Partido trampa para acabar el año

Último partido del año para Extremadura U.D. y Racing de Santander. Quizás el último de la temporada del conjunto extremeño debido a los grandes poblemas que llevan atravesando desde el pasado verano. Por ello es un partido trampa para el equipo cántabro que llega segundo a la cita perteneciente a la jornada 17 del grupo I de la Primera RFEF Footters. El árbitro del enuentro será Alfonso Vicente Moral del comité castellano-leonés.

Todo el mundo sabe ya la situación del Extremadura. Sus problemas institucionales, su polémica inscripción en la competición y la irregular temporada que viven ya que ocupan los puestos de descenso pese a tener jugadores de gran calibre para la categoría. Cierran el año en casa y por ello se ha generado otra polémica como la comida de conjura entre plantilla, cuerpo técnico y presidente que deja incrédulos a varios seguidores de la categoría.

En cuanto a lo deportivo, el equipo de Manuel Mosquera viene de ganar a un equipo de playoff como es la U.D. Logroñés. Una victoria clara como inesperada por 1-3 que le ha permitido meterse en la pelea por la salvación. Otra cosa es, que después de este partido, todo esto no haya servido para nada y no puedan seguir compitiendo. Ante el Racing tienen otra prueba de toque aunque ya han demostrado que pueden competir a cualquiera.

Por su parte en el Racing de Santander se habla de partido trampa. Pese a la situación del rival, el largo desplazamiento o que sea el último partido del año, son 3 puntos más que deben lograr para mantenese a la estela del Deportivo de la Coruña. Su pasada victoria en casa ante el Rayo Majadahonda le ha permitido asentarse en esa segunda posición aunque parece que sigue siendo insuficiente.

Ha sido una semana un tanto convulsa para los de Guillermo Fernández Romo. Al comienzo se conocían los casos positivos de Isma López y de Lucas Díaz. Este último está confinado por un contacto estrecho. Aun así, no eran jugadores que vinieran jugando habitualmente. Si es una baja sensible la de Simón Luca, el canterano que se había asentado en el lateral izquierdo, que se une a la baja de Bobadilla y de Carlos Castro, que está más fuera por dentro del conjunto cántabro.