Isak reafirma Europa
La Real se impone con un gol tan polémico como agónico gracias al VAR, que le había anulado otro con anterioridad
La Real Sociedad se impone al Espanyol en un duelo con más valor para los locales que para los visitantes. Isak reventó el Reale Arena mediante un penalti en el 96 que va a traer cola por lo polémico que fue el mismo. Calero derribo en el área a Mikel Merino según el criterio del árbitro y el sueco no falló la pena máxima.
La visita perica a Donosti cerraba la trigésima jornada del campeonato en un duelo que le valdría a la Real para consolidarse en la sexta plaza, poniendo tierra de por medio tras la derrota del Villarreal, su perseguidor más próximo. Por su parte, las aspiraciones ligueras del Espanyol eran mínimas. Jugar en Europa se antojaba imposible y colchón de 10 puntos respecto al descenso le daban tranquilidad a los catalanes.
En base a este guión se desarrolló el partido. Eran los locales dominando desde el minuto 1 el encuentro, y generando peligro con todos sus hombres de ataque. Zubimendi sería el primero en probar fortuna cuando le cayó un balón despejado por Calero, pero el bote pronto le impidió dirigir el balón entre los 3 palos.
A esta ocasión le seguirían las de Isak y David Silva. El primero picaría el balón excesivamente en un remate de cabeza, y el segundo fusilaría a bocajarro a un Oier al que se le vio muy seguro durante todo el partido. A estas ocasiones respondería tímidamente el Espanyol, quien por mediación de Cabrera casi abre la lata al inicio del choque, aunque su remate se terminó marchando desviado.
En la segunda mitad Isak continuaría percutiendo en busca del tanto. Casi lo logra en una jugada de bellísima factura de la Real Sociedad que el delantero culminó con una pared con un compañero y un posterior disparo que por poco llega a portería, pero ahí estaba Cabrera, que junto a Puado (muy sacrificado en defensa en el día de hoy), se erigieron como los mejores del partido.
Parecía el partido abocado al empate pese a la frustración de los locales, pero entonces el VAR, que previamente le había anulado un gol a Sorloth por falta sobre el defensor antes de rematar, le compensó a los locales con un penalti tan dudoso como rigurosa había sido la revisión anterior. El sueco no perdonaría desde los 11 metros a un Oier que estuvo a punto de firmar una noche de diez.
FICHA TÉCNICA