El Valencia, arrancaba la temporada con la que sería la mayor ilusión de la afición, la marcha de Javi Gracia y la posterior contratación de José Bordalás para tratar de volver a crear un proyecto deportivo serio.
El míster sabía a lo que venía, es decir, que no se pudo dar de nuevas cuando le dijeron que iban a haber pocos refuerzos porque su precedente ya había sufrido el no tener ninguna incorporación.
Así que con lo que tenía se dispuso a trabajar, finalmente, si que llegaron algunos nombres en calidad de cedidos: Hugo Duro, Alderete, Hélder Costa y luego en calidad de traspasado: Marcos André.
Arrancaba la liga, después de una buena, aunque corta, pretemporada de forma buena. Los primeros cuatro partidos fueron espectaculares con tres victorias y un empate sacando así diez de doce puntos.
A partir de ahí y al más puro estilo índice bursátil comenzó su caída en picado, sin tener ninguna referencia externa de esa caída, más allá de la derrota, al parecer de muchos, injusta frente al Real Madrid en Mestalla.
En ese periodo de tiempo se sacó tres puntos de veintiuno posibles, es decir tres empates en siete partidos, el resto, derrotas. Y lo peor, con muchos goles encajados y muy pocos marcados.
Ese fue el punto en el que quizás la gente más se bajó del barco, diciendo que se parecía a Javi Gracia y demás descalificativos. Pero sorprendentemente, volvió a subir, y es que sacó quince puntos de veintiuno y dos victorias en la copa del rey.
Aquí se volvió a enganchar la gente a la ‘bordaleta’ y que se llegó al último partido del año y de la primera vuelta con los factores y números a favor de ganar al Espanyol para dormir y empezar el año en puestos Champions, pero el Valencia perdió.
Esa victoria era clave para cerrar una primera vuelta con una subida, un largo valle de resultados y luego estar más de dos meses sin perder y pasando rondas de Copa del Rey.
Un último apunte, es la fragilidad defensiva del equipo valencianista, pues es el cuarto equipo que más encaja, siendo cierto que, al menos, tiene una alta cifra goleadora.
Ahora, por tanto, toca afrontar una segunda vuelta con unos primeros partidos complicados, por el rival al que nos enfrentamos; por orden: Madrid, Sevilla, Atlético y Real Sociedad. Muchos lo llaman la cuesta de enero y así va a ser.