A confirmar el quinto puesto. Ese era el objetivo del Oviedo, que de ganar se pondría con 67 puntos, sacando tres a Girona y Las Palmas a falta de dos jornadas. Sin objetivos clasificatorios y con la permanencia cerrada, pocos alicientes le quedan al Zaragoza. Únicamente despedir bien la temporada y dejar una buena imagen. El resultado fue en partido loco que acabó con empate a 3.
Inicio de partido lleno de disputas y duelos individuales. Intensos ambos conjuntos. Una intensidad que no tardó en traer el primer gol. Revisó el VAR una posible mano de Azón en el área del Oviedo. El jugador estaba de espaldas. Finalmente se señaló penalti a favor del Real Oviedo. Y el jugador del mes de abril, Borja Bastón, no falló desde los once metros. Adelantaba al conjunto carbayón en el marcador con un tanto de penalti al medio de la portería engañando a Álvarez. Penalti discutido por el Zaragoza porque Azón estaba de espaldas.
Y si alguien pensaba que la locura en el Tartiere quedaba ahí, dio el Oviedo un par de avisos de que iba a por el empate y no tardó en poner el 2-2 en el marcador por mediación de Obeng. Centro de Brugman tras sacar rápido el Oviedo un córner y cabeceó a la red Obeng en el área pequeña. Empate en el marcador que no duraría mucho. Auténtica locura de partido que vería como minutos después el 2-3 luciría en el luminoso.
Frenético el ritmo del partido. Cada equipo iba al balón como si le fuera la vida en ello. Al igual que su rival, dio un par de aviso el conjunto maño antes de marcar el tercero. ¡Cinco goles en media hora! Golazo de volea de Bermejo a la salida de un córner poniéndola ajustadita a un lado. Se adelantaba de nuevo el Zaragoza. La última de la primera mitad la tuvo el Oviedo. Gran centro de Obeng al segundo palo y remató Isaac de volea en el segundo palo. Metió la pierna Álvarez tirando de reflejos y evitando el empate. 2-3 al descanso.
En el 69′ de nuevo un penalti por mano aparecía en el guion de este intenso partido. Mano en el área del Real Zaragoza. Mano involuntaria de Sabin. Pero paró Álvarez. Vaya mano del portero para sacársela a Bastón. La tuvo Vada en el 81′. Se durmió la defensa del Oviedo y Vada la peleó metiendo la pierna y la paró Femenías como pudo. Se encaraban los últimos minutos de partido y ya no se jugaba prácticamente a nada. No se movió el marcador.