Natalia Arroyo: «Soy una entrenadora valiente, intento ser coherente y honesta»
Natalia Arroyo: "Soy una entrenadora valiente, intento ser coherente y honesta"
Buenas tardes, hoy tenemos la oportunidad de entrevistar desde Grada3 a Natalia Arroyo, entrenadora de la Real Sociedad. Y es para conocerla un poco más. Entonces, vamos a comenzar haciendo dos o tres preguntas un poco más introductorias y a partir de aquí ya pasaremos, pues, a analizar la temporada y su experiencia en la Real Sociedad.
Natalia Arroyo: del césped al banquillo, pasando por los medios
P: Bueno, para empezar, nos gustaría saber ¿Cuál es el principio de tu relación con el mundo futbolístico? ¿Empezaste más como futbolista o ya directamente como entrenadora?
R: No, no, empecé, pues, como una niña que le gusta el futbol. Pues empecé de una manera más casera, y por casa, pues eso, jugando y relacionada con el futbol, desde andar chutando pelotitas de papel en casa, viendo mucho futbol en la tele – porque en aquella época, pues era una época de futbol en abierto mucho más a menudo–. Y luego ya, pues desde el patio del colegio surge que me va gustando cada vez más jugar a futbol. Y en uno de los partidos escolares cualquiera, mis padres con los padres de otra chica jugando en un equipo de chicos, conocemos la existencia de un equipo en Barcelona que estaba dentro, un poco, del abanico del Barça – aunque no fue oficialmente equipo del Barça hasta un par de años después – y, pues bueno, empecé ya ahí a encaminarme a la carrera federada, al futbol de una manera un poco más organizada. Y eso ya era cuando tenía 9 años. De ahí, ya una trayectoria de jugar en futbol formativo, futbol 7 de chiquitita, luego en futbol 11. Y creciendo un poco ahí en las etapas. Manejándome, ahí, a nivel de Selección catalana. Y, bueno, paso por el Barcelona, por el Espanyol, y, finalmente, por el Levante las Planas, que es mi último equipo. Bueno, una serie de lesiones, y el hecho de que estuviera viviendo, empezando a visualizar otra posibilidad de relacionarme con el fútbol desde el periodismo, desde la comunicación, desde la retransmisión de futbol, pues bueno, después de una última lesión en poco tiempo, tomo la decisión de dejar de jugar con 22 años, y seguir vinculada al futbol desde la comunicación, desde los medios de comunicación. Desde la radio, desde la televisión. En esa última fase, alrededor de los 20 años, ya había empezado, mientras era jugadora, a compartir mi tiempo de jugadora con entrenar a equipos del Espanyol en ese caso – ayudaba a una compañera de equipo a llevar, mano a mano, al Infantil del Espanyol –. Y, ahí, pues ya empezaba a ver esa realidad de entrenadora, que luego, cuando ya decido retirarme, y ya me dedico a esa otra vida de no jugadora, pues lo oriento a las dos vertientes: a la de la comunicación y a la de la vida de entrenadora. Y empiezo a sacarme la formación adecuada, y luego ya pues el relato es un poco más conocido. Que es hacer de Seleccionadora en Cataluña, aparte de haber estado en futbol base de futbol 7 con el Espanyol, y en Cadete-Juvenil con un “B” muy junior, y en el filial del Levante Las Planas también hice de entrenadora hasta que luego di el salto a la Selección. Ya dejo los clubes y estoy con la Selección Catalana, en distintas categorías, y durante 10 años, hasta la llamada de la Real Sociedad.
