Con la llegada del mercado de invierno, llega también a los equipos otro periodo de cierta tensión. Y es que a partir del 1 de enero es de sobra conocido que los jugadores que acaban contrato el 30 de junio ya pueden firmar con otro equipo sí así quieren. Esto para el cuadro oscense supone un problema pensando en el medio plazo, ya que dos jugadores que se han ido afianzando como dos jugadores muy importantes en el equipo están en esa situación: Jaime Seoane y Kelechi Nwakali.
En el caso de Seaone, el madrileño ya pudo salir este pasado verano de Huesca. Es más que conocido el fuerte interés del Elche, que llegó a poner 4 millones de euros sobre la mesa según varios medios. Una cantidad que el Huesca -teniendo en cuenta que el 50% iría para las arcas del Real Madrid- ni valoró. El jugador, que pidió al club negociar su salida, es uno de los mejores jugadores del equipo oscense esta campaña, sino el mejor. Aun así, el Elche no se ha olvidado ni mucho menos de él y se da por hecho que en el Martínez Valero intentarán de nuevo incorporarle, ahora a coste cero. Profesional intachable, su futuro pasa por Primera, motivo por el que no ha respondido a la renovación.
Con Nwakali la situación partió siendo diferente. En verano, el jugador sí estuvo a la espera de ofertas. A pesar de su buen rendimiento la pasada campaña en el Alcorcón, no tenía la misma consideración de indiscutible dentro del club altoaragonés. Pero si con Seoane las ofertas fueron insuficientes con el nigeriano fueron inexistentes. Comenzó no gozando de mucha continuidad en el equipo, pero ha ido cambiando eso con buenas actuaciones. Pero ahora en enero se perderá varios partidos al ser convocado por Nigeria para la Copa África. Eso podría ponerle en el mercado, donde el Getafe, tal y como avanzó MARCA tiempo atrás, le están siguiendo hace tiempo.