A vueltas con las controversias en el fútbol femenino. Agresión tras agresión a todos los colectivos implicados en el fútbol femenino español, nos encontramos con una huelga y un nuevo conflicto.
«Hola, holita, hola, vecinito»: los cuatro jinetes del Apocalipsis enfrentados de nuevo
Liga F, la llamaron, tras vender los derechos de imagen de la competición. LaLiga había cumplido con si parte en el trato y había conseguido cerrar un buen contrato, siguiendo lo establecido en la propuesta. Mas, al poco de anunciar el nombre de la competición y el trato, apareció un comunicado del Colectivo Arbitral y el CTA en relación al fútbol femenino. RFEF volvía a entrar en liza por el asunto del balompié femenino a través de las árbitras. Ellas están descontentas por haber sido las olvidadas en la profesionalización.
Y los sindicatos en silencio, o semi-silencio. Tampoco pueden influir, ya que el arbitraje y el CTA son competencia federativa.
Ahí tenemos a los Cuatro Jinetes del Apocalipsis del fútbol, enfrentados de nuevo. Y el fútbol femenino paralizado. Y sin visos de mejorar o de cambiar el rumbo.
Agresión a las futbolistas
Hay quien argumenta que era una agresión a la dignidad de las futbolistas que no fueran profesionales y no tuvieran las mismas condiciones que sus homólogos masculinos. Celebraron una huelga y un convenio que terminó perjudicando a las futbolistas y a la competición.
También se ha sostenido que la conducta de RFEF respecto de la competición y de las futbolistas era una afrenta, una nueva agresión. Se celebró que CSD y el Gobierno, con apoyo de sindicatos, profesionalizasen la máxima categoría en contra de RFEF.
En todos los conflictos entre LaLiga (primer ente que intentó explotar el fútbol femenino), las futbolistas y los clubes, y RFEF, se ha apoyado a todos los actores excepto a RFEF. Se ha considerado víctimas a las futbolistas y a los clubes de la desidia de la Federación por el fútbol femenino.
Cuando han existido controversias entre el estamento arbitral y las futbolistas, se ha considerado a estas últimas como perjudicadas. Cual víctimas perpetuas de agresión, se ha dado una imagen que algunos consideran que desprestigia e infantiliza al fútbol femenino.
Agresión a las árbitras
Cuando una árbitro se equivoca, se la señala, se la critica, se la expone. Cuando el estamento arbitral comete errores, se les llega a obligar a disculparse. Mas cuando reivindican y protestan contra el «olvido» que CSD y Liga F tuvieron con ellas al profesionalizar… en lugar de recibir apoyo, como pasó con las futbolistas, vuelven a ser señaladas, criticadas y expuestas.
Agresión tras agresión tras agresión, sin apoyo de las deportistas, enfrentadas con la Liga F y pertenecientes a la disciplina de RFEF. ¿Alguien planificó que RFEF iba a apoyar o facilitar algo? ¿Por qué sorprende este comportamiento? ¿Por qué a muchos aficionados ya no nos sorprende que esta competición parezca una telenovela mala?
Las árbitras vendidas, expuestas, vapuleadas y enfrentadas a futbolistas y Liga F. El CSD que poco puede hacer. Y la competición parada. Y cada día es una nueva controversia o una nueva agresión. Encima, hay quien sugiere que las árbitras han sido manipuladas para tomar esa decisión y ese curso de acción. ¿Eso no ataca su dignidad ni las infantiliza? Como no conviene su huelga y no se las entiende, ¿se las puede denigrar? Cuando hubo alguna voz que expresó que se había manipulado a las futbolistas con el convenio y la huelga, cayó en saco roto o sufrió burlas.
Alienando a aficionados y otros actores
Este es el mejor ejemplo de cómo no actuar: de la ilusión por un proyecto prometedor – si bien tardío y desestructurado – a la tristeza por no ver cambios de rumbo positivos. Ahora, además, se han formado grupos entre la afición. De un lado, los que entienden la protesta y que las cosas no se han hecho bien. Del otro, quienes, con presunta coherencia, critica la protesta – y huelga – de las árbitras, aduciendo que se equivocan, que no es la forma o que las han manipulado para actuar así.
La desidia se apodera, de nuevo, de un periodismo – paternalista en extremo con las futbolistas y que parece no entender que la profesionalidad no está reñida con la profesionalización en unos grupos sí y en otros no – y de una afición castigados por un desaire tras otro.
Desde que empezó el largo camino a la profesionalización del fútbol femenino patrio hemos vivido huelgas, pandemia, parones, motines (en club y selección), conflictos y tensiones entre futbolistas, lo mismo entre clubes, sindicatos y otros entes, el conflicto contra Federación (de todos)… ni un solo momento de tranquilidad. Siempre igual. Nunca positivo, siempre negativo, parafraseando a un cierto afamado entrenador neerlandés.
¿Existe una palabra mejor que alienación para describir esta situación?
Conclusiones: no hay remedio sin colaboración
Hastío, aburrimiento, desesperación, escepticismo, vergüenza… Todas palabras que describen este eterno ciclo con el futbol femenino español. Todo esto, generado por los Cuatro Jinetes del Apocalipsis del fútbol femenino, que son incapaces de colaborar, de percatarse que el mejor producto y proyecto que explotar nacerá de su cooperación y coordinación.
Liga F, ¿será que queréis dar la razón a esta humilde opinionista demostrando que su predicción sobre la duración y durabilidad de la liga profesional era correcta? Por duro que sea, por difícil que parezca, se debe de hacer algo. Empezando por prever imprevistos fácilmente previsibles. Empezando por conocer las normas que rigen el sector y sus implicaciones.
No dejemos que la F de «Liga F» sea de «Fail». Logremos que esa inicial se corresponda con «Fair Play».
Por Helena García (@hgamo18)