P: Y, bueno, siguiendo un poco con la faceta de comunicadora: ¿Cómo se correlacionan la Natalia Arroyo entrenadora y la Natalia Arroyo analista/comentarista deportiva? Estuviste varias temporadas comentando partidos para la televisión, y escribiendo sobre deportes en varios periódicos
R: Al final yo creo que han convivido siempre con paz y entendiéndose muy bien. Porque, no sé otros críos como lo hacen, cuando era niña, y, pues como todo el mundo, jugabas con el ordenador, a alguna videoconsola, siempre me ha gustado, tanto si he jugado sola, como si he jugado con compañeros de clase, pues siempre me ha gustado añadirle voz a las partidas. Añadirle la locución o añadirle ahí ese mundo de entrevistar o no entrevistar, ese pre-partido, ese pie de campo. Siempre me ha gustado mucho hacer eso: de pequeñita me gustaba. Luego, en televisión, también me fijaba mucho y admiraba mucho esos roles. He tenido luego la oportunidad de podérselo decir a esos periodistas que estuvieron ahí marcándome las referencias. Siempre me gustaba como cantaban los goles, me gustaba el rol de preguntar a los jugadores, hacer ese comentario técnico en los partidos, el ser esa persona que estaba dando esa tercera voz. Me fijaba, me llamaba la atención, y, lo tenía muy claro: de hecho, me meto a la universidad con el objetivo de quería llegar a ser periodista deportiva. Pero porque quería ser comentarista de futbol. Era un poco el objetivo principal de la carrera. Y creo que han ido siempre navegando la realidad esta de la comunicación con mi manera de disfrutar el futbol. Y, bueno, va ocurriendo que, como jugadora, te vas dando cuenta de cuales son tus virtudes y cuales son tus limitaciones. Y entonces yo, de pequeña, sí había tenido una cierta habilidad para desbordar, para tirar, para marcar gol; pero luego te vas haciendo mayor y ya no es esa tu virtud, sino tu visión de juego, pues un poco mi relación desde el pase – que sin ser una virtuosa, tenía suficiente precisión de pase y suficiente visión de juego para suplir que no fuera ni muy rápida ni la más fuerte de ahí. Y esto pues te va acercando a los entrenadores. Al final, pues siempre sentí esa confianza de los entrenadores para contarme el plan de partido y para darme ciertas responsabilidades en el campo. Y eso te va conectando al juego de una manera que, al final, pues cuando me doy cuenta que como jugadora no voy a tener muchos más años de juego, ya tengo claro que quiero seguir vinculada al futbol – es lo más claro que tengo – y que las soluciones pueden ser estas otras. Y es ahí cuando me nace el otro impulso de sacarme la formación adecuada. Y van moviéndose un poco desde lo que yo de pequeñita siempre he ido queriendo hacer, y un poco mi personalidad me ha ido llevando a esa realidad. Y, a partir de ahí, mi manera de ejercer la profesión de periodista siempre ha sido muy vinculada al juego, muy vinculada a mi realidad de entrenadora porque era lo que sentía. Y, por otro lado, luego me fui dando cuenta que estratégicamente, incluso, me podía venir bien: era un hueco que no está tan cubierto, y, por supuesto, no está tan cubierto en mujeres. Una visión más de especialista, más de analista, veo que no estaba cubierta y tuve la suerte que me la dejaron hacer en los distintos medios en los que estuve. Pues también tenían esa cierta necesidad de añadir esa voz, y yo cumplí.
Introducción: entrenadora y jugadora
P: Bueno, ya pasando a lo que es la faceta deportiva, ¿Cómo te definirías en 3 palabras para explicar cómo es Natalia Arroyo como entrenadora?
R: Creo que soy una entrenadora valiente, intento ser coherente y honesta – tanto en la propuesta futbolística como en el trato con las jugadoras y en el día a día– y creo que, no sé si diría, igual va de la mano de la valentía: quiero ser protagonista. Pero, si me pides como entrenadora, claro, ahí el protagonismo es que es depende de como lo veas. No sé… te diría eso: ambiciosa, valiente, desde el juego y desde darle ese poder a la jugadora; creo que intento ser coherente, honesta en la gestión también, y en el análisis propio de los partidos; y, luego, intento ser autocrítica y delegar mucho en mi grupo de trabajo, y mucho en las jugadoras: creo que eso también me define como entrenadora. Que aunque creo en que yo puedo, que tengo una alta capacidad de influencia, que aunque yo pueda tener la capacidad de decidir cosas, al final las protagonistas son las jugadoras. Y, luego, aparte, mis compañeros de Staff tienen en muchos momentos, tanta voz como yo. Yo lo que hago en muchos momentos es, un poco, coordinarles a ellos, y ordenarles, y marcar un poco: recoger de todo el mundo y ordenar. Entonces, te podría decir eso, pues valiente en el juego, coherente y honesta en la gestión, y luego intento ordenarles y delegarles en el día a día al grupo de trabajo, también. Y ser también alguien que asume lo que sabe hacer, y, a la vez, que delega en otros que son más especialistas que yo en otras cosas
P: Y ¿crees que ha sido importante tu experiencia como jugadora el tener este tipo de gestión y esta personalidad como entrenadora?
