La Lazio se beneficia de la irresolución del Torino
La excelente performance de los 'toros' fue tanta como su ineficiencia para perforar a unos romanos que pusieron en sellar el marcador (0-0).
El Torino ha tenido un gran arranque, pero le falta mucho más para aspirar a hacer algo grande en la Serie A. Plasmo claramente su superioridad ante una Lazio irreconocible, mas le bastó cañonería y profundidad para pasar de la igualdad (0-0). Los capitalinos, eso sí, cumplieron con su parte al ponerse el moño de trabajo para sobresalir ante la adversidad. Por lo demostrado, ambos deben alegrarse que sobra campeonato.
Masterclass ‘granate’
Podrán tener nuevas caras, haber perdido piezas importantes y sin completar el mercado deseado, pero el Torino manifiesta no tener carencias. Por lo menos no en estos partidos. Y es que el equipo de Juric implantó cara y, sobre todo, fútbol ante todo una Lazio. La facilidad con la que los locales circulaban, se movían delante del balón y atacaban resultaba anormal frente a un equipo que profetiza tal estilo, pero que resultaba atónito ante lo que acontecía. Para ese momento, Provedel se erigió como mejor protagonista de los romanos. Y es que el resto de sus pares eran anulados por un colectivo sumamente abrumador.
Si el mediocampo a duras penas podía sobrellevar la situación, la delantera no era capaz de tocar la pelota. Mientras Felipe Anderson y Zaccagni eran exiliados de todo el juego y sin poder desbordar, Immobile era asfixiado por un Buongiorno imperial. Así las cosas, con sus líneas aisladas, la Lazio marchaba siempre por detrás. Salvo una ocasión de Marusic, no hubo mucho más de los ‘biancocelesti’. Y esto era porque también el Torino ejercía una presión post-perdida sumamente completa. Fijando a todo receptor posible, robando a distintas alturas o impidiendo salidas, los ‘toros’ se exprimían al 100% para reflejar su maestría. Lamentablemente, solo faltaba el gol. Y es que la profundidad era algo de lo que carecían. Cuestión que no iba a cambiar tras el descanso.
Aguante ‘laziale’
La dinámica y la vistosidad siguieron siendo turinés en el complemento, pero a medida que pasaban los minutos y escaseaban las chances de gol, los de Sarri fueron entendiendo cómo salvar la situación. Había que bajar al barro. Si la zaga ya estaba atenta, el resto de jugadores ‘laziales’ se acoplaron a la situación. De esta manera, el Torino se encontró con un muro delante suyo. Desborde, talento y explosividad existía con los carrileros (Aina y Singo) y los extremos (Radonjic y Vlasic); sin embargo, estos eran frenados en su intento de generar o atacar en espacios reducidos. Ambas delanteras estaban anuladas y todo estaba en el mérito defensivo (realizado de distintas formas).
Ni la entrada temprana de Pellegri se sintió en todo momento, por lo que Lazaro y seck entraron a la cancha en busca de una rendija que acercara al gol al ‘Toro’. Lastimosamente, la suerte ya estaba echada. Pero esto pudo cambiar de una perdida de Vlasic que por acabó en una acción de Pedro que no tuvo efecto gracias a Buongiorno y, luego, con un corner que Milinkovic-Savic despejó para apagar las aguas. Mientras, del otro lado a duras penas pasaban cosas mientras el propio Torino se enredaba en sus propias botas y falta de ideas arriba. Una irresolución, en resumen, que le valió a la Lazio para sacar, con sabor agridulce, un duelo complejo.
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