

Con el marcador a favor para los locales se encaraba el tramo final de partido.  El Getafe era un flan en área propia. La altura de la situación le estaba dando vértigo, y empezaban a verse imprecisiones y discusiones. Se estiraba el Espanyol, que ya iba a corazón abierto. Sabiendo que ganar era una quimera, pero tenía al alcance de la mano rascar un punto. Muy nerviosa la parroquia local , mientras los pericos se desesperaban con las pérdidas de tiempo. No se jugaba a nada como querían los locales y eso les valió sumar por primera vez tres puntos este curso.