R: Seguro que ayuda, pero no les hablo (de eso), entiendo que hay entrenadoras en la actualidad que tienen una trayectoria como futbolistas muy, muy amplia, de muchos títulos, y de mucho prestigio, y yo no soy una de esas entrenadoras. Me sirve mi experiencia de jugadora para conocer desde donde viene el futbol femenino y lo que nos ha costado tener mejores estadios y darle valor al relato que tiene el futbol femenino. Creo que eso sí que lo uso. Ese saber desde hace muchos años de donde viene todo esto. Pero eso no es exclusivamente de mi yo jugadora. Tiene mucho que ver con mi yo interesada, con mi yo fan del futbol femenino, con la Natalia periodista que se ha intentado informar y ha empezado a documentarse de donde viene todo esto y no solo en España, no solo en Cataluña, no solo en el País Vasco sino el futbol femenino en general, en todo el panorama. Y eso sí lo utilizo: creo que el venir desde hace tantos años conectada a esto un poquito como jugadora y en mayor medida como persona que ha estado vinculada con el futbol femenino desde hace muchísimos años me da perspectiva y me da autoridad para saber exigir, y a la vez saber entender y a la vez trazar esos siguientes pasos. Para eso sí que me sirve, pero no lo utilizo, creo que intento entender a la jugadora, pero no tanto por ser jugadora sino porque yo también he tenido 20 años, también he tenido 25, también he estado con miedo para jugar, también he estado con un estado de flow tremendo. Bueno pues, dese el intentar conectar a las personas que tienes, y bueno, haber jugado también y haber jugado más o menos a cierto nivel, sin duda me ayuda. Pero no hago mucha referencia a ello, la verdad.
P: Como comentabas antes, antes de recalar en la Real Sociedad estuviste de seleccionadora en la Selección catalana, ¿se nota mucho la diferencia entre dirigir una selección y un equipo? Y, si hay alguna, ¿cuál sería?
R: Se nota. Se nota mucho. Porque al final aquí tú estás en que tu principal suerte puede ser tu principal dificultad: que es el día a día, que es hacer estimulante el día a día, esto es, hacer atractivo el día a día. Es trabajar desde la tranquilidad de que tienes un entreno hoy, que tienes un entreno mañana y que tienes los siguientes entrenos para trabajar a qué quieres que juegue tu equipo. Eso no existe en las selecciones. En las selecciones tienes que aprovecharte del trabajo diario que hacen las jugadoras, que hacen los clubes, para intentar luego coger las ideas comunes y luego trazarlas en un equipo. No tienes tiempo para construir un equipo, tienes que coger sinergias y que coger conexiones naturales de jugadoras trazarlas en un equipo, con un entreno y medio, y con haberlas visto mucho. Pero yo creo que no, que en ese sentido, no se parecen en nada. Tú, aquí, tienes la responsabilidad de trabajar el relato total del equipo, y, bueno, construir de cero lo que ocurre. Pero hay un algo de lo que ocurre en selecciones que tiene mucho que ver con lo que estaba diciendo de ver a qué respira cada jugadora, qué alma tiene, de manera natural: cuando tú las pones a jugar y no les dices nada, qué hacen. Si estas dos conectan aquí, si esta la quiere al espacio, si a esta le gusta recibir más a la derecha que a la izquierda, si esta cada vez que está muy lejos de esta otra jugadora o que está muy aislada le cuesta más… o hay a esta jugadora que si le generas mucho pase prefiere participar más o menos. Bueno, pues eso, en esa observación a la jugadora es intentar llevarla a sus contextos naturales. Y, eso, creo que en el día a día, a veces, corremos el riesgo de pensar que, como puedes trabajar a las jugadoras mucho, las puedes transformar. Y, al final, la esencia sigue siendo un poco la misma: ¿dónde se expresa ella misma – la jugadora–? En selecciones es tu obligación, porque no tienes más tiempo, porque tienes que coger y decirle “Haz lo mismo que haces en tu Club, menos, – no sé– aquí apretamos con la punta y no con la extremo”. Le corriges una cosa que, si la hiciera como en su club, no te funcionaría, pero en líneas generales las pones a hacer y a jugar como ellas son. En el Club, tienes que coartar un poquito algunas cosas, pero en la medida de lo posible, tienes que potenciar esas naturalezas, porque al final la jugadora va a jugar desde su alma natural, por mucho que tú tengas que decir.
