Frenkie De Jong rescata a un Barça gris en Mendizorroza

La semifinal de la Supercopa ante el Real Madrid había dejado en el Barça una sensación positiva. El equipo parecía haber vuelto tras competir de poder a poder con el actual mejor equipo de España. Pero ese optimismo fue un espejismo que se evaporó en unos días. La eliminación copera ante el Athletic devolvió a los azulgranas a la realidad, y el encuentro ante el Alavés no hizo más que confirmar que a Xavi todavía le queda mucho trabajo. Sin embargo, el talento lo sigue teniendo. Un destello puntual sirvió a los culés para llevarse los tres puntos de Mendizorroza, que, al fin de al cabo, es lo que realmente cuenta.

El técnico de Terrassa tocó algunas piezas y dio descanso a jugadores que acumulaban las dos últimas prórrogas en sus piernas, como Dani Alves. La primera mitad fue un quiero y no puedo culé, con el habitual monólogo de pelota pero sin ninguna amenaza ofensiva que pusiera en problemas a la zaga vitoriana. Una volea desviada de Luuk De Jong, que regresaba al once, fue lo más reseñable de un primer acto sin mucha historia.

El discurso del segundo periodo no varió en exceso. Los visitantes seguían cómodos con el balón, pero se quedaban sin ideas cuando alcanzaban los tres cuartos de campo. Tuvo que llegar a balón parado la más clara de los culés, con un remate a bocajarro de Luuk de Jong que sacó Pacheco.

El Alavés, por su parte, crecía con el paso de los minutos. Mendilibar lleva tan solo unas semanas en Vitoria, pero su sello ya se nota en la plantilla babazorra. La presión alta y los robos en campo rival son ya una marca propia de un Alavés al que le falta pólvora. Tan solo Joselu consigue infundir algo de temor en las zagas rivales. Un cabezazo fuera del gallego fue la única oportunidad clara de los vascos en todo el partido.

Ese talento en los metros finales que le falta al Alavés es algo que sí tiene el Barça, pese al momento que está atravesando. Cuando el partido agonizaba, los buenos se juntaron para hilar la mejor jugada del partido. Un balón medido de Jordi Alba dejó a Ferrán solo en el área. El valenciano cedió el balón atrás para la llegada de Frenkie de Jong, que batió a Pacheco con tranquilidad para dar la victoria a los suyos.

Un triunfo con oficio, sin brillo, pero muy importante en la lucha por las Champions. Los culés son quintos con 35 puntos y se colocan a uno del Atleti, que cierra los puestos que dan acceso a la máxima competición continental. El Alavés, por su parte, continúa en la quema y es penúltimo con 17 puntos.