El Málaga quiere, el Girona puede

Partido marcado por las distintas dinámicas que llevan cosechando, en cuanto a resultados, ambos equipos. Los catalanes, siendo el mejor equipo de las últimas 5 jornadas, con un empate y 4 victorias, y los visitantes, sumando 7 de los últimos 33 puntos. Primeros compases de partido y la posesión era completamente del Málaga. Con el paso de los minutos, empezaba a ser algo más vertical el Girona, que buscaba juego directo. De lado a lado movían la pelota los locales, aunque el conjunto andaluz estaba bien en defensa.

Se vivió un tramo de partido donde los visitantes encerraron a un conjunto local que  quería adueñarse un poco más del control y llevar la iniciativa del partido. Dominio alterno. Pasaban pocas cosas y ninguno de los dos equipos aprovechaban las pérdidas de balón del rival.  Pasada la media hora llegaron dos ocasiones. Primero Antoñín. Buen balón desde la derecha de Paulino y Antoñín no consiguió embocar desde el punto de penalti. Poco después estuvo a punto Stuani. Tras una buena jugada entre Arnau y Samu Sáiz se la puso a Stuani y casi remató de escorpión para poner el 1-0.

Salieron ambos equipos con hambre al segundo tiempo y gozaron de ocasiones, sobre todo dos de Brandon. Y seguía el conjunto visitante llevando peligro. Apuró Javi Jiménez hasta línea de fondo y el centro al primer palo se paseó por delante de Brandon que no encontró remate. Muy clara para un Málaga que estaba buscando más el gol. El remate desde dentro del área de Brandon buscando el palo largo hizo emplearse a fondo al guardameta del Girona que evitó el 0-1. El Girona no se encontraba cómodo en el partido por la buena presión adelantada del equipo andaluz.

En el tramo final de partido llegó el gol del Girona. Jugada de mucha paciencia del Girona que terminó encontrando resultado con un remate desde dentro del área de Nahuel Bustos, el recién incorporado, que puso el 1-0 y le dio la victoria momentánea al Girona. Lo había buscado el Málaga pero se lo llevó el Girona que seguía en buena racha en su camino al ascenso y complicaba la vida a los andaluces que no levantan cabeza.