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A Charles Leclerc se le pone cara de campeón

Charles Leclerc celebra su victoria en el podio de Albert Park. Foto: @ScuderiaFerrari.

El Gran Premio de Australia puede haber supuesto un antes y un después en el Mundial de 2022. Las dos primeras carreras nos dejaron una sensación de igualdad máxima entre Ferrari y Red Bull y, por ende, también entre Charles Leclerc y Max Verstappen, pero el golpe sobre la mesa dado por el monegasco en Albert Park le convierte en favorito en la pelea por el título.

El fin de semana perfecto

El Gran Premio que completó Leclerc en Melbourne rozó la excelencia. Mantuvo un gran ritmo durante todo el fin de semana y reafirmó su enorme estado de forma con una vuelta sensacional en clasificación en la que sacó casi tres décimas a Max Verstappen. Lo tenía todo a favor para buscar la segunda victoria de la temporada, y cumplió con creces.

Tras los problemas de Carlos Sainz en clasificación, que le descartaron de la lucha por la victoria, Leclerc tenía en Max Verstappen su único rival, y lo mantuvo a raya toda la carrera. Mantuvo el liderato sin problemas en la salida y en las relanzadas tras los coches de seguridad. A partir de ese momento, con más de media carrera por delante, el monegasco mostró su ritmo y puso tierra de por medio para eliminar la amenaza que suponía tener a Max cerca de su alerón trasero.

Y si el final de carrera que tenía por delante el monegasco parecía cómodo, lo fue aún más cuando Verstappen tuvo que abandonar por un fallo en la unidad de potencia de su Red Bull. De esta forma, Leclerc pudo centrarse en conseguir la vuelta rápida que, junto con la pole y la victoria liderando todas las vueltas, le permite entrar en el selecto grupo de pilotos que han logrado un Grand Chelem en la historia de la Fórmula 1.

Todos fallan… menos Leclerc

Si por algo se está caracterizando el inicio de temporada del piloto de Ferrari es por la madurez con la que afronta los grandes premios. El monegasco, sabedor de que tiene entre manos el monoplaza más rápido y fiable de la parrilla, es perfectamente consciente de que los mundiales no se ganan en las primeras carreras, pero sí que pueden tirarse a la basura. Y es lo que le está pasando a sus principales rivales en la pelea por el título.

Charles Leclerc en su Ferrari F1-75 durante la clasificación del GP de Australia. Foto: @ScuderiaFerrari.

 

En Australia volvimos a ver cómo las opciones de Verstappen de conseguir una segunda posición que tenía amarrada se le esfumaron por un nuevo fallo en su motor, lo cual demuestra los enormes problemas de fiabilidad que está teniendo Red Bull y que les van a lastrar en la pelea por el campeonato. También se fue de vacío Carlos Sainz, que sufrió a lo largo de todo el fin de semana una catarata de infortunios y problemas técnicos que le obligaron a arriesgar el domingo, quedando fuera de carrera tras tres vueltas al cometer un error mientras intentaba remontar.

Mientras Max y Carlos se iban de vacío, Leclerc se llevó 26 puntos de Melbourne que hacen que la brecha, aunque ni mucho menos sea insalvable, pese, y mucho, con tan solo tres carreras disputadas. Y es que, además de la madurez de su pilotaje, a Leclerc le está acompañando la fortuna en este inicio de mundial. Todo lo que puede salir bien le sale bien, mientras que todos los problemas técnicos en Ferrari se producen al otro lado del garaje y la fiabilidad del Red Bull es desalentadora para las opciones de Verstappen.

Un piloto tan rápido como maduro

Si el año pasado vimos un salto cualitativo en el pilotaje de Max Verstappen gracias a su madurez, este año está sucediendo algo muy parecido con Charles Leclerc. El monegasco no es solo un piloto veloz y que deja destellos de calidad, sino que gestiona las carreras con una maestría propia de un campeón del mundo.

Ya lo vimos en Bahréin y Arabia Saudí, donde convirtió las batallas en pista con Verstappen en una partida de ajedrez, demostrando su enorme inteligencia y su habilidad para leer las carreras. Ya en 2021 demostró su madurez con grandes actuaciones, como la que firmó en Silverstone, donde estuvo a punto de llevarse la victoria con un Ferrari un segundo por vuelta más lento que los coches punteros, pero la inteligencia que está llevándole a otra dimensión.

Leclerc, favoritísimo para el título

Tras las tres primeras carreras, la situación del piloto de Ferrari es inmejorable. Lidera el campeonato con 34 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, George Russell. Pero la situación es aún más idílica para el monegasco teniendo en cuenta que sus principales rivales en la pelea por el título, Carlos Sainz y Max Verstappen, están ya a 38 y 46 puntos respectivamente. Pero no es solo una cuestión de resultados. A Carlos Sainz le sigue costando adaptarse al nuevo F1-75, mientras que las opciones de Verstappen se ven mermadas por la escasa fiabilidad del motor Honda.

Es posible que cuando Carlos y Max resuelvan sus respectivos problemas, la ventaja de Leclerc sea ya insalvable. Aún faltan 20 carreras, pero todos los caminos conducen a Charles Leclerc. Si todo sigue su curso y la mala fortuna que arrastra Ferrari en las últimas temporadas no se cruza en su camino, ‘Il Predestinato’ puede ser el encargado de devolver la gloria al monstruo italiano, ávido de reencontrarla, convirtiéndose en el décimo campeón del mundo de la historia de la Scuderia.

 

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