Butarque lo resiste todo
El Leganés remonta el tanto inicial de Gerard Valentín y se impone al Huesca por 2-1 gracias a un doblete de Cissé
Una fuerte tormenta de granizo antes del pitido inicial, un árbitro que quería ser protagonista y un Huesca que no visitaba Butarque solo para alimentarse a base de pepinos. Gerard Valentín que ponía a los aragoneses por delante en el marcador. El escenario no parecía propicio para que el Leganés certificara este lunes la salvación. Sin embargo, a los pupilos de Mehdi Nafti, una batalla de 11 contra el mundo les parecía justa. A base de tesón, templanza y confianza, el conjunto madrileño le dio la vuelta al marcador y consiguió sumar tres puntos de oro gracias a un doblete de Seydouba Cissé. Ya son 12 los puntos que separan al equipo del descenso. Y quedan 12 por disputar. Butarque vuelve a sonreír.
Soldados de Mehdi Nafti
El empate de la última jornada contra el Lugo había servido para elevar la moral de las tropas pepineras, por los suelos después del doloroso asalto a Butarque perpetrado por el Málaga que puso fin a una racha de once partidos consecutivos sin perder en casa. En su última actuación, Mehdi Nafti se enfrentó a sus antiguos superiores y, si bien no salió con la mano en alto, mantener la portería a cero en el Anxo Carro ya era una pequeña victoria.
Para el encuentro de este lunes, el técnico franco-tunecino recuperaba a Sergio González para el centro de la zaga después de cumplir un partido de sanción. Volvió a entrar en el once titular en detrimento de Quintillà. No obstante, la gran novedad de su once no se encontraba en el hombre que iba a llevar el brazalete de capitán, sino en la otra punta del campo. Liderando el ataque del Leganés, saltó al terreno de juego Borja Garcés. Desde el 2 de enero que el delantero de 22 años no aparecía en la foto inicial junto con sus compañeros.
Después de un primer aviso cortesía de Florian Miguel, al asestar un cabezazo desde el primer palo a la salida de un córner, la tercera novedad de la escuadra de Nafti, José Arnáiz, protagonizó la primera jugada de fantasía del duelo con una penetración en el área y un pase atrás que Miguel consiguió aplacar. En el minuto 10, Gaku Shibasaki tuvo en sus botas la primera ocasión clara del partido, con un mano a mano ante Andrés Fernández en el que buscó fusilar al muñeco. Garcés, buscando reivindicarse, probaría fortuna a la siguiente ocasión tras una eléctrica combinación con Javi Hernández que culminó con el balón lamiendo la cruceta. A pesar del buen inicio de los madrileños, el protagonismo no tardaría en cambiar de manos.
Trío de protagonistas
En el minuto 4, el colegiado Sánchez López ya se puso la mano en el bolsillo para mostrarle una tarjeta amarilla a Sergio González, una amonestación que sus compañeros no dudaron en calificar de excesiva. Butarque podía perdonar una, pero no dos. Con el 0-0 aún en el marcador, Seoane, en medio de una persecución, empujó a Arnáiz dentro del área para evitar que el ’10’ se encarara con el guardameta. El árbitro le dijo al extremo que se levantara. El VAR tampoco intervino. Otro posible penalti sería objeto de polémica pasada la media hora de juego, la tercera: el despeje de Mosquera en un córner impactó en el brazo de Timor. Tampoco se decretó pena máxima.
En medio de la presión pepinera y del espectáculo arbitral, el Huesca no se limitaba a ser un mero espectador. Ya había tonteado con el gol con un cabezazo de Seoane que salió alto y con un testarazo de Joaquín que sacó con los puños Dani Jiménez. Pero los oscenses también saben jugar con los pies. En el área defendida por Andrés Fernández, Arnáiz quiso lucirse con múltiples recortes y tardó demasiado en chutar a portería. Esto propició que la defensa, reubicada, repeliera el peligro e iniciara un raudo contraataque. Gerard Valentín se plantó en el área rival, se fue hacia la derecha y puso la mirilla en el palo diestro. Ajustó el balón. Dentro. Se adelantaba el Huesca en medio de la lluvia de abucheos de Butarque.
Allan Nyom tardó dos minuto en igualar fuerzas a la salida de un córner, pero su gol fue anulado por un milimétrico fuera de juego. No obstante, después del sufrimiento de la primera mitad, el destino quiso ser benevolente con el público de Leganés. En el último suspiro del tiempo añadido, Andrés Fernández tuvo que desviar a córner un potente remate de testa de Róber Ibáñez. En el saque de esquina resultante, Seydouba Cissé fue a recibir el esférico y puso el 1-1 en el luminoso.
El día de la marmota
Al árbitro le había gustado esto de ser el foco de atención, así que en la reanudación lo volvió a reclamar. El minuto 56 corría en el marcador cuando Cissé derribó a Escriche dentro de las tres aristas que delimitan el hogar de Dani Jiménez. Sánchez López decretó el penalti, pero poco después hizo marcha atrás en su decisión. ¿El motivo? Un fuera de juego previo de Darío en la misma jugada. Sus actos no tardarían en tener repercusiones en el juego: 180 segundos habían pasado cuando el mismo Seydouba Cissé remató una falta botada por Rubén Pardo para adelantar al Leganés. Animado por su partido, el guineano volvería a probar fortuna poco después con un cañonazo lejano que salió demasiado desviado.
Desde la reanudación, los disparos a puerta escasearon, pero sin aviso previo, el corazón de los aficionados pepineros se detuvo. Se había alcanzado ya el minuto 80 cuando Palencia erró en el salto al intentar desviar un centro del Huesca. En el segundo palo aguardaba completamente solo Gaich. Miró a los ojos a Dani Jiménez. Y chutó al lateral de la red. Acababa de perdonar el empate. Más tarde, los oscenses reclamarían un penalti después de que Ignasi Miquel cayera dentro del área durante una pelea por la posesión con Gaku, pero el colegiado dejó seguir jugando.
El partido terminó con victoria local por 2 a 1. Tanto Leganés como Huesca tuvieron aproximaciones de peligro para tontear con el gol en la primera mitad, pero los de Nafti, gracias a un Cissé inspirado y a un Arnáiz juguetón, se mostraron más seguros con el balón en los pies y consiguieron secar la ofensiva aragonesa. De esta manera, los pepineros ascienden hasta la decimotercera posición, con 49 puntos, y establecen un colchón de doce dígitos respecto a la zona de descenso. Por su parte, el Huesca se despide de las aspiraciones de ascenso y se irá a cenar duodécimo, con 59 puntos, a trece de los playoffs.