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Patxi Salinas regresa a un Nuevo Vivero que sigue creyendo en el ascenso

Soccer ball flying in cloudy sky

Estos últimos días me han recordado una historia preciosa, de esas que se guardan en un lugar predilecto del corazón. Dicha historia se remonta a hace varias décadas. En ella un entrenador novato y muy joven, pero repleto de energía y de ilusión, conseguiría un hito histórico para un equipo humilde pero «grande» y para una preciosa ciudad. Con la inestimable ayuda, evidentemente, de un extraordinario equipo. Pero lo que más me llamó la atención de ese momento, que quedará en la retina de sus aficionados para siempre, son las palabras de ese entrenador, justo un momento después de conseguir tal gesta. A la pregunta de un periodista radiofónico -que ya hacía sus primeros pinitos en la profesión en los ’90-, sobre los motivos que habían llevado a su equipo a lograr tal hazaña, este discreto entrenador espetó: «El 50% del mérito de esta victoria y de este histórico ascenso ha sido de la AFICIÓN».

Luego, con el paso de los años y las temporadas y viendo con la humildad que afrontaba los triunfos, no es de extrañar que este entrenador llegase a donde ha llegado. A ser uno de los entrenadores más importantes de este país en las tres últimas décadas. Entrenando a más de una decena de los equipos históricos de nuestro país. Siendo consciente, ya desde sus inicios, de lo importante que es una afición para cualquier club. Realmente es su patrimonio más valioso. El único que no es perecedero, de padres y abuelos a hijos y nietos. Y que por muchos jugadores, entrenadores o «dueños» que pasen por un club de fútbol, lo único que será eterno son sus colores, su escudo y su incondicional AFICIÓN. Y eso ya lo sabía y lo tenía muy clarito este extraordinario entrenador catalán.

Y es lo que pienso honestamente que sustenta al conjunto que mañana juega como local en el estadio Nuevo Vivero. El CD Badajoz saltará mañana a las 5 de la tarde -de nuevo hora torera y la que más gusta a los aficionados blanquinegros- para jugar el que hasta ahora es el partido más importante de la temporada. Y es que de sumar los tres puntos, no sólo conseguiría su tercera victoria consecutiva -rara avis en esta categoría-, sino que se tendría un porcentaje altísimo de posibilidades de meterse en los ansiados playoff de ascenso. Y esto con el año tan convulso, tan duro, tan extraño que lleva el equipo de la capital del Guadiana, pudiese parecer un milagro. Y no es que existan los milagros en fútbol, pero este deporte es tan grande por cosas e historias como estas. La temporada pasada, en la que todo estaba de cara para conseguir el ascenso, acabó con un batacazo histórico que no conviene recordar y remover mucho. Y en esta  temporada, en la que el club extremeño ha estado y sigue estando al borde del avismo institucional, se coloca en una posición privilegiada. Aspirando a todo.

Y todo esto no hubiese sido posible sin una afición entregada que ha apoyado a su club hasta límites inimaginables. Sólo hay que ver la cantidad de historias que se han vivido este año dentro y fuera del Nuevo Vivero. Y por supuesto gracias a una plantilla que ha estado muy por encima de lo que se puede esperar y pedir a cualquier grupo de jóvenes. Jóvenes deportistas que lo único que pretenden es labrarse un futuro digno en lo que más les apasiona, el balompié. Y que han tenido que vivir -y siguen viviendo- circunstancias que a gente con más edad y más mundo quizás les hubiesen sobrepasado. Pero ahí sigue en pie el conjunto pacense que está a un punto de los playoff. Aunque mañana volverá a tener enfrente a un duro rival. Como lo están siendo  todos esta temporada en la Primera RFEF. Además hemos podido ver que no todos los equipos los maneja igual el Badajoz. Hay rivales, y entre ellos se encuentren los filiales, que se le atragantan bastante. Lo pudimos ver los dos encuentros con el Calahorra.

Si de filiales hablamos, el conjunto que entrena Isaac Jové no ha sido capaz de imponerse a ninguno de ellos en la primera vuelta. Con dos empates fuera e incluso una derrota en casa frente al Valladolid B. Cualquiera que vea jugar a estos conjuntos, observa rápido sus virtudes. Aunque también sus carencias, que las tienen. Son jugadores muy jóvenes que ponen mucho ímpetu en cada acción del partido. Que ponen mucho ritmo a los partidos. Presionan y agobian mucho al rival, provocan pérdidas y son muy rápidos  y muy certeros en las contras. Todo eso a un equipo como el Badajoz, que gusta de dominar los partidos, hasta ahora le ha hecho perder muchos puntos esta temporada. Por lo que deberá cuidar muy mucho este aspecto y aguantar las embestidas y lo incómodo que es por ejemplo el filial bilbaíno. De momento para afrontar tan importante partido, únicamente cuenta con la baja por lesión de Dani Fernández. Que sigue siendo una baja sensible. Pero con el buen momento de jugadores como Clemente, Zelu, Concha, Santamaría o el cancerbero Gonzalo, todo es posible ya este curso. Y, sin duda, están consiguiendo que la dinámica de su equipo sea muy positiva y vaya con la flechita cada vez más hacia arriba.

