Festival sportinguista en El Molinón

La pegada es uno de los factores que buscará mejorar el bloque gijonés en su puesta en escena en casa. Llegaba a la segunda jornada tras empatar (1-1) en Miranda. Posiblemente Eder Sarabia no imaginaría mejor estreno de su equipo en la Categoría de Plata: victoria en un campo complicado como el Tartiere y sin encajar goles (0-1). Ahora buscaban los andorranos continuar con fortuna su periplo asturiano.

Arrancaba el partido en un Molinón con la afición entregada. Tocaba el Andorra juntando las líneas y el extremo del Sporting, Juan Otero, presionó y robó con precisión, forzando la falta a la carrera. De nuevo el mismo protagonista la robó con ayuda previa de Zarfino en la medular y rompió con dos toques a Aguado antes de lanzar la contra. Finalmente abrió para Cristo pero este no se entendió de vuelta con el colombiano.

Salió con ganas el equipo local que pudo aprovechar un error de Alende. Quiso tocar en paralelo en defensa y Queipo llegó tan rápido a la presión que taponó su pase y casi superó a Lizoain en portería. Llevaban peligro los asturiano en ataque y, por su parte, el Andorra lo intentó a balón parado en una falta lateral en la que estuvo imperial Izquierdoz. Saltó más que nadie en el corazón del área para despejar la falta colgada por el bloque tricolor.

Los asturianos estaban mejor y serían los que abrirían la lata de los goles. Marcó el de siempre, Djuka. Jugadón que se inventó Cote por la izquierda. Tremendo el lateral, que rompió en velocidad a Jacobo y se puso el traje de torero para tirarle un caño en carrera a Petxa. Avanzó ya solo por la izquierda del área y puso un pase tenso al primer palo, donde Djuka apareció para meter la pierna con sutileza y mandarla a guardar tras besar la pelota en el palo largo.

Buscaba el Andorra reponerse a su primer gol encajado en Segunda. Lo hizo obligando a meter la mano a Mariño. Cambio de orientación delicioso que bajó con el pecho Jacobo y este, tras acomodársela a la derecha, buscó la cepa del palo contrario.  Respuesta instantánea del Sporting con Otero llegando a la línea de fondo por la derecha y poniendo un centro a la frontal que remató en carrera Zarfino. Testarazo con potencia y ajustado que se perdió por poco.

No estaba nada cómodo el Andorra dada la presión de los locales. No le duraba mucho la pelota a los de Eder Sarabia que a punto estuvieron de encajar el segundo al filo del descanso. Paradón de Lizoain. Balón suelto a la salida de un córner y Cristo la enganchó en la frontal a puerta. La pelota rozó en la cabeza de Zarfino y desvió la trayectoria pero eso le dio igual al portero canario, quien ya volando rectificó y sacó la manopla arriba. Con el 1-0 se llegaba al descanso.

Ya en el segundo tiempo, casi la lió Aguado. Asumió riesgos con el balón en la medular y Otero le comeió la tostada. Salió con contundencia el cafetero pero su descarga por dentro para Djuka la cortó un defensa. Precisamente el goleador Djuka la enviaría a las nubes en otra opción sportinguista. Se tiró Aguado para cortar el tiro de Cristo y la pelota le llegó al delantero balcánico que acabó la jugada de primeras con la derecha.

En el 54′ la tuvo Djuka. Jugada de tiralíneas que acabó con un centro de Guille Rosas desde la línea de fondo: Cristo la dejó pasar en el primer palo y el serbio la remató medio cayéndose pero con potencia. La pelota se perdió susurrando el palo corto. Seguía mejor el Sporting y no tardó en poner tierra de por medio marcando el gol de la tranquilidad. Segundo gol del Sporting y segundo pase de gol de Cote. Desde el perfil derecho cerró una falta al corazón del área y es el Cali Izquierdoz quien se anticipó en el salto a Lizoain para cabecear a la red.

No era capaz del Andorra de llegar a tres cuartos. Le costaba mucho elaborar en los metros finales. No se puede fallar ante Djuka, algo que recordará siempre Lizoain. Llegaba el tercero del Sporting para abrir el tramo final de partido. El error no hace justicia al partido y a la calidad que tiene Raúl Lizoain pero le costó la sentencia al Andorra: de un balón kilométrico que lanzó Mariño a tres cuartos salió Lizoain para despejar con la cabeza. La pelota botó y el portero no llegó a cabecear tras el salto, dejando la suerte a Djuka y Alende. El segundo intentó despejar en el forcejeo pero el serbio se tiró con todo y mandó la pelota al fondo de las mallas.