El Autódromo Enzo e Dino Ferrari se ubica en la región italiana de Emilia-Romagna, a tan solo 30 kilómetros al sureste de Bolonia. La localidad de Imola es una ciudad media de algo más de 60.000 habitantes actualmente; sus orígenes se remontan a los tiempos de la Roma clásica, siendo un centro agrícola y comercial conocido entonces como Forum Cornelii. Según la tradición, en ella fue martirizado San Casiano de Imola durante el imperio de Juliano el Apóstata, en el siglo IV.
La región es conocida en el mundo entero por albergar varios constructores de automóviles de carreras, como Ferrari, Lamborghini y Maserati. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la ciudad decidió diseñar un plan para fortalecer su economía.
Cuatro entusiastas decidieron iniciar la construcción de una nueva vía que unía vías públicas existentes y que podía ser utilizada para probar sus prototipos. La construcción se inició en marzo de 1950. Las primeras pruebas de prototipos se llevaron a cabo dos años más tarde cuando Enzo Ferrari mandó a probar uno de sus vehículos.
Primeras carreas en Imola
Tras la inauguración por parte de Enzo Ferrari con sus prototipos, el circuito comenzó a albergar pruebas automovilísticas.
- En abril de 1953, se disputaron las primeras carreras de motociclismo en Imola y la primera carrera de automovilismo se corrió en junio de 1954.
- La Fórmula 2 Europea visitó el autódromo de Imola en 1970 y 1972; luego lo volvería a hacer en 2009.
- El Campeonato Mundial de Resistencia disputó carreras en 1965, 1974, 1976, 1977 y 1984.
El uso principal de las instalaciones en sus primeros años fue el de trazado de pruebas, aunque poco a poco fue logrando reconocimiento y prestigio.
La tragedia de Dino Ferrari
Dino era el único hijo legítimo de Enzo Ferrari, quien decidió llamar a Alfredo igual que su abuelo. Desde una corta edad, Enzo se dedicó a capacitar a su hijo para ser su sucesor, y por ello le envió a algunas de las mejores escuelas europeas. Dino estudió ingeniería en Suiza.
Poco después, Alfredo enfermó, al sufrir de distrofia muscular. Estando hospitalizado, discutió los detalles técnicos del motor 1,5 L DOHC V6 con el ingeniero Vittorio Jano. Dino nunca vería funcionar su motor, ya que murió el 30 de junio de 1956, cuando contaba tan solo con 24 años.
En homenaje los modelos Fiat Dino y Ferrari Dino llevaron su nombre. El Autódromo di Castellaccio pasó a llamarse Autódromo Dino Ferrari. En 1988 se optó por la actual denominación.
La llegada de la Fórmula 1
Como antecedente a este desembarco de la categoría reina, el trazado albergó el Gran Premio de Imola en 1963 con victoria de Jim Clark a bordo de un Lotus-Climax. En 1979 también se disputó el Gran Premio Dino Ferrari con el austríaco Niki Lauda como vencedor de la carrera con un Brabham-Alfa Romeo. Estas carreras no fueron puntuables de cara al campeonato.
Para la temporada de 1980, la Fórmula 1 dejó Monza para saltar a Imola. El trazado ofrecía un recorrido rápido, con secuencias soberbias. Para 1981, la F1 volvió a Monza, pero el circuito acogió a partir de entonces el Gran Premio de San Marino por la cercanía al país (algo menos de 100 kilómetros).
El primer GP puntuable fue el de Italia en 1980, el piloto brasileño Nelson Piquet obtuvo la victoria con su Brabhma-Ford.
1994: un fin de semana fatídico
Era el tercer Gran Premio de la temporada 1994, y la primera carrera de la temporada que se disputaba en Europa. El fin de semana estuvo marcado por las muertes del austríaco Roland Ratzenberger (el sábado) y del triple campeón mundial Ayrton Senna (el domingo), así como por otros numerosos accidentes graves, de los que varios de ellos provocaron lesiones.
El domingo se produjo un gran accidente a la salida y tuvo que ingresar el coche de seguridad que era mucho más lento que los coches en pista. Esto solamente aumentaba las ansias y la desesperación de Senna de poder avanzar rápido (se veía que le hacía señas al coche de seguridad para que fuera más rápido).
La carrera se reanudó en la vuelta 6. En la vuelta 7, no pudo tomar la curva Tamburello, sino que salió de la pista en línea recta aproximadamente a 305 km/h e impactó brutalmente contra un paredón de cemento a 218 km/h. La rueda delantera derecha se desprendió y golpeó su casco mientras que un brazo de la suspensión (de la misma rueda) le atravesó el casco y la visera, ocasionándole fracturas en el cráneo con pérdida de masa encefálica.
El duelo Alonso-Schumacher
El 24 de abril de 2005 tenía lugar el Gran Premio de San Marino. Aunque no parecía ser el día para los monoplazas rojos, en la clasificación del sábado, el alemán Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo (ganador de las últimas cinco ediciones del Mundial, con Ferrari) partía en decimotercera posición tras una mala clasificación.
Allá delante, en el top de la parrilla aparecían dos jóvenes promesas hechas realidad: el finlandés Kimi Raikkonen con McLaren y el español Fernando Alonso con Renault.
Tras la parada del Kaiser, a 13 vueltas del final, la batalla estaba servida: Alonso vs Schumacher. El casi novato (era su tercera temporada en la Fórmula 1, segunda con Renault) frente al todopoderoso heptacampeón mundial, y encima con Ferrari. Estas últimas vueltas de infarto, forjaron una de las persecuciones más icónicas de la historia con Fernando Alonso como vencedor de la cruzada.
Datos técnicos y cambios
Así, en la actualidad, el circuito original perdura con las siguientes modificaciones:
Variante Alta (desde 1972) – Chicana Tamburello (desde 1994) – Chicana Villeneuve (desde 1994) – Recorte de las rectas cercanas a Rivazza (desde 1994).
- Longitud: 4.936 metros
- Recta principal: 358 metros
- Curvas: 6 de derecha, 10 de izquierda
- Ancho máximo de pista: 15 metros
- Pendiente máxima: 9,38%
- Número de boxes: 32
- Dificultad: media-alta
- Vuelta rápida: 1:13.609 (Fórmula 1)
Luego de haber regresado al calendario de la Fórmula 1 en 2020, tras 14 temporadas de ausencia, este próximo fin de semana del 22 al 24 de abril, será la tercera consecutiva en la que habrá acción en uno de los circuitos legendarios y tradicionales del deporte motor, pero que a su vez transita el inevitable recuerdo de la tragedia en sus curvas.
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