La Natalia Arroyo entrenadora: perfil
P: Y tú, como entrenadora, ¿tienes un modelo/sistema de juego predefinido o eres más de los que se adaptan a la plantilla a las jugadoras que tiene para decidir qué y cómo se hace?
R: Creo, y creemos, que un posicionamiento X te da unas ventajas X en el partido. Creo que es importante como estás puesta en el campo para conseguir provocar lo que quieres, pero intentamos hablar un poquito más de conceptos o de intenciones en el partido más que de dibujo. Sí nos ayudamos de un dibujo, y, hasta ahora, pues estoy siempre trabajando con una línea de 4 atrás, con una jugadora más en el eje – una jugadora pivote–, dos jugadoras por dentro – dos interiores–, en ese 4-3-3 referencia, y luego dos jugadoras en relativa amplitud arriba y 1 jugadora más referencia. Dentro de eso, las piezas se mueven, y lo que decía antes, las naturalezas de las jugadoras pues te llevan a una cosa u otra. Si tienes a una jugadora más dribladora, más de regate, la puedes pegar más a banda. Si no es intentar encontrar esa realidad de que aunque esté en banda sea delantera cuando lo es. Nos pasa en la plantilla que tienes laterales más largas o menos largas, laterales que las metes más por dentro o menos, una interior más ofensiva y una que baja más a base. Al final es ir ajustando de manera que en muchos momentos del partido, sacas una foto, y no se puede identificar ese 4-3-3 que en teoría estaba en el dibujo. En lo que sí creo mucho es en encontrar esas ventajas posicionales para potenciar otras ventajas que puedas tener. Tienes esas superioridades de como estás ubicada en relación al rival, y, a la vez que talentos tienes para superar; donde quieres ser más número, y dónde quieres ser mejor porque tu duelo es mejor. Bueno, pues se trata un poco, de mover a las jugadoras de una manera concreta para ubicarnos con ventaja suficiente y tener lo que, al final, es importante en el juego: el balón tú, y con tiempo y espacio para poder pensar en la dirección en la que te ayuda a progresar y a hacer gol.
P: Durante la pasada campaña experimentasteis momentos complicados en la y tuvisteis también muchas críticas por parte de la prensa ¿Cómo se afrontan esos momentos complicados? ¿Crees necesaria la figura del psicólogo deportivo en el marco del futbol femenino?
