La temporada, al menos en cuanto a objetivos deportivos, ya ha finalizado para Osasuna. Un año más y sin los apuros del curso pasado sin ir más lejos, los rojillos se han asegurado el seguir con mucha holgura un año más en la élite. Ahora toca ya mirar al futuro y en planificar la próxima temporada con las caras nuevas que la dirección deportiva así considere. Todo para que la frescura y competitividad en la plantilla de Jagoba Arrasate no se pierda. Y uno de los nombres que suenan con fuerza en El Sadar es el de Víctor Laguardia (Zaragoza, 5 de noviembre de 1989).
El defensa maño acaba contrato en un Deportivo Alavés cuyo futuro apunta más hacia un descenso que hacia la permanencia que, no obstante, aún es posible. El que la situación deportiva sea convulsa en el vecino babazorro, ha hecho que no se haya hablado aún de una posible renovación de uno de los capitanes de la plantilla alavesista. De hecho, tiempo atrás, el propio central dijo que esperaría por el desenlace de la temporada antes de decidir nada sobre su futuro. Pero lo cierto es que su continuidad en caso de descenso se antoja muy complicada, máxime si hay intereses de LaLiga Santander.
Una categoría que conoce perfectamente Laguardia pues lleva seis campañas consecutivas en ella con el Alavés, con quien ascendió y se consolidó en la élite. En esos años ha jugado un total de 189 partidos, siendo siempre titular indiscutible y aportando, además de la contundencia defensiva como seña de identidad, 9 goles a lo largo de esos años.