Aquel 12 de noviembre de 1994 muchos no eran conscientes de que la fatalidad había caído sobre el Real Sporting de Gijón. Aquel día, José Fernández Álvarez accedía como máximo accionista a la presidencia del Real Sporting de Gijón. Desde entonces, con puño de hierro, esperpento tras esperpento y crisis tras crisis, él y su familia han ostentado la mayoría accionarial del club gijonés. Cogieron un club que peleaba por la zona noble de Primera División y le han arrastrado a la inmundicia deportiva y dos quiebras económicas que casi le cuestan la desaparición.
Hasta el día de hoy, 28 de junio de 2022, en que su hijo, Javier Fernández Rodríguez, presidente también de la entidad rojiblanca ha firmado en Madrid la venta del 73,19% de las acciones de la entidad al grupo mexicano Orlegi Sports por una cifra cercana a los 43 millones de euros. Casi 28 años bajo su yugo que ven su fin en el día de hoy. El conglomerado mexicano, presidido por Alejandro Irarragorri, de 51 años, se convierte así en el máximo accionista de la entidad. En los próximos días el empresario oriundo de Ciudad de México se convertirá en el 39º presidente de la historia del club gijonés.
Un traspaso accionarial que, desde el punto de vista de la afición, está siendo celebrado. Aunque surjan dudas sobre los nuevos máximos accionistas, que han prometido un proyecto moderno, solvente y que acabará devolviendo al Real Sporting de Gijón a la élite futbolística nacional, entre la ‘Mareona’ es muy positiva la noticia de un cambio accionarial que haga olvidar la nefasta gestión de la entidad por parte de la familia Fernández en estas tres últimas décadas.
El traspaso accionarial fue comunicado por la propia Orlegi Sports con la siguiente nota
