Tenerife e Ibiza empataon a nada en Can Misses. Un partido aburrido y sin ocasiones en el que el Rey del empate, el Ibiza, enfrió la racha arrolladora del Teneriffe. No fue un encuentro brillante, hubo pocas ocasiones y puede que los dos equipos acusasen lo cargado del calendario. Faltó ritmo.
El primer tiempo fue espeso, lento y muy estructurado, con los de Ramis apareciendo poco en ataque, más bien replegándose en su área, ante un Ibiza que llevó la iniciativa.
Los de Carcedo no se achantaron ante el equipo chicharrero, aspirante a estar en los puestos de ascenso y gran conocedor de la división de plata. El bloque ibicenco demostró un juego sincronizado y ofensivo que logró superar la zaga visitante, que llegó al área contraria en muy contadas ocasiones.
Durante la primera parte, los celestes avisaron al bloque tinerfeño con hasta cuatro remates ante la portería de Soriano a quien le sonrió la suerte gracias al poco acierto de la escuadra balear.
La mejor ocasión fue del polaco Bougsz, que remató con soltura e hizo temblar los cimientos del portería rival estrellando el esférico contra el larguero.
Los de Luis Miguel Ramis no sacaron a relucir su maestría ofensiva hasta el minuto 40 del partido cuando se acercó con peligro al fortín de Germán.
Tras el paso por vestuarios, los de Ramis se acercaron en más ocasiones y de forma peligrosa al área de Germán Parreño, que desplegó todas sus artimañas para parar primero un chute de Bermejo y poco después otro de Shashoua.
Los celestes, mientras, supieron juntarse en zona defensiva y evitar que los tinerfeños atinaran en su acierto.
Tras una hora de juego, Ramis quiso introducir un revulsivo y hacer reaccionar a los suyos con un triple cambio y dando entrada a Alenxandre, Elady y Gallego por Michel, Mollejo y Shashoua.
Carcedo hizo lo propio sacando del terreno de juego a Ekain y a Bogusz para incorporar al ex jugador chicharrero Nono y Guerrero.
El elenco tinerfeño dio buena dosis de su destreza para robar a la contra en el medio campo y poner en apuros a los baleares, a los que cada vez les costaba más salir de su propia área por la presión de los visitantes.
Para reactivar a los suyos, el técnico riojano empleó un doble cambio, dándole minutos a Herrera y Javi Perez por Castel y Appin.
En el tramo final, ambos equipos intentaron apostar y probar ocasiones, pero no lograron mover el marcador para cerrar el encuentro firmando tablas en Can Misses.