Los extremeños quieren conquistar el Reino de León

Hace unos años, en un encuentro de la League One, pudimos ver el lanzamiento de, nada más y nada menos, 3000 cerditos de plástico que inundaron por completo el césped del estadio The Valley. Seguro que lo recuerdan, pues las imágenes dieron la vuelta al mundo. Llegados a ese punto no es difícil imaginar que los «supporters» del equipo local, estaban un poco hartos de la pésima gestión del club de sus amores. Y es que hay ocasiones en las que las soluciones no están únicamente en el verde y en las botas de los jugadores. Este negocio en el que se convirtió hace muchos años el deporte en general, y el fútbol en particular, está muchas veces en manos de auténticos «desalmados». Sí, que literalmente no tienen ALMA. Personajes siniestros que llegan a un club a hacer sus negocios y si no les sale bien la jugada, lo dejan «hecho unos zorros». Un club que,  por otra parte, sí llevan en el corazón esos seguidores incondicionales, a los que les  duele de verdad todo daño, casi nunca gratuito.

Y es exactamente el momento en el que se encuentra el equipo que visita mañana sábado el estadio Reino de León. Pero por encima del momento institucional en el que se encuentra el equipo extremeño, que visita el norte de Castilla y León, mañana se vuelve a jugar un partido de 90 minutos y se vuelve a luchar por 3 puntos que son vitales para ambos conjuntos. Y en ese gélido estadio se va a encontrar a una Cultural Leonesa que llega al partido de mañana con una inercia positiva. Pues viene de ganar en una plaza complicada, como son las Instalaciones de Lezama. En un partido muy disputado, que pudo llevarse el conjunto de la ciudad de la Cuna del Parlamentarismo, por un gol a dos. Llevándose los tres puntos en los últimos compases del partido. Demostrándose que el equipo que entrena Curro Torres, lucha hasta el último minuto los partidos y aún tiene mucho que decir en esta liga.

Aunque esté situado en décimo tercera posición, con 26 puntos y tres por debajo del conjunto de la capital del Guadiana, la Cultu es un equipo que juega muy bien a fútbol. Si por eso entendemos apostar por el juego de toque, ir a por el rival, marcar más goles que la media o divertir al espectador. Sin ir más lejos en el partido de ida en el Nuevo Vivero pudimos ver una locura de partido, con un resultado final de empate a 3. Por lo que mañana el equipo de la capital con la Catedral Gótica más hermosa de España, en su estadio y con la afición a favor, será sin duda un rival muy difícil para los extremeños. Además ha mejorado su plantilla en los últimos días, con dos incorporaciones en este mercado de invierno: el centrocampista Sierra, procedente de la UD Logroñés y al mediapunta Álamo. De esta manera podemos ir comprobando como todos los equipos, menos uno, se van reforzando poco a poco. Y podremos  ver como van a ser más competitivos aún en esta segunda vuelta.

Y en el otro lado vamos a tener mañana como visitante a un CD Badajoz, que llega a León con la inercia positiva que le da la ansiada victoria del pasado miércoles, en lo deportivo. Pero con una situación cada vez más convulsa, en cuanto a lo institucional se refiere. Sin ir más lejos ayer mismo, plantilla, cuerpo técnico y afición se concentraron en la Plaza de España de la ciudad, para mostrar su más profundo rechazo  al nuevo grupo inversor que ha comprado las acciones del Badajoz. Grupo del que por cierto, aún a día de hoy una semana después de la polémica compra, se desconocen oficialmente hasta los nombres de las personas que lo forman. Por lo que podrán imaginar que la confianza en ellos es nula. Y así lo manifestaron los capitanes del club -incluida su enorme capitana, Clara Pascual-, después de entrevistarse con el alcalde de la ciudad. Y es que lo que está sucediendo en estos días en la ciudad extremeña y con su club, no es algo que hemos visto habitualmente. Ver tan unidos a afición, abonados, peñas, plantilla, cuerpo técnico y trabajadores del club. Todos remando en una única dirección y encima a barlovento, con todo el viento en contra. Pues ya nadie se fía de alguien que no da la cara y que no cumple desde el primer día. Es el resultado de una decisión intolerable de alguién que el mismo día que no cumplió su «palabra», puso a unos trabajadores modélicos y a una afición sin par, al pie de los caballos. Imperdonable, sin duda, esta acción tan vil.

Pero volviendo al fútbol, lo que pasó hace dos días en el estadio Nuevo Vivero, a pesar del momento tan duro, fue una imagen histórica para el club y, pienso honestamente, para toda la ciudad. Lo normal es que los aficionados accedan a un estadio a animar a sus ídolos. Pues no. Ayer pudimos ver como la estoica plantilla del Badajoz, era la que salía literalmente del estadio después del calentamiento, para aplaudir a sus aficionados más fieles. Esos que nunca fallan. Esos que estaban pidiendo que no quieren más engaños en el club de sus vidas. La imagen fue para verla, no para contarla.

Y de ahí salió un 11 espoleado y motivado por los suyos, que salió a por los 3 puntos desde el principio del partido. Con ganas de correr y ser superior al rival en todas las facetas. De reivindicarse, al fin y al cabo, como lo que son: una gran plantilla y unos jugadores enormes. Pudimos ver por fin a Adilson rompiendo las líneas y apretando como él sabe -cuando vuelva a estar al 100% será vital para los blanquinegros. Pudimos ver, también por fin, a su capitán Miguel Núñez, de medio centro defensivo. Y el equilibrio que da al equipo es brutal. Lo agradecen Isi Gómez y Otegui, con más libertad, mejorando la clase que atesoran ambos. Y pudimos ver también a un equipo con laterales que ahora sí están siendo dos extraordinarios carrileros, como Dani Fernández y el joven Josema Gallego -de nuevo sublime todo el partido-. Ambos pueden ser un auténtico quebradero de cabeza para las defensas rivales, en esta segunda vuelta. Y con todo eso, y su incondicional afición,  consiguieron vencer por 2 a 1 a un buen Sanse.

Como dato negativo, el Badajoz no podrá contar con su capitán, Miguel Núñez, debido  la tarjeta roja, por doble amonestación, que recibió en el partido del miércoles.

Lo que está claro es que la unión hace la fuerza. Como aquellos 3000 hinchas ingleses, ¿recuerdan?. Esos aficionados hastiados con la mala gestión de los que manejaban los hilos. Sucedió en un intrascendente partido: Charlton Athletic – Coventry City. Que no hubiera tenido mayor historia. Pero la acción de la grada, la que quiere a su club, de lanzar 3000 cerditos de plástico al césped, hizo que las imágenes dieran la vuelta al mundo. Y consiguieron lo impensable, largar a tanto chorizo de su club. Además de espolear a su equipo, que ganó por un contundente 3 a 0. Aunque no fuese lo más importante. Y quizás esto mismo han podido conseguir los aficionados blanquinegros. Pues hace tan sólo escasas horas, la nueva «propiedad» del Badajoz emitía un comunicado,  argumentando que estaba dispuesta a traspasar las acciones a Daniel Tafur. Tan sólo 6 días después de la compra. Increíble pero cierto. Y es que a veces los partidos más importantes no se ganan únicamente en el rectángulo de juego.