El Valencia rascó un punto en casa del, por entonces, líder de la liga. En un partido donde apareció la versión más ‘getafense’ de Bordalás, el Valencia se apretó el cinturón, sacó la pintura de guerra y se dispuso a trabajar para sacar lo máximo posible del Reale Arena. En un equipo donde la calidad no abunda, la actitud debe ser el motor del equipo. A continuación, las claves del trabajado empate del Valencia en San Sebastián.
La versatilidad de Bordalás
Tras una mala racha de resultados – y juego -, José Bordalás, frente al Villarreal, optó por dar más consistencia al centro del campo y dejar a Guedes arriba, solo y liberado de tareas defensivas. El equipo, de esta manera, muestra más equilibrio y se ve más ordenado sobre el terreno de juego. Esta versatilidad permite al Valencia adaptarse a lo que el partido requiere. Frente a la Real, Wass y Racic fijaron a Silva y Merino, mientras que Soler se descolgaba, emparejándose con Guevara. Habrá que ver si, ahora que llega un calendario menos exigente, Bordalás sigue apostando por lo mismo.
Alderete, jerarca de la defensa
El paraguayo sigue demostrando que no le hace justicia lo de “central suplente del Hertha de Berlín”. El arbitraje más permisivo de Melero López le permitió sentirse en su salsa en los duelos defensivos. Alderete se puso el traje de líder de la zaga, secó a Alexander Isak y acompañó a que Diakhaby completara su mejor partido de la temporada. El mejor reflejo de la intensidad del Valencia fue la octava amarilla para Alderete en 12 jornadas de liga.
Foulquier
Sin hacer ruido y, como que no quiere la cosa, el lateral se ha hecho un hueco en el esquema clave de Bordalás. Estuvo en todas, en las que hacía él y en las que no, siendo pesado con el rival hasta cuando el balón no estaba en juego y, de nuevo, mostrando que es muy difícil superarlo. Frente a la Real Sociedad, 4 despejes, 1 disparo bloqueado, 1 intercepción, 2 entradas y siendo regateado solo una vez. Además, 4/7 en duelos en el suelo ganados y 1/1 en duelos aéreos. Dura papeleta para Bordalás cuando vuelva Thierry Rendall.
El oxígeno de Soler y Helder Costa
El internacional español y, especialmente, el angoleño fueron los encargados de estirar al equipo para que se desplegase. Corrieron, ayudaron al equipo y, de nuevo, estuvieron muy bien en defensa, sobre todo Helder Costa, con 8 recuperaciones y 5 intercepciones (datos de @iojavime). El extremo, cedido por el Leeds, entró al equipo en un momento de bajas y ya no hay quien lo saque. Guedes ya tiene un socio en ataque. Rendimiento sobresaliente.
Koba ha llegado… ¿para quedarse?
Ha tardado más de lo que debía. Su no pretemporada casi le cuesta una cesión a otro club, pero Koba ya es una solución más para Bordalás. Ya lo hizo bien frente al Atlético, pero el centrocampista francés ha demostrado estar listo para la primera división. Con clase y físico, ayer supuso una entrada de oxígeno en el centro del campo cuando Wass y Racic ya ponían la reserva. Si crece, será un jugador muy interesante. Ya ha llegado, ahora falta que lo haya hecho para quedarse.
El Reale Arena, un espejo para el vampiro de Mestalla
La afición de la Real apretó a Melero López y al Valencia durante todo el partido y animó a los suyos cuando peor lo estaban pasando. Un ejemplo de lo que hay que hacer durante los 90 minutos. Los vmampiros no se ven reflejados en los espejos, algo que sucede con Mestalla, muy lejos de verse reflejada con lo de ayer.