El Rayo necesita ganar en el Nuevo Vivero para estar en los playoff
CD Badajoz - Rayo Majadahonda | Sábado, a las 18:30h | Trigésimo octava jornada de la Primera RFEF | Estadio Nuevo Vivero, Badajoz | Árbitro: Muresan Muresan | El Rayo Majadahonda tiene que ganar a un Badajoz ya sin opciones, para clasificarse para los playoff de ascenso a Segunda
Las despedidas en el fútbol, como en la vida, tampoco suelen ser agradables. Y menos si la cosa no acaba bien. Vivimos en una sociedad, en la que se incluye este bendito mundo que es el balompié, que nos sitúa inexorablemente entre la victoria y el fracaso. O, peor aún, por mucho que hayas triunfado si al final llega un fracaso, para nada valen ya tus triunfos pasados. Esta continua presión por obtener resultados no deja disfrutar del camino. Por mucho que el camino esté lleno de experiencias maravillosas. O de dificultades. Que todo ayuda a disfrutar y a aprender en ese día a día, en cualquier aventura futbolera en la que te embarques. Y esto hace que historias que han tenido un camino lleno de vivencias de todo tipo, que enriquecen a cualquier persona, algunas veces, las más, acaben de mala manera.
Como le sucedió al único jugador que ganó el Balón de Oro a mejor jugador del siglo XX. Evidentemente el único en la historia en conseguir tan prestigioso galardón. Habrá que esperar casi 80 años para ver quién es el mejor del siglo XXI -entonces ya no estaremos nosotros aquí para verlo ni para contarlo-. Y así don Santiago Bernabéu -el presidente más laureado de la historia del fútbol-, no llevó bien la despedida de «La Saeta Rubia», del equipo de su vida. Y la hermosa historia entre su presidente y su jugador franquicia durante una década, acabó de la peor forma posible. Una mala e impropia despedida a un mito. Lo que conllevó que estuvieran años sin siquiera hablarse. Parece increible, ¿verdad? Pues así fue. Hasta que un día el mejor fotoperiodista que ha dado este país, Raúl Cancio, le fue a hacer un fotorreportaje al astro hispano-argentino. Ya habían pasado varios años de su pasado blanco. Y en aquella época era el flamante entrenador del Elche. Estando en amena conversación el periodista le comenta que Bernabéu se encuentra en su casa de Santa Pola, cerquita de allí -sabedores los dos de la afición por la pesca del viejo presidente-. Y le espeta: «¿Por qué no te acercas y le das un abrazo? El porteño lo miró fijamente y le dijo: «Ya está, ya me has enchufado el penalti, por el centro y arriba». Y allá que se fueron los dos, camino de Santa Pola, a enmendar aquella despedida de hace años tan amarga y tan injusta…
Y a despedida huele también el partido que se disputa mañana en el estadio Nuevo Vivero. Esperamos que sea mucho más dulce y, además, más justa. Porque, y no es que queramos ser pitonisos, parece que gran parte de la plantilla del CD Badajoz no va a seguir vistiendo la camiseta blanquinegra la próxima temporada. Gran parte de ellos acaban contrato esta temporada. Y es obvio, y más aún con el final de temporada tan bueno que han hecho, que muchos equipos de la Primera RFEF, e incluso algunos de la LFP, estén interesados en sus servicios. Es el resultado de ser grandes profesionales y no dejarse caer o no hundirse ante las adversidades. Por lo que se han revalorizado como futbolistas y también como personas. Y los que no acaban contrato que son una minoría, apenas siete, tampoco podemos asegurar que quieran o puedan seguir. Primero por su incertidumbre profesional y personal y segundo por el futuro inmediato tan incierto que tiene este centenario club.
Y es que el Badajoz ha estado más cerca de los playoff, de lo que nadie hubiese imaginado. Cualquier equipo se hubiese desconectado hace meses, con una situación económica tan crítica. Pero esta enorme plantilla ha apretado los dientes y se ha agarrado al campeonato hasta el final. De no haber sido así, posiblemente hubiesen tenido que mirar la parte de abajo de la tabla, en las últimas jornadas. Por eso parece de justicia que la afición blanquinegra haga una despedida digna a estos jugadores que lo han dado todo este año por sus colores. Y, si me apuran, debería ser una despedida y un agradecimiento recíproco. Pues estos jugadores han estado arropados todo el año por su incondicional afición.
