El Leganés congela al Zaragoza
Los goles de Lazar Randelovic en la primera mitad y Gaku en la segunda mantienen a flote a un Lega que no puede descuidarse. El Zaragoza, por su parte, pierde la racha de victorias que venía sumando.
Lazar Randelovic entró de rebote y de rebote marcó
La gélida noche de Zaragoza dejó congelados a los locales que vieron como en el minuto 9 Cristian Álvarez ya tenía que sacar una mano a un tiro que se envenenó de Javi Hernández. Un minuto más tarde, Fede Vico se rompió y Lazar Randelovic entró para suplirlo. El cambio no pudo funcionar mejor, cuando el jugador serbio aprovechó un grave desajuste defensivo blanquillo para plantarse cara a cara con Cristian Álvarez, el meta local impacta primero en la bola, que choca con la pierna del pepinero y la carambola acaba con el balón en el fondo de las mallas de la escuadra aragonesa.
El Lega consiguió adelantarse en el marcador y llevar los ritmos del partido, a pesar de no tener la posesión de la bola. Los de JIM no terminaban de entrar en la dinámica del partido y los blanquiazules (hoy de verde oscuro) no aprovechaban los errores del Zaragoza en la zaga. Los locales tiraron de orgullo en los últimos minutos de la primera mitad, con un fútbol más directo pero sin suerte. Con la ventaja para el cuadro madrileño acabó la primera mitad.
Shibasaki puso la puntilla
JIM quiso cambiar la dinámica del encuentro y Vada y Narváez hicieron acto de presencia en la segunda mitad. Los cambios parecían funcionar cuando Giménez casi puso el empate en la primera que tuvo pero su remate fue forzado y no vio palos. El partido se endureció y el colegiado del encuentro recurrió a las tarjetas para apaciguar los ánimos de una Romareda que estaba enfadada con la actitud de su equipo en la primera mitad pero expectante por lo que podía suceder en los segundos cuarenta y cinco minutos. El Zaragoza apretaba pero Shibasaki puso tierra de por medio en el marcador. Rubén Pardo se la puso al japonés y este sacó a pasear el guante para clavarla en la portería de Cristian. Cada banquillo comenzó a sacar de los banquillos las piezas necesarias para sus objetivos, ganando la partida Nafti, que consiguió cambiarle la cara a un Lega que aún mira hacia abajo pero con una dinámica mucho más positiva que jornadas anteriores.