El gran duelo de Milán dejó un partido impresionante en San Siro entre dos de los mejores equipos de la Serie A y acabó como la última vez, con triunfo del Milan para dejar claro quién es el dueño de la ciudad y presentar su candidatura para defender el título de liga.
Ambos clubes dejaron un gran espectáculo que se saldó con los tres puntos para el combinado de Stefano Pioli. Sin embargo, fue el Inter el que mandó desde el principio.
Brozovic aprovechó un enorme hueco por el carril central para irse contra la portería de Maignan y batirle con un disparo raso ajustado. Lautaro se la cedió a Correa para que se la pusiera en largo al croata. 0-1 y el Milan despertó.
Los «rossoneri» empezaron más tímidos, pero el gol del Inter les dio alas y se fueron hacia arriba. Un Rafael Leao inspirado fue el que llevó la iniciativa ofensiva de su equipo. Llegando a la media hora de primera mitad, el portugués marcó un golazo para poner el 1-1. El gol del empate fue el detonante para la posterior superioridad de los de Pioli, que metieron al Inter en su área y se hicieron con la posesión.
Destacar la actuación de Tonali. Fue la brújula del juego del Milan. No le quemaba la pelota. La pidió, jugó y puso a jugar al bloque rápidamente. Además, en defensa aportó muchísimo a su equipo.
Por parte del Inter, Lautaro tiró del carro de los «nerazzurros». Se movió en vertical haciendo dudar a la zaga del Milan, descendió para tocar de primeras y que su equipo fuese progresando y además estuvo finísimo en los contactos.
En la segunda parte todo siguió del mismo modo que en el final de la primera. El Milan llevó la iniciativa y no tardó mucho en llegar el segundo. De nuevo Leao apareció en la banda izquierda para después poner un centro raso al área, donde apareció Giroud. Impresionante como estuvo el francés, consiguiendo ganar cada duelo a toda la línea defensiva del Inter. En todo momento estuvo en el sitio correcto y usó su cuerpo para salir victorioso. Y a todo esto le sumó un gol y la asistencia para el tercer gol.
Pocos minutos después, el luso se inventó una obra de arte. Esta vez, como forma de jugada individual para hacer el tercero y poner tierra de por medio. El portugués se posicionó en la frontal tras una dejada de Giroud y con un gran cambio de ritmo se metió entre tres para batir por bajo con el interior a Handanovic. Cuando todo parecía acabado, entró al campo Dzeko que recortó distancias al rematar en el área un centro de Darmian. Finalmente el partido acabó con un 3-2 en el marcador.
Problemático inicio de curso del Inter y el «Derby della Madonnina» acabó con todo Milán pintado de colores «rossoneri».
Foto: AC Milan