Un brillante Villarreal alarga la amargura mallorquinista

Un Villarreal sin Gerard Moreno, Foyth, Paco Alcácer ni Coquelin entre otros, ha tenido que recibir a un Mallorca que viene de vencer a todo un Espanyol. Un total de 10 bajas que dejaba al submarino amarillo tocado, pero nada más lejos de hundido. Ya que afortunadamente para los groguets, iban a estar acompañados de su fiel público, que les iba a aúpar a una victoria decisiva en su lucha por los puestos europeos.

El encuentro comenzó con poca actividad. El Villarreal mantenía la posesión ante un tímido Mallorca al que le quemaba el balón en los pies. Por ende, los groguets fueron los que crearon las primeras ocasiones de peligro. Una de las más claras de los primeros compases del partido fue un cabezazo de Iborra, quien no definió bien al llegar mal al centro de Albert Moreno.

A pesar de eso, no habían ocasiones claras, y cuando menos parecía que iba a llegar el gol, llegó. En una jugada ofensiva del Villarreal, Alfonso Pedraza colgaría un centro a media altura venenosísimo al corazón del área. Sin embargo, no esperaba que el rematador fuera un rival, y así fue. Franco Russo, con miedo a tener un defensor detrás, hizo un intento de despejar el balón a córner, pero erró en la posición de la pierna y se marcó un golazo en propia puerta. Se ponía por delante un Villarreal que, por el dominio y juego demostrado, merecía abrir el marcador.

El gol no sentó nada bien a un Mallorca que ya había tenido un comienzo flojo. Lejos de levantarse y mejorar, los bermellones apenas eran capaces de oponer resistencia al poderío de los groguets. La respuesta del Mallorca fueron algunos disparos lejanos y demás ocasiones en que se quedaban en nada. Uno de los que pocos que destacaba de los mallorquinistas era Kubo, que intentaba irse de sus rivales pero se le quedaba grande esa guerra. La presión alta tampoco hacía mella en los locales, que siempre salían con facilidad de las ocasiones que tenían.

Con el Villarreal dominando aun más y enfriando el partido, el devenir del encuentro empezaba a determinarse. Manu Trigueros sería el encargado de marcar un segundo gol digno de ser de los mejores de la jornada. En una jugada combinativa de contrataque desde su propio área, los de Emery se acabaron plantando frente a la portería de Leo Román. Los locales dieron una magistral clase de como organizar un contrataque que finalizó con un pase raso de Pedraza y un disparo fácil de Manu Trigueros en boca de gol.

Se acercaba el descanso y el Villarreal se limitó a mantener la posesión con calma y evitar imprevistos. Finalmente, Ortiz Arias se llevó el silbato a la boca e indicó el final de una primera parte en la que el conjunto groguet salía como ganador momentáneo.

El guion de la segunda mitad fue similar: los de Luis García iban a remolque de los de Emery, quienes llegarían al área contraria por primera vez en este segundo período. Además, el partido seguía tan frío como en la primera mitad, lo que beneficiaba a un Villarreal que ya tenía el partido cogido por el mango de la sartén. No obstante, llegaría una ocasión que asustaría mucho a los groguets: Fer Niño aprovecharía para rematar un centro en una desconexión defensiva del Villarreal, pero su disparo se manrcharía muy alto. Era la ocasión más clara del Mallorca en todo el partido, y se esfumaba por una mala ejecución. A pesar de una ocasión tan clara, el conjunto bermellón no supo aumentar la intensidad y el encuentro mantendría el mismo ritmo.

El balón parado era la única alternativa para superar a los centrales groguets. Pero los córner se quedaban cortos y no tenían tiros de falta claros. El balanza se inclinaba cada vez más al lado de los de Emery. Cuando parecía que las cosas no podían ir mucho peor, efectivamente, fueron a peor. Russo derribó a Jackson en el área, llevándose de propina una cartulina amarilla que confirmaba su expulsión. Parejo sería el encargado de chutar la pena máxima, que envió a la izquierda abajo, dirección que adivinó Leo Román. Sin embargo, el meta no llegaría a tiempo a atajar el esférico y acabó entrando a la meta. Se ponía 3-0 el Villarreal dejando al Mallorca totalmente roto a menos de 5 minutos del final.

Llegaba al final el encuentro y los de Emery estaban de enhorabuena: se llevaban tres puntos en una victoria espectacular a pesar de las bajas. Además, se ponían sextos, dejando al Barcelona fuera del puesto de Conference League, y se quedaban a tan solo 1 punto de los puestos de Champions League. Por otro lado, los mallorquinistas van hundiéndose meteóricamente hacia el descenso, a solo dos puntos de caer en ese infierno. Ya son cuatro derrotas consecutivas y el encuentro contra el Cádiz será la prueba final de Luis García, ya que si pierden se encontrarán en los siempre complicados puestos de descenso.