La Lazio le facilita la vida a la Atalanta
A pesar de su superioridad, los de Sarri carecieron de soluciones y ambición para deshacer el empate (0-0) ante una mermada 'Dea', que saca un valioso punto del Olímpico.
La Lazio definitivamente se arrepentirá de no haber resuelto un partido que lo pudo haber catapultado a lo alto de la Serie A. Los ‘biancocelesti’ fueron gobernadores absolutos y a la vez estériles frente a una Atalanta que, sin sus grandes piezas, se vio obligada a tomar cautela debido al COVID. Los riesgo mínimos de parte de la ‘Dea’, junto a la ayuda de su pobre rival romano, les permitió salir sin un rasguño. Objetivo cumplido.
Se alza el muro bergamasco
Que el coronavirus está volviendo a atacar al mundo del fútbol no es ninguna novedad. Aunque tras los sucesos vividos la temporada pasada, sorprende que un equipo tenga tantas bajas por infección. Bueno, ese fue el caso de la Atalanta, que presentó hasta diez ausencias claves en el Olímpico. Para cualquiera hubiera sido una complicación, mas no para el conjunto de Gasperini. Y es que por más que la Lazio se hiciera con el mando desde el comienzo, los de Bérgamo se mantuvieron intensos y recios sin importar los jugadores en cancha. Porque nombres sobran en este deporte, pero muchos son los hombres que dan vida al juego.
Eso sí, a pesar de los esfuerzos visitante, la Lazio empezó a tomar mayor altura conforme fueron pasando los minutos. Escapando en pocos toques de la presión bergamasca, avanzando con los hombres de apoyo y atacando los espacios dejados por su rival, los romanos crecieron. No obstante, solo el muro montado a su delante les imposibilitaba llegar a Musso con comodidad. Es así que, Milinkovic-Savic y Felipe Anderson, de mal partido probaron desde lejos sin éxito. Rematar con claridad a portería era el último obstáculo del equipo de Sarri, que chocaban y retrocedían conforme Palomino, Demiral y Djimsiti se paraban enfrente de ellos. Así fue hasta la pausa.
La Lazio no acelera
Tras el regreso de vestuarios, pareció que la Lazio había salido con otra chispa, decidida a arrollar a su apurado oponente. La arremetida de juego posicional, comandada por Luis Alberto, obtuvo resultados inmediatos. La Atalanta se sintió exigida ante la nueva postura del local, que tuvo su mejor oportunidad con disparo de Zaccagni que chocó en el palo. La mejor ocasión, es más, del partido, y también la última. Enseguida, las ‘águilas’ bajaron un ritmo y la ‘Dea’ lo agradeció, ya que se pudo acomodar mejor en el campo y, a la par, animarse a llevar peligro. La pasividad de su enemigo posibilitó que en dos avances por el centro, Miranchuk suelte dos disparos que Strakosha frenó. Todo cómodo para el albano, mas igual dejaban un mensaje de precaución.
Sin embargo, los capitalinos no reaccionaron ni para bien propio. Su intento de asedio quedó empañado por falta de descaro en sus jugadores, el bajo ritmo que aplicaban y sin soluciones desde el banco. Solo Lazzari, lateral derecho, fue capaz de otorgar desequilibrio y estirar a su equipo. Lastima que el extremo ejercicio posicional lejos de servir como impulso, reforzó a una Atalanta que se veía reforzada por chicos de su cantera. Poco importó, puesto que pasaron del nerviosismo a la tranquilidad sin vérselas de negro toda la noche. Lo contrario que la Lazio, que vio como el tiro alto de Felipe Anderson reflejaba su flojo performance. Algo que le facilitó la vida a una ‘Dea’ que sobrevivió en Roma y ahora cuenta con descanso para recomponerse.
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