Comenzó el partido y a los 40 segundos de juego el equipo andaluz golpeaba primero, balón al espacio de Carmona para Lamela, que encontró el hueco por debajo de las piernas de Álvaro Fernández y sorprendía al Espanyol con el primer gol del partido. Tras el gol inicial el equipo de Diego Martínez intentaba replicar ese gol tempranero mediante varios centros laterales y llegadas continuas pero el equipo hispalense supo resistir.
Floja defensa del área del Espanyol
Según pasaban los minutos esas oleadas del Espanyol cada vez eran menos y en una jugada a balón parado un cabezazo espectacular de En Nesyri que rechazó Álvaro Fernández y Carmona estaba con la caña preparada para meter la punta de la bota ponía el 0-2 en Cornellá. El partido había entrado en un momento más tranquilo tras el 0-2 sevillista pero en una acción aislada Carmona le robó el balón a Cabrera y puso el 0-3 a placer, error grave del central uruguayo.
Finalmente cuando el árbitro parecía que iba a pitar el final del primer tiempo, el balón le golpeaba en la mano dentro del área a Acuña, que estaba de espaldas y no veía venir el balón y el árbitro señalaba la pena máxima. Joselu recortaba distancias en un penalti muy dudoso que señaló Cuadra Fernández y pese a que Bono adivina el penalti, lo ajustó a la cepa del palo imparable para el portero.
En la reanudación, los de Diego Martínez buscaron reducir distancias y meterse de nuevo en el pulso. Sin embargo, los andaluces salieron bien posicionados, evitando correr riesgos. La insistencia blanquiazul, pese a todo, tuvo premio: Braithwaite, atento a un despeje de Bono, marcó el 2-3 en el minuto 62. El marcador era del Sevilla, pero el ritmo era del anfitrión. Lopetegui cambió a defensa de cinco para frenar la escalada y agotó los cambios a falta de veinte minutos para el pitido final. Los catalanes presionaban, buscando el error y una remontada que parecía utópica en los primeros compases.Pese a las buenas sensaciones del Espanyol y las elevadas revoluciones de los últimos minutos -con la expulsión de Lamela por doble amarilla en el 84 y varios acercamientos de peligro locales-, el reloj se alió con Lopetegui, que logró amarrar el resultado en el feudo blanquiazul.