Objetivos opuestos, misma hambre de triunfo

Con hambre de triunfo tras un par de jornadas sin vencer llegan Llanera y Bergantiños que se medirán este domingo en el Pepe Quiramán con objetivos opuestos pero el mismo hambre de triunfo. Los locales están inmersos en la lucha por la permanencia, mientras que los gallegos  no quieren perder su puesto en Playoff algo que pasa por ganar.

Llanera: buscando un triunfo vital

El año comenzó con un poco de todo para el Llanera. Cayó ante el líder, el Unión Adarve, venció al Navalcarnero en casa y empató en el derbi a domicilio ante el Real Avilés. A partir de ahí, tres victorias en casa, Arosa, Ceares y la sorpresa ante el Pontevedra y Compos, y dos derrotas a domicilio, Langreo y Salamanca. Los dos triunfos ante granates y compostelanos daba fe en la permanencia pero un empate ante el Móstoles y una derrota el pasado fin de semana ante el Leganés B cortaron la dinámica. El año acababa también a domicilio ante un rival gallego, el Coruxo, con derrota. Antes, sumó 4 puntos en sus dos últimos partidos ligueros ante Palencia Cristo Atlético y Gimnástica Segoviana. Dos duelos a los que siguió el partido de Copa donde recibieron en su feudo a un equipo de Primera División como el Mallorca. Un partido en el los bermellones no tuvieron piedad y golearon a los asturianos. El Llanera llega a estar jornada 25 con necesidad de sumar un triunfo que lo saque de la zona baja de la tabla.

Como decíamos, los resultados de las últimas tres jornadas en casa dieron algo de oxígeno al conjunto asturiano. Actualmente ocupan el puesto 15, con 31 puntos en el casillero que, dado lo ajustado del grupo, supone estar a solo dos puntos de la zona tranquila de la tabla y a 8 de la zona noble. Sumar puntos en su complicado feudo puede ser clave para los asturianos. En cuanto a su periplo como local, este curso ha conseguido 5 victorias, 5 empates y 4 derrotas en sus partidos ante su afición.

Bergantiños: no fallar para soñar

El año acabó para el Bergantiños regular tras quedar eliminado en Copa y acumular 4 jornadas ligueras sin vencer. A pesar de la mala dinámica, dado lo ajustado del grupo, empezar el año con victoria ante el Arosa como lo hicieron metía al equipo en zona noble. Algo que buscaron mantener siguiendo con su fortaleza como local, pero cayeron ante el Langreo. Una derrota de la que querían resarcirse pero, sin embargo, cayeron en casa del colista, el Ceares. Por casos de Covid se canceló su partido ante el Salamanca que se disputó el 9 de marzo con final de triunfo para los gallegos. El no jugar en su momento les hizo llegar descansados y con hambre al derbi ante el Pontevedra en el que se impusieron por la mímima. Los de Carballo vivieron un apasionante derbi en casa ante el Compos en el que se fueron ganando 3-0 al descanso y acabaron venciendo 3-2 y sufriendo. A domicilio ante el Móstoles no pasaron del empate a pesar de jugar en inferioridad los madrileños todo el segundo tiempo. En el duelo clave ante el Leganés B se impusieron y se ganaron un puesto en la zona noble. Un puesto que refrendaron y mejoraron al imponerse  al Salamanca y, sobre todo, con la espectacular remontada en Palencia. Los gallegos llegaron a ir perdiendo 3-1 y acabaron ganando 3-5. Momento muy dulce del Bergan que se vio trucado con la derrota ante Arenteiro y el empate a cero ante el Marino de Luanco.  Actualmente los de Carballo ocupan el puesto 4 en la tabla con 42  puntos con una renta de 3 sobre el Coruxo, fuera de la zona noble. Por encima,  Navalcarnero a 5,  Pontevedra a 8 y el líder, el Unión Adarve a 11.

Las cosas no empezaron como se esperaba para el Bergantiños que, tras cinco jornadas, aún no conocía la victoria. Se hizo de rogar, pero en el sexto partido y en el último suspiro los de Carballo se impusieron al Móstoles. Un primer triunfo al que dieron continuidad en su visita al Leganés B. No fue fácil pero los gallegos se trajeron los tres puntos bajo el brazo. Y como no hay dos sin tres,  vencieron como local al Palencia. Tres triunfos consecutivos tras los que buscaron que el ritmo no parase para  mantenerse en la zona alta de la tabla. En parte lo lograron al cosechar ante su afición un empate en el derbi ante el Arenteiro. Y aprovechando esa inercia positiva en su estreno en la categoría vencieron por la mínima al Marino de Luanco a domicilio. El buen momento se cortó al perder en su último partido como localante el Llanera. Una derrota de la que se resarcieron imponiéndose a domicilio a la Gimnástica Segoviana. Los de Carballo empataron como local ante el Coruxo en un partido el que fueron mejores y gozaron de ocasiones pero se quedaron sin premio gordo. Dos derrotas consecutivas ante equipos madrileños, Unión Adarve y Navalcarnero, y el empate en el último del año ante el Real Avilés.

Las bajas

En el conjunto gallego se pierde el partido Marcos Remeseiro por sanción.