El sueño del playoff se esfumó la semana pasada en Las Gaunas. El equipo no fue peor que la UD Logroñés. Pero quizás tampoco se hizo lo suficiente para ganar en una plaza tan complicada. En cualquier caso esta vez no entraremos en muchos detalles del encuentro. Lo que fue un hecho es que se volvieron a repetir los errores de cara a gol. Lo que más lastró esta temporada al equipo de la capital del Guadiana. El caso es que los pacenses murieron en la orilla, pero no pudieron alargar a la última jornada, y en su casa, sus aspiraciones a los playoff. En ese partido de mañana no podrá contar por sanción por acumulación de tarjetas, con su delantero Tahiru. Y a partir de mañana empezará otro partido vital para el Badajoz. Mucho más incierto que todos los que ha jugado esta temporada. Se trata de qué va a pasar a partir de ahora. Cuál es el siguiente paso que van a dar todos los tramposos que rodean a este histórico club. Si el que dijo que iba a vender finalmente vende. O no. Y si los que quieren comprar finalmente compran. O no. Y, por encima de todo, si se hacen cargo de las deudas que tiene el club y del abono de las nóminas de todos sus estoicos trabajadores. Para exigir transparencia en todos estos pasos que se avecinan, los abonados blanquinegros han creado la Plataforma Sentimiento Blanquinegro. Ojalá que no sea como pedir peras a un olmo.
Y como visitante mañana en el estadio pacense, nos encontraremos a un equipo que sí se juega muchísimo y que viene a muerte a por los 3 puntos en liza. Y es que el Rayo Majadahonda, sí se ha ganado el derecho a soñar hasta la última jornada a meterse en los ansiados playoff de ascenso. Un conjunto, el madrileño, que no destaca precisamente por tener uno de los presupuestos más altos de la categoría. Y que ha sabido mantener una muy buena línea toda la campaña. Sacando partidos como el de la semana pasada en el Cerro del Espino. Imponiéndose, no sin dificultades, a un siempre correoso Zamora CF. El equipo majariego se sostuvo en su magnífico delantero, Héctor. Qué hizo un partido soberbio, con un hat trick tan difícil de conseguir en esta categoría tan igualada.
El conjunto entrenado por Abel Gómez, que venía con la peor dinámica de la categoría en esta segunda vuelta, con 5 derrotas seguidas y 6 derrotas en 7 partidos, parecía que se había desconectado de un playoff que tenía muy cerca. Pues cuando nadie daba un duro por ellos, por su mala dinámica por supuesto, ellos han vuelto a reengancharse y de qué manera. Cuando se han empezado a jugar auténticas finales, de las que diferencian a los hombres de los niños, ellos han dado un paso al frente. Y, ayudados también por los pinchazos de rivales directos como el Badajoz, han ganado tres auténticas finales seguidas. Ahí es nada. Y se encuentran ahora en la última y definitiva jornada, con que son el único equipo, junto con el Celta B, que depende de sí mismo para ocupar las dos últimas plazas que dan derecho a luchar por subir a la Liga SmartBank. Un sueño que también merece y mucho la afición majariega.
Aunque como dijimos al principio, el de mañana será además un partido de despedidas. El equipo visitante se juega la vida y vendrá con el alma a por los 3 puntos. Y para el local -cuya profesionalidad, se juegue lo que se juegue, estará fuera de toda duda-, será un día despedidas. Y esperemos que no sea como la despedida que tuvieron aquel histórico presidente del Real Madrid y don Alfredo Di Stéfano. Hasta que una noche, ya en su etapa de entrenador en el Elche, decidió visitar la casa del que fuera su presidente y amigo. Al llamar a la puerta, era ya noche cerrada, el presidente los recibió con su mandilón de pescador aún puesto. Alfredo, le espetó: «Venimos a tomar una copa». El presidente, emocionado al ver a su amigo, se abrazó a él un largo rato. Estuvieron hasta altas horas de la madrugada hablando de todo lo que habían vivido juntos. Con sus penas y sus alegrias. Y llegaron a la conclusión de que lo importante fue el camino. Y ese camino, lleno de penas y alegrías, siempre merece un buen final y una DESPEDIDA DIGNA. Al volver para Elche, ya casi amaneciendo, Alfredo pudo ver a lo lejos atracado el barco de don Santiago Bernabéu, en un pequeño embarcadero. Y pudo leer con total nitidez como lo había bautizado. El nombre del barco era, LA SAETA RUBIA.