La enfermería y las urgencias como protagonistas invitados

El duelo que enfrenta este sábado en el Abanca Balaidos a RC.Celta y Barcelona se antoja un partido esencial para ambos. Los dos equipos llegan muy mermados mentalmente y muy separados a nivel de puntos y sensaciones de los objetivos que tenían al empezar la temporada. La marcha de Messi y la plaga de lesiones es la gran sombra que oscurece partido tras partido a este Barcelona. El cuál sigue en búsqueda de un entrenador que tome los mandos de la la nave tras el despido improcedente de Ronald Koeman. El Celta por su parte llega de nuevo a su casa después de dos partidos ante Sevilla y Real Sociedad con muy buenas sensaciones en el juego y muy malas en los resultados. Ambos tienen diferentes objetivos, pero están igual de cerca de sus respectivos precipicios.

Pocos veían al Celta de Vigo tan abajo después de la tan sonada renovación de Eduardo Coudet y por como terminó el equipo la temporada pasada. Incluso los fichajes veraniegos fueron buenos. Sin embargo, el equipo no termina de encontrarse, y entre otras cosas porque su gran pilar y su baluarte no está a su mejor nivel. Iago Aspas ha malacostumbrado a todo el mundo durante estos años y cuando no está al 100% el equipo lo nota. Aún así, si hablamos de méritos probablemente el Celta merezca más puntos de los que tiene, pero ya se sabe como es esto del fútbol. Ante el Rayo Vallecano no jugó bien y empató, algo válido dadas las dificultades del campo, pero frente a la Real Sociedad perdió por 0-2 habiendo creado unas seis ocasiones de gol. Perdonar tanto y más sabiendo las dificultades de la competición no augura nada bueno.

Por su parte, el Barcelona sigue en ese bucle de caos constante que inició su primer capítulo con Messi siendo presentado como jugador del PSG y que sigue con el despido de Koeman, la tirita del entrenador interino Sergi Barjuán y la incertidumbre de quién será el nuevo entrenador de este equipo. Durante toda la semana parecía que Xavi Hernández era el elegido, pero los qataríes son duros de roer negociando tanto por jugadores como por entrenadores. Los culés consiguieron salvar el matchball de Champions ganando en Kyev por 0-1, pero en La Liga ocupan el 9º puesto y llevan tres partidos sin ganar. Dos derrotas ante Atlético de Madrid y Rayo y pobre empate a 0-0 frente al Deportivo Alavés en el Camp Nou. La palabra agónico se queda corta.

Ambos llegan con bajas muy sensibles a este importante choque. Los locales no podrán contar ni con Brais Méndez que cumple ciclo de tarjetas amarillas, ni con Santi Mina ni Fran Beltrán, o al menos de inicio, porque no han entrenado con normalidad con el equipo entre semana pero sí han llegado para entrar en la convocatoria. Los azulgranas por su parte no podrán contar por lesión con Gerard Piqué, Sergi Roberto, Dembelé ni Dest, que se unen a las ya sabidas bajas de Pedri, Braithwaite y Agüero. Todas las balas con Ansu Fati y Depay para los visitantes y todos los focos en Iago Aspas en el Celta, que se perfila como principal arma de ataque ante la baja del enrrachado Santi Mina.

En el Celta lo más probable es que el lugar de Brais Méndez lo ocupe Santiago Solari. Al menos eso indica la lógica. Aunque una posible entrada de Franco Cervi a pierna cambiada no sería descabellada. Además, con lo tocados que llegan Santi Mina y Beltrán, lo normal es que empiecen en el banquillo y que su lugar lo ocupen Denis Suárez y Thiago Galhardo. En el Barça se antoja más complicado, porque las ausencias son demasiadas y variadas. Parece que la entrada de un recuperado Ronald Araujo por Piqué es segura y que Gavi seguirá en el once junto a Nico en detrimento de Coutinho o Demir. Lo demás son solamente fijos como los Ansu Fati, Memphis o Frenkie De Jong entre otros.

No obstante, a pesar del contexto de ambos equipos, los Celta Barça siempre dejan cosas maravillosas. Sobre todo para el espectador neutral. Bien lo comentaba Coudet en rueda de prensa diciendo que «el Barcelona es el Barcelona y tienen jugadores de mucha jerarquía». Al final eso es lo bonito que nos está dejando La Liga este año, que en un partido, sea el que sea, todo puede pasar. La magia del fútbol tiene parada este fin de semana en Vigo. A disfrutarlo.