El UCAM Murcia logra lo imposible: llevarse un punto del Nou Estadi
El UCAM Murcia empata a dos en su visita al Nou Estadi y se convierte en el primer equipo en la presente temporada capaz de llevarse un punto del feudo del Gimnàstic de Tarragona
Club Gimnàstic de Tarragona y UCAM Murcia empataron a dos en un duelo que contó con dos partes claramente diferenciadas. El conjunto visitante dominó a placer la primera mitad con un Xemi Fernández superlativo, autor de dos goles. No obstante, el descanso le fue de perlas a los granas, que controlaron la reanudación a placer y a punto estuvieron de certificar la remontada. Con este empate, el UCAM Murcia, con el debutante Salva Ballesta en el banquillo, se convirtió en el primer equipo que consigue llevarse un punto del Nou Estadi en la presente temporada.
Salva Ballesta trae la revolución
Salva Ballesta no se casa con nadie. En su primer partido al frente del UCAM Murcia, decidió cambiar la mitad del once que su predecesor había alineado en el duelo contra el Atlético Sanluqueño. La principal sorpresa fue la suplencia de la dupla atacante favorita de José María Salmerón, formada por Nuha Marong y Manu Garrido. En su lugar, Xemi ocupó la posición de falso ‘9’, mientras que Tropi, Alberto Fernández y Liberto lo acompañaron en la línea de mediapuntas.
Las modificaciones parecieron surgir efecto de inmediato. Ya en el primer minuto del partido, Liberto avisó con un remate demasiado alto que culminó la cabalgata de Alberto Fernández. Un centro del mismo Liberto que peinaron dos atacantes y un disparo inocente de Alberto fueron los siguientes avisos de un UCAM Murcia que no tardaría en ver sus esfuerzos recompensados.
Cerca de la media luna, Xemi Fernández y Álex Quintanilla batallaban por la posesión. El esférico llegó a los pies del jugador que hoy vestía de amarillo, quien lo esperaba de espaldas. Al darse la vuelta, encontró un pequeño hueco justo en la esquina inferior izquierda de la portería. Y allí envió el balón. Gonzi y Quintanilla no se lo podían creer. El público del Nou Estadi, tampoco. El UCAM Murcia se acababa de adelantar en el marcador.
Reacción y contrarrevolución
Pablo Fernández, con un tímido cabezazo, protagonizó el primer remate a puerta del Nàstic en el minuto 17, pero seguía siendo el UCAM Murcia el claro dominador del encuentro. Y perdonó el 0 a 2. Liberto llegó a la línea de fondo tras combinar con Xemi y se sacó de la chistera un centro raso. El balón superó a su marcador y al guardameta, pero Tropi, llegando desde la mediapunta y a la carrera, lo envió a la grada.
El conjunto grana, que hasta ese momento se había mostrado intimidado e incapaz de hacer daño, recibió una vida extra. Y no la desaprovechó. Pablo Fernández y Robert Simón acercaron el peligro a la portería defendida por Biel Ribas, pero fue Javi Ribelles quien clavó la estocada. A la salida de un córner, especialidad de la casa, el mediocentro cabeceó con fuerza el balón. Ribas se estiró y consiguió tocar el esférico para desviar su trayectoria, pero el colegiado decretó que ya había traspasado la línea de gol. Por primera vez en toda la temporada, el Nàstic anotaba en la primera mitad. Tablas.
Poco le duraría la alegría a los de Raül Agné. Apenas cuatro minutos más tarde, Xemi volvió a recibir, volvió a recortar ante la oposición y volvió a enviar la pelota a la esquina inferior izquierda ante la impasible mirada de Gonzi. El UCAM Murcia volvía a ponerse por delante.
El festival del ’17’ catalán no se detuvo aquí. Él mismo remató de manera acrobática un centro de Tropi en el área pequeña que obligó al portero local a sacar a relucir sus instintos felinos. La defensa se sentía incómoda con su simple presencia. Se empezaba a oler un hat trick que nunca llegó.
El Nàstic vuelve a ser el Nàstic
La reanudación fue todo un caos. El Nàstic empezó mordiendo, con ganas de lograr el ansiado empate. Sus oponentes, sin embargo, no tenían ninguna prisa en jugar el balón. Entre la pasividad y las constantes faltas -Farrando Stiepovich fue expulsado por doble amonestación-, tanto Tropi como Alberto Fernández empezaron a notar molestias y tuvieron que ser sustituidos con minutos de diferencia. El público del Nou Estadi estaba harto. Los pitos y los abucheos se convirtieron en la banda sonora del encuentro.
No obstante, los jugadores grana se mostraron completamente ajenos a la polémica. Tenían un objetivo en mente y harían todo lo posible para lograrlo. Fue en este contexto que, de nuevo a la salida de un saque de esquina, Aythami tonteó con el gol con un poderoso remate de cabeza que salió fuera. Carlos Albarrán fue el siguiente en generar peligro sumándose al ataque. Y, al final, el esfuerzo tuvo su recompensa.
Tras una rápido contraataque, Joan Oriol internó en el área y llegó a la línea de fondo. Desde allí envió un centro raso que, tras pasearse por el área pequeña, encontró las botas de Robert Simón en el segundo palo. Ante el éxtasis del respetable, el empate volvía a reinar en el luminoso.
Asedio grana hasta el final
Por primera vez en mucho tiempo, el Nàstic se gustaba. Como un buen vino, a medida que pasaba el tiempo, los jugadores grana denotaban mayor calidad. Parecía que el cronómetro estaba retrocediendo, pues estaban más frescos incluso que en el inicio del partido. Biel Ribas y sus compañeros de la retaguardia estaban viviendo todo un infierno defendiendo los tres palos. Johan fue providencial al sacarle de los pies a Bonilla un remate a bocajarro.
Con la excepció de un testarazo de Admonio, el vendaval ofensivo grana no se detuvo. Los de Raül Agné no estaban dispuestos a ceder ningún punto en casa. Aythami, Pablo Fernández… Las aproximaciones al área rival no cesaban, pero el gol nunca volvió a aparecer. Incluso de manera surrealista. Ya en el tiempo añadido, Joan Oriol envió un misil desde la media luna que Ribas consiguió repeler. El rechace cayó en los dominios de Jannick Buyla, pero cuando lo tenía todo de cara para marcar, envió el balón al travesaño. Tras un nuevo rebote, el capitán grana volvió a probar fortuna con un disparo que salió lamiendo el poste. Tiempo hubo para que se reclamara un penalti tras una caída de Fran Carbia dentro del área.
El partido terminó con empate a 2. El UCAM Murcia dominó a placer los primeros 45 puntos y tuvo ocasiones meritorias de ampliar la diferencia. No obstante, el Nàstic presentó un aspecto completamente fresco tras la reanudación y dio inicio a un asedio incesante que no terminó hasta el pitido final. De esta manera, los granas se colocan en séptima posición, con 19 puntos. Por su parte, el UCAM Murcia se irá a cenar decimocuarto, con 13 puntos.
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