Mikel Oyarzabal regala el pase de ronda a la Real Sociedad
La Real Sociedad avanza a la ronda de octavos de la Copa del Rey después de sufrir ante un atrevido Leganés
La Real Sociedad se impuso por 2 a 3 al CD Leganés en Butarque y logró la clasificación a los octavos de final de la Copa del Rey. A pesar de la asfixiante presión en campo contrario que planteó Mehdi Nafti, los txuri urdin no necesitaron mucho para crear peligro. Alexander Isak adelantó a los suyos en el minuto 8 y Mikel Oyarzabal amplió las distancias en el crepúsculo de la primera mitad. No obstante, cuando el partido ya parecía cerrado, dos goles de Juan Muñoz pusieron miedo en el cuerpo de los jugadores de Imanol Alguacil y devolvieron la igualdad al marcador. Un penalti transformado por Oyarzabal certificó la victoria visitante, por lo que la Real seguirá con la misión de repetir el éxito conseguido hace un par de temporadas.
Alguacil sale con todo
La Real Sociedad estaba dispuesta a repetir el éxito cosechado en 2020. Imanol Alguacil presentó un once que se asemejaba bastante a su escuadrón de gala, en el que destacaba la presencia de una tripleta atacante conformada por Adnan Januzaj, Alexander Isak y Mikel Oyarzabal. La grata noticia de la alineación llegaba con la inclusión de Joseba Zaldua, quien no pudo disputar el partido de Liga contra el Deportivo Alavés por una lesión en el calentamiento.
Por su parte, Mehdi Nafti apostaba por las rotaciones y, a pesar de contar con hombres importantes, como el capitán, Unai Bustinza, prefirió alinear a futbolistas menos habituales en sus esquemas. Jon Bautista era el nombre que brillaba por encima del resto, al ser un jugador cedido por la Real Sociedad al conjunto ‘pepinero’. ¿Se cumpliría la ‘ley del ex’?
Eran los locales, precisamente, los que empezaron a morder hambrientos de victoria, con una altísima presión en campo contrario y obligando a la pareja de centrales txuri urdin a arriesgarse con el driblin. De hecho, fue el Leganés el que contó con la primera ocasión del partido, surgida de las botas de Randjelovic.
A pesar de remar contracorriente, los donostiarras necesitaron entre poco y nada para crear peligro y, en un visto y no visto, llegó el gol. Sergio González sacó una falta lejísima desde su propia área que Ryan alejó con los puños. El rechace cayó a Januzaj y el belga, antes de llegar a la línea del centro del campo, lanzó un pase al hueco que recorrió decenas de metros antes de alcanzar a Isak. El sueco controló, encaró a Iván Villar y le sorprendió con una delicada vaselina contra la que nada pudo hacer. La Real se adelantaba con su primer disparo a portería.
Flota como una mariposa, pica como una abeja
A pesar del gol, la Real Sociedad seguía siendo un mar de imprecisiones que el Leganés no tardaría en aprovechar. Un error de la zaga la aprovecharon Bautista y Sabin Merino para acercarse a la portería, pero Mat Ryan salvó el empate tras el disparo del canterano txuri urdin. Fue en la jugada inmediatamente posterior que Alex Isak perdonó el 0 a 2. La Real sacó un fulgurante contraataque que encontró al ’19’ libre de marca. Isak volvió a encarar a Villar e intentó driblarlo, pero esta vez el guardameta leyó sus intenciones y atrapó el balón antes de que pudiese disparar.
A partir de este momento, empezó un toma y daca sin cuartel en que las defensas brillaron por su ausencia. Cheick Doukouré, Adnan Januzaj, Jon Ander Olasagasti, Jon Bautista y Juan Muñoz se añadieron a una fiesta que Mikel Oyarzabal intentó aguar. Igual que había conseguido Isak antes, el extremo de la Real consiguió plantarse en un mano a mano contra Iván Villar completamente solo. Sin embargo, al driblar al cancerbero, quedó demasiado escorado y tuvo que retrasar la pelota, alejando toda opción de peligro.
La presión madrileña no cesaba, por lo que Martín Zubimendi tuvo que retrasar su posición y jugar como tercer central, entre la errática pareja que conformaban Pacheco y Le Normand, para poner un poco de pausa y contundencia. En el crepúsculo de la primera mitad, Isak volvió a disponer de una oportunidad de oro después de que Sergio González se equivocara al despejar un esférico, lo que dejó vía libre al sueco en el área pequeña. No obstante, Iván Villar volvió a lucirse al sacar una mano de mérito cuando el gol parecía cantado.
Quien no falló fue Mikel Oyarzabal. Perseguido aún por el error de antes, un preciso pase filtrado de Olasagasti facilitó la internada del ’10’ y este, con un sutil toque con su zurda, superó al guardameta con la misma gracilidad que caracterizó al boxeador Muhammad Ali. Flotando como una mariposa, pero picando como una abeja. El 0 a 2 ya estaba aquí.
El Leganés va como un pepino
El Leganés salió del túnel de vestuarios dispuesto a seguir el mismo guion que tenía preparado para la primera mitad, con la característica asfixia de anaconda, pero bien rápido su depósito se quedó sin gasolina. Con el paso de los minutos, el juego se fue acercando cada vez más a los tres palos defendidos por Iván Villar. No obstante, la Real Sociedad tampoco presionaba a sus oponentes contra la pared, sino que dejaba que respiraran. Se pensaba que el partido ya estaba controlado. Y esto resultó fatal.
La defensa tardó en quitarse el balón de encima, la punta de ataque ‘pepinera’ se tiró encima, Randjelovic apareció para cortar un pase de Diego Rico, penetró, centró y en el segundo palo aguardaba Juan Muñoz para introducir la pelota en la red con su cabezazo. Cuando parecía que los de Mehdi Nafti ya habían bajado los brazos, llegó el gol que acortaba las distancias. 1-2.
Animados por Butarque, el tanto sirvió para que el Leganés volviera a meterse en el partido, y entró con la sexta marcha puesta y apretando a fondo el acelerador. Incluso el capitán, Unai Bustinza, acechó a Mat Ryan al cabecear un centro de Rubén Pardo desde el vértice del área. Todo podía pasar.
Oyarzabal, al rescate
Mat Ryan había sido el hombre que había salvado a la Real Sociedad durante la primera parte, el único jugador de la línea defensiva en transmitir seguridad. Pero incluso el que nunca falla puede cometer errores. Zaldua no pudo llegar a un pase del guardameta australiano. El Leganés sacó de banda cerca del área rival, el balón aterrizó a pies a Juan Muñoz, este vio que había mucho tráfico para entrar, retrasó su posición y probó suerte con un disparo lejano. El esférico se coló por el palo corto de Ryan. Los chicos de Mehdi Nafti habían conseguido empatar el marcador aupados por un Butarque al rojo vivo.
El 2 a 2 fue un duro golpe de realidad para la Real Sociedad. Robin Le Normand, irreconocible hasta el momento, asumió galones y subió a la punta de ataque para ayudar a que fluyera la circulación. Segundos más tarde, Mikel Oyarzabal cayó dentro del área cuando intentaba superar a Javi Rubio. Mateu Lahoz señaló el penalti. El ’10’ sería el encargado de ejecutar la pena máxima. Y no fallaría. Engañó a Iván Villar y anotó su doblete particular. Los txuri urdin volvían a ponerse por delante.
Una doble ocasión ‘pepinera’ a punto de estuvo de forzar la prórroga en los últimos instantes del tiempo añadido, pero Mat Ryan volvió a sacar su mejor versión para impedir la remontada.