El Napoli ahuyenta las penas

El Napoli demostró que no está para noticias fuera de los terrenos de juego. Por la 21° jornada de la Serie A, los ‘azzurros’ doblegaron sin problemas (1-0) a la Sampdoria para dejarlo más que claro. Pudo haber sido peor para los genoveses, sentenciados con una tijera de Petagna que fue su punto final al encuentro. El título aún es opción para los sureños.

Sin Insigne la diversión aún está asegurada

Tras dos baches ante Spezia (0-1) y Juventus (1-1), el Napoli entendía que dejar más puntos en el camino estaba prohibido. Con urgencias claramente distintas, la Sampdoria tampoco podía permitirse el lujo de sumar su cuarto partido seguido sin ganar. Sin embargo, la voluntad napolitana tuvo argumentos bastante solidos de su lado. De inicio, los locales abrumaron a su rival. El fútbol-control, herencia ya del ‘Sarriball’, los hizo amo y señores del partido, luciendo cada asociación, recuperación y disparo a portería. Incluyendo ello a un Insigne que ya confirmo su salida al Toronto de la MLS una vez culmine la temporada. Y vaya en que momento, puesto que el actual ícono de Nápoles salió lesionado apenas a la media hora de juego. Aunque eso ni muchos menos trastocó el choque.

Politano ingreso por el campeón de Europa y la diversión arrancó, o mejor dicho, el delirio de la Sampdoria. Si es que ya no lo había hecho antes. Rrahmani, con un disparo lejano en campo ajeno y Ghoulam, cobrando un tiro libre, pusieron a prueba a Audero, que vendía caro el gol en su arco. Y si no era el portero, los mismos jugadores partenopeos fallaban a portería. Alivio rotundo para la ‘Samp’, que aduras penas encontraba en Thorsby una salida al abuso recibido. Pero como suele darse en esto del fútbol, mientras más tientes a portería, tarde o temprano obtendrás tu recompensa. Así fue el caso cuando Mertens encendió la moto. El filo del descanso, el belga realizó una pared larga con Elmas y justo cuando derribado, Petagna enganchó una tijera poco ortodoxa que subió al marcador (43′).

‘Masterclass’ sureño

Visto lo ocurrido en el primer periodo, poco se esperaba que la Sampdoria pudiera revertir sinergias. Buena advertencia. Y es que por más de que los de Ranieri salieron a presionar alto y ubicando su bloque en mediocampo, lo cierto es que la impotencia reinaba en sus filas. La visita era incapaz de superar el mejor entramado del Napoli con y sin balón. Desde su salida al ras para circular el balón, con muchos reinicios o uso del ancho del campo para abrir espacios que los receptores explotaban, o una presión post-perdida intensa, los ‘azzurros’ se lucían en el verde. Aunque con la ‘Samp’ a la desesperada, las transiciones se hicieron su mejor arma. Apunto estuvieron Mertens y Di Lorenzo de anotar tras unas sendas carreras que advirtieron a los ‘blucerchiati’.

Entendió con ello el conjunto de Génova que no debía desesperarse para ir a por el empate. No obstante, igual su pasiva actitud tampoco surtía efecto para desatornillar a su encendido oponente, que a pesar de las lesiones sigue activado. Mérito de Spalletti, capaz de sacar lo mejor de una plantilla que aún tiene jugo por exprimir y de incluso ‘resucitar’ a jugadores como Ghoulam para su causa. Justamente, el miso argelino casi provoca el segundo. Primero juntándose con Petagna en banda izquierda para que este coloque un centro que Politano erró y luego exigiendo a Falcone con una gran estirada. Mertens, otro de los grandes revitalizados, pudo poner punto y final a la Sampdoria, mas no era su día. Daba igual, puesto que el Napoli no pasó más apuros. Una más que excelente manera de ahuyentar las penas.

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