R: Absolutamente importante. Creo que todos los grupos, en este caso de deporte de élite, en el deporte que me ocupa, que es el futbol, creo que empiezan a ser imprescindibles y hace mucho tiempo que lo son. Es una figura clave, para ayudarnos en el día a día, para acompañar a veces, para orientar, para intervenir. Depende de cada momento. Es importante, pero no solamente cuando el momento sea malo, sino que creo que tengamos ese apoyo desde la Unidad Emocional, que es como se le llama en el Club. Es importante que te acompañen desde el principio, que si son buenos momentos que también les dé más luz, que vea venir el posible momento de oscuridad, que aborde los temas antes. Creo que el psicólogo es importante también desde la prevención, desde el ayudar a educar un poco en ciertos valores de grupo, al deportista en aquellas necesidades que al final el deporte de élite te exige. Porque el deporte de élite está constantemente llevando a las jugadoras al límite, al límite contra sus fantasmas a la hora de competir, al límite contra sus niveles de autoestima, al límite contra las relaciones interpersonales en los grupos, en unir o no unir objetivos hacia una dirección. Al final estamos pidiendo muchas cosas a un grupo de personas: muchos días, muchas horas, en estrés, en niveles de cansancio y de fatiga – que ahí cuesta un poquito más tener las cosas claras–. Y creo que es fundamental porque sí, porque creo que tienen que estar en los grupos de trabajo sin duda. Y me parece importante matizar que no necesariamente porque vayan a venir mal dadas las cosas: lo que es importante, nosotros ya tenemos – la pasada temporada estaba con nosotros Jon –, y esta temporada está con nosotros Edurne, que es la responsable del femenino, dentro de la Unidad Emocional, que es un área que también tiene mucha fuerza en el Club.
R: Iba a añadir – perdona – en la anterior que, a mí, por ejemplo, esa figura del psicólogo, me acuerdo como periodista, que nos sonreímos todos mucho cuando Luis Enrique lo empieza un poco a incorporar, con Joaquín Valdés en el Futbol Club Barcelona, y había quien decía, a partir de las palabras del propio Luis Enrique, que “El psicólogo no es para los jugadores, es para mi”. Me acuerdo que él hizo mucho esa mención. Yo me apoyo mucho en Edurne, el año pasado me apoyé mucho en Jon, porque me ayuda a mí, constantemente, a revisar si estoy acertando en lo que corresponde. Si “¿Cómo ves si le digo esto a esta jugadora?” o “Ostras, te he visto hablando. ¿Cómo ha ido?”. A veces te sirve para desahogarte, a veces te sirve para darte ánimo en intervenir efectivamente, para no decir nada y ver qué tal lo haces. A veces, a aceptar que, a mí personalmente, creo que me ordena, forma parte de mi crecimiento personal. El recibir esa ayuda que te ayude a gestionar personas, gestionar emociones, y entender esto, porque al final son emociones, el deporte, y luego insisto en esta dificultad de gestionar un grupo, de gestionar muchas cosas en la temporada. Creo que ordena mucho el viaje, o, al menos a mí, me ayuda también a nivel personal, más allá de que sea una necesidad como grupo y para uso personal para cada una de las jugadoras. Pero al final una figura de la psicóloga o el psicólogo en un Staff, creo que ayuda al Staff, a estar equilibrado a estar ordenado, a repartir fuerzas y a repartir voces. Y creo que eso es fundamental, seguro, esa figura en el día a día del grupo de trabajo, dentro del cuerpo técnico. A partir de ahí, a veces, para el propio psicólogo, a veces puede ser difícil, si está en el cuerpo técnico poder tener ese tú a tú con la jugadora. Eso ya no sé si en el futuro van a ser dos o tres psicólogos dentro de un equipo, eso ya no lo sé como será todo. Pero quería matizar eso, que yo también echo mano de esa figura, porque el año es complicado, porque el año tiene momentos en los que quieres acertar, que te obliga a tener conversaciones que a veces te puede venir mejor no tenerlas – porque hablar con una jugadora un lunes, después de un domingo en que no haya jugado es complicado, hay que hacerlo, y te tienen que obligar a hacerlo: para eso es importante la psicóloga, en este caso, y es importante el cuerpo técnico. Yo creo que es importante que tengas ese hábito como grupo de decir las cosas, tanto tú a un compañero del cuerpo técnico como si crees que no tenía que hacer algo, o que ellos te digan “Natalia, no dejes pasar esto, habla con esta jugadora”. Pues todo esto, sobre todo, está muy liderado por la psicóloga.
NOS SUBIMOS A LA ARROYETA#AurreraReala pic.twitter.com/a4IXVKIwdy
— Real Sociedad Femenino (@RealSociedadFEM) May 1, 2022
Análisis de la temporada
P: Pasando ya a esta temporada, ¿cómo ves al equipo? ¿Qué objetivos os habéis marcado?
