El destino quiso que Reina volviese a la portería en casa de Sergio Rico. El destino quiso que Manolo sacase una mano prodigiosa en el 95′ para salvar un punto que da esperanza y alas a un Mallorca que llegaba al Sánchez Pizjuán desolado tras el 2-6 ante el Granada. Una parada que sirve para agarrarse a una permanencia que hace unos días parecía inalcanzable y que ahora, está un poco más cerca.
Tras un ejercicio de resistencia tremenda, En Nesyiri se elevó entre los tres centrales para mandar a la lona a la numantina defensa del Mallorca. El cabezazo era certero. Fuerte, arriba y desde muy cerca, pero Reina se impulsó, alargó su brazo y fue capaz de mantener su portería a cero. Tras casi una vuelta completa, Aguirre decidió darle la titularidad y el veterano capitán bermellón respondió a las mil maravillas para salvaguardar un punto lleno de ilusión.
La última parada sólo fue el cierre a una noche perfecta. Reina culminó una actuación de diez. Sin errores, se fue creciendo, liderando a su defensa, dando aire al equipo en momentos complicados y con un juego de pies notable. Lo que se le pide a un portero, liderazgo para que los zagueros convivan con más tranquilidad y puedan contar con un guardián a sus espaldas. Al final, Reina tiene ángel y le acompaña en los momentos más delicados. Apareció ante el Deportivo y volvió a hacer de las suyas en Sevilla.
El Sánchez Pizjuán cerró un ciclo
Parece ser que esta parada cierra un ciclo. Del 23 de junio del 2019 al 11 de mayo del 2022 con dos intervenciones que agarran al Mallorca a sus objetivos. Durante la travesía, muchos obstáculos que le relegaron al banquillo con total merecimiento, pero el relevo fue un portero apático, sin voz y con actuaciones totalmente mejorables en cada partido. El resultado ha sido, otra vez, volver a agarrarse a un Manolo Reina que respeta el escudo y compite a la altura de lo que representa.