 

Imagen de la victoria del Badajoz en el Nuevo Vivero, frente a Unionistas. Fotografía del CD Badajoz.

 

Enfrente van a tener a los cachorros de Lezama que vienen con un viejo conocido en los banquillos. Patxi Salinas, el que fuera efímero entrenador del Badajoz, tiene  la misión de salvar del descenso al filial del club de su vida. De momento el Bilbao Athletic está en décimo tercera posición, tres por encima del puesto que marca el descenso. Y a cinco puntos del Talavera CF, que es el conjunto que limita la zona roja que engulle a los que bajan a los infiernos. Es cierto que la dinámica del equipo de «El Botxo» es buena en los últimos encuentros. Lleva 5 partidos seguidos sin conocer la derrota. Con dos empates y tres victorias. Lo que nos dice lo mucho y bien que están trabajando los «katxorros». De hecho llevan sin perder un encuentro desde el 20 de marzo, precisamente frente al Talavera a domicilio.

Sin ir más lejos, la semana pasada conseguían una importante victoria frente a un muy buen equipo, como es la SD Logroñés. En un encuentro muy igualado, en el que no fue capaz de tener más dominio del juego y de la posesión que su rival, pero sí de imponerse con sus armas. Como buen filial fue capaz de presionar y provocar muchas imprecisiones y  pérdidas de los riojanos. Y llegó a someterlo por momentos. Hasta que en una de sus ocasiones, un centro medido al corazón del área, fue rematado con precisión por su delantero Artola -por cierto apellido de portero mítico-. Que curiosamente vuelve a marcar y de cabeza la semana anterior a jugar contra el Badajoz. Artola, ya en la primera vuelta, le marcó un golazo de cabeza a Deportivo de la Coruña, antes de recibir a los «lobos» en las Instalaciones de Lezama.

Otro aspecto positivo para los bilbaínos es el gran estado de forma de su guardameta, Agirrezabala. Gracias a él se están ganando puntos e incluso partidos, que antes no se conseguían. Y es que el Bilbao Athletic, como todos los filiales, también tiene sus sombras. Sigue teniendo pérdidas continuas en la salida de balón y sigue fallando, especialmente, en las ABP defensivas. Eso ha pasado factura toda la temporada. La gran diferencia en estos últimos partidos es el guardameta «zurigorri», que lo está parando absolutamente todo. Finalmente como dato negativo para los cachorros, viajarán  hoy a Badajoz sin su jugador más importante. Y es que su mediocampista Beñat Prados, se pierde el partido en Extremadura. Debido a la doble amonestación que sufrió en el último encuentro, que le acarrea un partido de suspensión. Y esta sí que es una baja muy sensible. Pues toda la creación y todo el juego de los bilbaínos pasan por las botas de este jugador, que es diferencial en su posición. Aunque Salinas ha cambiado del sistema anterior, con un rombo, al doble pivote, Prados es el jugador más creativo y el que hace jugar a sus compañeros. Este aspecto puede beneficiar y mucho a los extremeños, que pueden asfixiar con más facilidad el juego de creación de los de Bilbao.

 

Imagen de la victoria de los cachorros en Lezama, frente a la SD Logroñés. Fotografía del Athletic de Bilbao.

 

Lo que está meridianamente claro, por encima de cualquier otra cosa, es que mañana volverá a jugar en el estadio Nuevo Vivero un jugador en absoluto invisible, la AFICIÓN. Y como en cualquier ciudad tendrán en su mano ayudar, y mucho, a que su equipo sume todos los puntos en liza. Como espetó hace exactamente 30 años don Francisco Herrera Lorenzo (PACO HERRERA). Aquel entrenador «pacense» que empezaba su camino en los banquillos en el que para siempre sería el club de su vida. Fue un 28 de junio de 1992. El inolvidable día del último ascenso a Segunda División del conjunto pacense. Fue una tarde memorable en el añorado Vivero, con un contundente 5 a 1, frente a un  digno rival como era el Cartagena FC. Y ya todos saben por qué se consiguió, ¿recuerdan? «El 50% del mérito de esta victoria y de este histórico ascenso ha sido de la AFICIÓN». Siempre el»Jugador nº 12″. Pues eso. A animar.

 

Ficha técnica
Posible XI del CD Badajoz: Gonzalo, Aitor Pascual, Gallego, Pardo, Gorka Pérez, Miguel Núñez(C), Isi Gómez, Clemente,  D. Concha, Zelu y Santamaría.
Posible XI del Bilbao Athletic:  Agirrezabala, Núñez, Paredes, Sillero, Chasco, Diarra, San Bartolomé, Guruzeta, Malcom,  Luís Bilbao y Artola.
Árbitro: Fernando Bueno Prieto , Comité Territorial madrileño.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada del grupo I de la Primera RFEF,  a disputar en el estadio Nuevo Vivero.

 

 

 

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