R: Pues el equipo está muy bien. Creo que está haciendo una temporada excelente. Lo está haciendo desde un rigor, una ilusión, y una constancia en el día a día admirable. Que creo que, al final, desde el primer día que nos pusimos, a entrenar, en pretemporada ya en agosto y hasta ahora, a finales de abril ya casi, creo que el grupo, la gran mayoría de días ha entrenado muy bien. Ha entrenado con un nivel de apertura muy grande. Ha querido, ha estado receptivo, ha estado exigente, ha querido ser mejor. Y eso es algo que nos ha ido trayendo a este nivel de competitividad y de buenos resultados. Porque ha estado en ese punto interesante de “Oye, esto lo estamos haciendo bien, pero a la vez, en esto tenemos que mejorar”, que ha estado muy equilibrado para entender en qué aspectos ya teníamos un nivel alto, en qué aspectos teníamos que mejorar. Qué cosas hemos tenido que ir reforzando. Y creo que en ese ir creciendo, pues el grupo ha estado siempre muy ordenado en esto: ni nos hemos emocionado de más cuando hemos estado ganando, ni nos hemos castigado de más cuando no nos han ido tan bien los resultados. Creo que, yendo fuera de los resultados, hemos ido entendiendo en qué momento de la temporada estábamos, y como teníamos que seguir entrenando y creciendo. Y ya es el punto en el que seguimos estando. Creo que queda un mes de competición y el equipo sigue estando con ganas de más, pero, a la vez, entendiendo que tenemos un bagaje muy bueno y que eso nos da confianza y nos da soltura. Y ese es el objetivo que teníamos a principio de temporada: teníamos muy claro que teníamos talento, que teníamos unas ganas de trabajar y de hacer cosas buenas que nos ponían en un punto de motivación interesante, que teníamos un reto bonito si hacíamos muchas cosas bien. Que si ganábamos los partidos que teníamos que ganar, si competíamos todos los partidos bien, podíamos ganarle a cualquier rival, exceptuando, igual, el FC Barcelona, pero también nos hemos creído cerca, a veces, para hacerles algo. Luego, al final, nos han faltado otras herramientas que esperemos conseguir con el paso del tiempo. Pero al final eso es lo que ha ido pasando durante la temporada: hemos sabido que teníamos talento, que teníamos que cuidarlo bien y fomentarlo cada día con el trabajo, hemos sido humildes, hemos sido constantes, hemos estado ilusionadas, y hemos ido ahí de calladitas. Y, sabíamos que si todo eso pasaba, íbamos a estar arriba. Y, en ese arriba, pues el tiempo ha ido pasando, y nos hemos colado arriba, muy arriba. Y ahí seguimos. Y queremos seguir estando ahí.
P: De hecho, estáis luchando por los puestos de Champions.
R: Sí. Era un objetivo que sabíamos que podía estar ahí. No nos lo hemos negado, desde el primer día. Desde la primera conversación que tenemos, con la ayuda de Edurne, desde ese mensaje de hacia dónde y en qué dirección vamos todas. A corto plazo qué tenemos que hacer, a medio plazo qué tenemos que hacer, a largo plazo qué horizonte ponemos. En eso, fuimos muy conscientes, que, sin ser una exigencia ni una obligación, teníamos capacidad para estar ahí. Porque mirábamos a nuestro alrededor y decíamos “Aquí hay una serie de clubes que tienen más obligación que nosotras, pero que tampoco tienen que estar muy lejos nuestro”. Creo que nosotras también tenemos nuestras armas y también podemos competirles a ellas. Y, bueno, entendimos desde el principio que haciendo muy bien nuestro camino, podíamos estar ahí metidas: en Champions. Y la razón nos la ha dado la competición. Hemos estado sumando donde teníamos que sumar; otros se han dejado puntos, y eso nos ha situado ahora en este punto en que dependemos de nosotras. En el que tenemos un bagaje de puntos muy bueno, y que tenemos que rematarlo.
Influencias y estilo
P: A nivel de filosofía personal, ¿tú sueles ser de las que apuesta por las canteranas y las jugadoras de casa? ¿Qué valoras más para incorporar a una jugadora a la plantilla?
