Eintracht Frankfurt y Rangers están a la espera de que se abra el telón para luchar por la UEFA Europa League 21-22. Este miércoles en el Sánchez-Pizjuán, los dos contendientes honrarán todo lo que significa y representa la segunda competición continental. A base de pundonor, valía y corazón se han manejado durante todo el año, y no será distinto ahora. Con los reflectores apuntándoles, germanos y británicos darán lo mejor de sí para coronar una campaña memorable o, lo que es lo mismo, tocar la gloria. Una pena que solo uno lo logrará en Sevilla.
Gen europeo innato
Tras una década en la que los pesos pesados dominaron y elevaron la vara del certamen, los clubes del segundo escalón europeo han recuperado el protagonismo perdido. Inesperadamente para bien. Como si de la antigua Copa UEFA se tratase, Eintracht y Rangers terminaron alzándose sobre el resto sin que nadie apostase por ellos. Mientras que Sevilla, Barcelona, Borussia Dortmund, Leipzig, Napoli o Atalanta se repartían el favoritismo, en las sombras ambos fueron esperando su momento para emerger. Y vaya que lo hicieron a lo grande. El pedigrí europeo adquirido desde que ambos volviesen a competir en Europa, coincidentemente en la temporada 2018-19, también influyó en su inolvidable travesía. Aunque lo acontecido durante todo el curso tampoco implicaba ser tan optimista.
‘Águilas’ coperas
Ni el más acérrimo hincha del Eintracht iba a imaginar que en una campaña tan convulsa e irregular, su equipo iba a alcanzar la tercera final internacional de su historia. Undécimos en la recién finalizada Bundesliga, pisando solo una jornada puestos europeos y eliminados en la primera ronda de la Pokal, las ‘águilas’ apenas se dejaron ver por sus lares. No obstante, en la Europa League la cuestión ha sido radicalmente distinta. Disputando el torneo por tercera vez en cuatro años, fueron encuadrados en un grupo con Olympiakos, Fenerbahce y Amberes. Sin apuros, se mantuvieron firmes para asegurar el primer puesto. Algo que trastocaba mucho con su realidad liguera, puesto que no ganaron hasta octubre (1-2 vs Bayern Münich), y ponía en entredicho al recién llegado Oliver Glasner.
Con apenas esa única victoria en sus primeros 11 partidos, el técnico austriaco pudo decir adiós antes de tiempo. Afortunadamente, el gran performance fuera de Alemania acabó por salvar su puesto y la temporada del club. Y es que los ‘Schlappekicker’ han mostrado su mejor versión cuando les toca cambiar de chip. Fuertes sin pelota, pragmáticos, solidarios y contundentes, el legado de Addi Hütter está impregnado en el Eintracht. A pesar de no ganar ninguno de sus últimos 8 duelos, dejó en el camino a grandes rivales (Real Betis, Barcelona y West Ham) para volver a soñar con volver a levantar el cetro 40 años después. «Estoy muy orgullosos de los jugadores y de lo que han hechos los dos últimos meses. Merecemos estar en la final», apuntó Glasner.
La cúspide de un renacimiento
Claramente, el ex preparador del Wolfsburgo felicita tanto a su escuadra como al Rangers. El camino del conjunto de Glasgow, las cosas como son, mucho menos ha sido uno de rosas. Cayendo en los play-offs de la Liga de Campeones (4-2 ante el Malmö) y sufriendo en el camino la marcha de Steven Gerrard, parecía que el ejercicio se le iba a hacer largo a los capitalinos. Sin embargo, Giovanni Van Bronckhorst -leyenda del club- regresó para evitar cualquier mal posible en la Premiership y en Europa. De inmediato, se dedicó a revertir la situación en una liguilla con Olympique Lyon, Sparta Praga y Brondby para clasificar segundo detrás de los franceses. Algo poco valorado en su momento, pero que tendría su importancia una vez entrado en las rondas K.O.
Trabajando en silencio, los ‘Gers’ controlaron y barrieron con todo oponente que se les cruzó. Borussia Dortmund, Estrella Roja, Sporting Braga y Leipzig sucumbieron frente a un Rangers que nunca perdió la fe. Tal y como hizo hace una década cuando todo parecía caerse a pedazos. Es así que, después de pasar por una bancarrota que los llevó a refundarse y ganar de vuelta su lugar en la élite del balompié escocés, los ‘light blues’ están a un solo choque de redimirse en la Europa League. En su última (y única) presencia en la cita decisiva en la Copa UEFA 2007-08, el Zenit acabó por dejarlos con la miel en los labios (2-1). Luego de catorce calendarios, su momento ha llegado y Van Bronckhorst lo sabe. «Hemos hecho una temporada increíble, pero la final solo es bonita cuando se gana», aseguro el neerlandés, que busca el segundo entorchado europeo de la entidad (Recopa de Europa 1971-72).
Sin excusas
Vencer es vencer sin importar el cómo ni con quiénes. Por ello, el ex jugador del Barcelona no admite excusa alguna. Todo el curso se las ha liado con lesionados (en especial en la delantera) y así igualmente le ha dado para hacer historia. Sin duda que las bajas de Helander, Hagi y, sobre todo, Morelos se notarán más que nunca en el Rangers. En la misma situación se encuentra Glasner. Por más que su mejor central, Hinteregger, no pueda llegar al gran evento, el Eintracht de todas formas va a tener que amortiguar como sea esa gran ausencia. Eso sí, salvo el austriaco, Da Costa y Lindstrom son todavía duda de cara al partidazo. Uno que cuenta con un gran historial entre sus protagonistas
Dos ‘match-ball’ que aún resuenan
En los inicios de las competiciones europeas, unas ‘águilas’ recién salidas del cascarón se cruzaron contra los británicos en semis de la Copa de Europa 1959-60. Por más experiencia que tuvieran estos, los alemanes acabaron por sellar su pase a la final con un doble set para el recuerdo: 6-1, en Frankfurt; 3-6, en Glasgow. Tiempos en los que el fútbol apenas comenzaba a cobrar la fama que ahora expira, mas las sensaciones picantes y entusiastas se mantienen igual de inigualables. Bajo esa premisa, Eintracht y Rangers saldrán al campo con el único objetivo de conquistar la Europa League. Por todo lo que significa para ellos y, más aun, para su fiel fanaticada. Lo mismo, a dar la vida y el alma por tocar metal. De eso se tratará esta final: una batalla de emociones y voluntades.
Ficha técnica. |
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| Eintracht Frankfurt: Trapp; Touré, Tuta, N’Dicka; Knauff, Rode, Sow, Kostic; Hauge, Kamada; Santos Borré. | |
| Rangers: McGregor; Tavernier, Goldson, Bassey, Barisic; Kamara, Lundstram; Aribo, Jack, Kent; Wright. | |
| Árbitro: Slavko Vincic. | |
| Estadio: Sánchez-Pizjuán, Sevilla, España. |
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