Zamora y Badajoz no se ven desde el playoff de ascenso
Zamora CF - CD Badajoz | Viernes, a las 21:00h | Undécima jornada de la Primera RFEF | Estadio Ruta de la Plata, Zamora | Árbitro: Pastoriza Iglesias | Zamoranos y pacenses se midieron por última vez en el pasado playoff de ascenso en Almendralejo.
Hay una secuencia en el extraordinario film de Stuart Rosenberg, ‘La leyenda del indomable‘ en la que su protagonista Luke (Paul Newman), dice: «Ja ja, en fin, hay quien dice que la confianza en sí mismo no vale nada». Es lo único que le quedaba a ese preso en el que ya nadie creía, pero que atesoraba la confianza en sí mismo. A este personaje entrañable del celuloide me recuerdan siempre personas como el delantero del Badajoz, Gorka Santamaría. Personas que por encima del apoyo y la confianza que los demás tengan en ellos, lo más importante es su amor propio y lo que confian en sus posibilidades. Es su tercera temporada en el club pacense y en ninguna empezó siendo titular, ni siquiera de los jugadores más importantes. Pero su lema de no ponérselo fácil ni a su entrenador ni a sus compañeros y trabajar duro hasta que le llegue su momento, siempre le funciona. Y se acaba convirtiendo en un jugador importante y determinante, como lo fue el sábado pasado en el derbi frente al Extremadura UD, con un gol importantísimo de los que dan puntos a su equipo.
Y a eso se agarra también el Zamora CF. Pues el equipo que entrena el vasco David Movilla, intentará no perder la confianza en sus posibilidades esta campaña. Si vemos los números del equipo castellano leonés está situado en penúltima posición, con tan sólo 7 puntos. Y si vemos los casilleros de sus partidos es un conjunto que marca poco, pero también cuesta hacerle goles. Pero si observamos, más detenidamente, realmente su volumen de juego, comprobamos que los números no son justos con el equipo zamorano. Es cierto que no es un equipo que domine los partidos, pero se adapta muy bien a los rivales y no les deja jugar. Y, a su manera, sabe como hacer daño y crear ocasiones. Junto con el Badajoz, es uno de los equipos que más ocasiones genera pero, como los extremeños, también las ha fallado. Y ahí radica el principal problema de este equipo en el inicio de esta campaña, que no está fino de cara a portería. Y eso en una categoría tan igualada, donde los partidos se deciden por detalles, se paga y caro. Y el Zamora lo está pagando con los puestos de descenso.
Y es el principal aspecto que su entrenador estará trabajando esta semana con sus jugadores. Que no pierdan esa confianza, que están haciendo las cosas bien y que sólo falta que lleguen los goles, lo cual no es poco. Aunque, haciendo un símil taurino, la «suerte» del gol también depende del talento, no únicamente de la diosa fortuna. Por eso los grandes goleadores marcan más con menos. Esperemos que el equipo de la muy noble y leal ciudad de Zamora, sí mejore este aspecto y no dependa tanto del talento como sí del factor suerte. Es un equipo humilde y muy bien trabajado por su excelente entrenador y así lo merece.
En cuanto a las bajas del equipo de los «viriatos» tiene una muy sensible: su capitán, Carlos Ramos. El auténtico timón del conjunto rojiblanco. Por lo que el Zamora tendrá que multiplicarse en el centro del campo, máxime con el talento que tiene su rival de mañana en esa parcela del terreno de juego.
Por su parte el CD Badajoz, acude a la cita del viernes aliviando un poco su enfermería. Y es que esta misma semana se incorporaba a los entrenamientos con el resto del grupo su lateral izquierdo, Jilmar. Y no es pecata minuta, pues el Badajoz cuenta solo con él como lateral izquierdo puro. Su puesto lo está ocupando el lateral «derecho» Aitor Pascual. Injustamente criticado en algunos ámbitos, pues el jugador ferrolano lo está haciendo, a mi modesto entender, con bastante dignidad. Cada partido con mayor solvencia, diría yo. Y el resto del equipo también solventó con dos goles el derbi extremeño por excelencia. A pesar de las bajas que sigue teniendo de larga duración, como son Aquino, Cuevas y Adilson. El Badajoz llegaba al derbi habiendo jugado muy buenos partidos, especialmente las primeras partes, pero sin el premio merecido. Dominando y creando multitud de ocasiones en el primer tiempo, pero sin materializar, bajando un poco en las segundas partes y perdiendo puntos en el campeonato.
Y en ese momento de la segunda parte estaba el sábado pasado el derbi frente al equipo de Almendralejo. Empezando a bajar la intensidad y ser dominado por los «valientes». Que, como le habían hecho al Badajoz en partidos anteriores, rectificó cosas y empezaba a igualar el partido.Y en esas estaba el choque, que parecía una película ya vista, donde volvían a escaparse puntos del Nuevo Vivero. Cuando se produjo el momento más importante del partido que cambiaría los errores pasados. Óscar Cano, llevaba un rato de pie fuera del banquillo observando a su equipo, impasible a la lluvia incesante que caía en el Nuevo Vivero. Y, de repente, se gira a su «alter ego» Elías, haciendo un gesto para que apremie y se acerque a él. Este, que se encuentra sentado del banquillo, se incorpora como un resorte y acude hacia donde está el entrenador. Los dos, ajenos a otra cosa e impertérritos ante el agua que les caía encima, empiezan a conversar sobre como desatascar este partido. La historia podría repetirse, los goles volvían a resistirse y el Extremadura empezaba a ser peligroso. Después de esa breve charla, lo que se vio a continuación ya sí lo pudo observar todo el mundo. Se hacen dos cambios que en principio no gustaron a la afición. Salen Otegui y Tahiru, equilibrio y desborde. Y, por fin, el equipo técnico del Badajoz daba con la tecla para desatascar estos partidos. El joven jugador ghanés de 21 años Tahiru Awudu, revolucionó el partido y fue un soplo enorme, como el día, de aire fresco para su equipo. Hizo una muy buena asociación en el primer gol con su compañero David Concha -que merecería un artículo aparte-, y marcó el segundo haciendo vibrar de júbilo a su afición.
Un jugador, el Ghanés, que apenas había aparecido en lo que va de temporada. No me negarán que lo del joven ghanés, no es también confianza en sí mismo y en sus posibilidades. Y es que en el fútbol como en el cine como en la VIDA, en fin ya saben, «hay quién dice que la confianza en sí mismo no vale nada…