R: Yo, al final, he nacido en Cataluña. He estado muchos años en el Barça. Como periodista también he estado muy cerca de la realidad del futbol en un lugar en el que se cuida la cantera. He pasado por el Espanyol, que también es otro club que cuida mucho el material que tiene en Sant Adrià. Y, al final, cuando tú has nacido así, has nacido en un lugar en el que se entiende que el jugador de casa, la jugadora de casa, desde el bagaje de entrenar y entrenar a una manera de jugar, pues va a tener más facilidades para, cuando suba al primer equipo, entender esa manera de jugar en la élite, incluso. Pero, luego, también sé que la élite es exigente, y que hay veces que solo con el amor al escudo y con el haber estado muchos años entrenando, puede no alcanzarte. Al final, la competición es cada vez más dura. Creo que el filtro para llegar arriba, es cada vez más complicado. Y eso hace que tengamos que quitar un poco de romanticismo a la idea. Pero tenía muy claro, cuando fiché por la Real que esa realidad mía, que eso que traía yo de cuidar el producto propio casaba mucho con la idea del Club. Que teníamos que ver qué teníamos en Zubieta primero. Y luego ver el qué. Lo que ocurre es que el futbol femenino en la Real, todo lo que es por debajo del “A”, tiene poquito recorrido todavía, y tenemos que ser pacientes. Es esta la primera temporada que hemos tenido un tercer equipo. El “B” hace 4 o 5 temporadas que está en marcha, con lo cual tenemos que darle esa paciencia a la jugadora que sube para entender que está capacitada, o si la competición todavía no la ha puesto suficientemente a prueba como para ver si tiene o no que llegar al primer equipo. Y tenemos que entender que en el futbol femenino cada vez va a pasar más que haya jugadoras muy, muy, muy buenas que su máximo se quede en Reto. Eso hasta hace unos años no pasaba, porque se llegaba antes, pero ahora está costando mucho. Hay jugadoras muy jóvenes que ya han despuntado. Hay jugadoras muy jóvenes que todavía no van a despuntar. Y hay gente que igual no va a llegar nunca. Y creo que tenemos que entender eso. Pero sube mucho talento. Nosotros, aquí en Zubieta, tenemos mucha suerte. La Real tiene un equipo de jugadoras de la casa muy fuerte, ya, y lo ha tenido en años anteriores. Lo vuelve a tener con una generación joven que aprieta muy fuerte. Y las más pequeñas que se han incorporado esta temporada a la Real, también prometen mucho, pero tienen todavía un recorrido largo que hacer. Y eso es algo que miramos siempre, pero sobre todo desde una necesidad de competir. La primera división es muy dura, cada vez más. Y eso también te exige niveles muy altos de juego. Y, ¿qué criterios? Al final tenemos claro que la jugadora de fuera que tenga que venir, tiene que venir siempre y cuando mejore lo que tenemos; siempre y cuando ocupe una posición que igual no tenemos cubierta con una jugadora de casa; o que su nivel sea suficientemente mejor como para darnos ese plus. Ese plus es comprensión del juego. Ese plus es esa humildad, esas ganas de querer trabajar aquí, y entender que la Real le da un lugar bueno para trabajar. Ese plus condicional: al final es importante tener unos niveles buenos, ser una jugadora rápida, ser una jugadora fuerte, ser una jugadora de mucha aceleración, de mucha frenada, de mucha resistencia. Creo que al final ese “click” físico, creo que todavía hay muchas veces en que tienes que mirarlo mucho más en jugadoras de fuera que de aquí. Pero bueno, es encontrar el equilibrio. Y, creo que en estas dos temporadas en la Real, se va viendo que intentamos equilibrarnos dentro de una línea de trabajo muy clara y muy marcada.
P: Bueno, pues ha sido un placer. Por mi parte, esto es todo. Gracias por atendernos.
(Nota: A fecha de publicación de la entrevista se certificó que la Real Sociedad disputaría la UWCL la próxima campaña, mas al momento de realización de la misma aún no era así)