El Badajoz quiere seguir invicto ante un irregular Algeciras
CD Badajoz - Algeciras CF | Sábado, a las 19:30h | Cuarta jornada de la Primera Federación | Estadio Cívitas Nuevo Vivero, Badajoz | Árbitro: Alberola Rojas | El Badajoz busca la victoria en casa después de dos empates seguidos, ante un irregular Algeciras que alterna victorias con derrotas.
Hubo un récord en La Liga española que duró 39 años -más que la Dictadura-. El récord de máximo goleador. Se dice pronto cuatro décadas, 39 campeonatos para batir un récord goleador. Lo que habla mucho y bien del propietario de esa longeva marca. Que no fue otro que Telmo Zarraonandia. Ese 9 goleador que ya es una leyenda, tanto del Athletic Club como de la selección española -para la historia su gol a Inglaterra en Brasil ´50, para meternos en una semifinal de un mundial-. Bueno pues el bueno de Zarra, hizo en la temporada 50-51 la friolera de 38 goles. Ahí es nada. Pues hubo que esperar hasta la temporada 89-90 -o lo que es lo mismo el paso de dos o tres generaciones-, para que un delantero centro igualase esa marca inaudita.
Pero lo curioso de esa temporada es como fueron los 38 goles que igualaban el récord del jugador de «El Botxo«. Y, además, nadie se había dado cuenta hasta que el analista económico José Antonio Navas -y, claro, más apasionado al balompié que un servidor-, llega a la redacción del El País y espeta: «¿sabéis que el actual pichichi de la liga ha marcado los 33 goles que lleva, a un sólo toque?» El por entonces Redactor Jefe de deportes del diario El País, Santiago Segurola, se queda perplejo. E, imagínense, se pone a contrastarlo en una época en la que no existía google para buscar datos, ni se podían visionar los partidos con sólo apretar un botón. Así que el único medio que tenía el ilustrado periodista bilbaíno eran los archivos de TVE. E ir comprobando, uno por uno, si todos los goles de ese maravilloso y acrobático delantero habían sido a un sólo toque. Y, claro, comprobó que no sólo era increíble, sino que además el dato era cierto. Con el añadido de que los 5 goles siguientes, increíblemente, también fueron «ejecutados» con un sólo y sutil toque. Sin palabras, 38 goles seguidos en una liga marcados a un toque, sin necesidad de controlar el balón.
Con esta hazaña pudimos corroborar que un «killer» no necesita tener otras cualidades que no sea la de tener olfato de gol. Cuantas veces hemos visto jugadores que juegan en punta, con muchas cualidades técnicas, que maravillan en cada entreno, pero que luego en los partidos no ven puerta ni a la de tres. Por eso es lo que más se paga en el fútbol hoy día, porque ese instinto goleador se tiene o no se tiene. Y es que al final todo se resume en las palabras de la «Saeta Rubia«: «lo importante en el fútbol es que entre la bolita». Y es lo que hizo el joven jugador de la cantera del CD Badajoz, Santiago Müller -esperamos que su próxima aparición sea con su ilustre apellido en la camiseta-. Saltar al campo con tan sólo 18 años y marcar su primer gol en el primer balón que tocaba en el partido y en el día de su debut como blanquinegro. Y de eso viven los delanteros, del gol.
En ese partido que desatascó el joven jugador argentino, pudimos ver dos caras bien diferenciadas del equipo de la capital del Guadiana. Una, en la primera parte, en la que vimos a un Badajoz espeso que fue incapaz de dominar el partido y hacer circular el balón con fluidez, especialmente en su medio campo. La falta de un delantero de verdad arriba, hizo que no hubiera una verdadera referencia. Y fue incapaz de provocar ocasiones claras. Con el añadido de un fallo «grosero» en la jugada del primer gol encajado. La otra cara, la de la segunda mitad, fue bien distinta. Bien es cierto que al Badajoz lo metía de nuevo en el partido un fallo imperdonable del guardameta del Rayo Majadahonda. Y a partir de ahí, y con la incorporación de un 9, sí pudimos ver la versión buena del conjunto de los «lobos».
Es, sin duda, un conjunto muy luchador, que compite hasta el último minuto y, por qué no decirlo, no está exento de calidad en su plantilla. Y así pudimos ver a un Calderón excelso -en el segundo gol no da un centro sino un pase de alta precisión-. Que nos da una idea del potencial del jugador almanseño. Y es que en esos minutos, si somos sinceros, mereció mucho más el Badajoz. Con ocasiones clarísimas de gol. Y esa es la forma y manera con la que deberá afrontar el partido de mañana en el Cívitas Nuevo Vivero. Hemos podido comprobar una temporada más que para ganar cualquier encuentro en esta Primera Federación, cada equipo tiene que dar su mejor nivel para llevarse el botín y los 3 puntos. Además también tendrán que dejar de equivocarse los árbitros con el conjunto extremeño. Pues una jornada más vimos como le hacían un gol con la mano y no le pitaban un penalti sobre su mejor jugador el domingo pasado, Calderón.
Además de todo esto, los locales tendrán enfrente a un equipo que viene herido de la jornada anterior. Y es que el Algeciras CF viene de perder en el Nuevo Mirador frente a la Cultural Leonesa. En un partido donde no mereció tanto castigo. En un encuentro de ida vuelta con muchas ocasiones, pero bastantes más y más claras para los algecireños. Y es ahí donde cojea un poco este conjunto centenario. En la falta de gol en este principio de temporada. Con sólo dos tantos anotados en su única victoria y con el casillero en blanco en los dos encuentros donde salió derrotado.
Bien es cierto que han renovado la mitad de la plantilla, con hasta 12 incorporaciones. Entre ellos a delanteros de nivel como Elejalde, procedente de Las Palmas, o Mizzian, procedente del Real Betis. Y centrocampistas de calidad como Unai Veiga, procedente también del equipo insular. O centrales de categoría como Amoah, procedente del Real Valladolid. Con todo esto, sin duda, el conjunto andaluz que entrena el ovetense Iván Ania -que, por cierto, no podrá sentarse en el banquillo mañana, por una sanción de 2 partidos-, ha hecho un esfuerzo mayúsculo para confeccionar una plantilla lo más competitiva posible. Su inicio ha sido irregular, pero sin duda estamos ante un conjunto que dará mucha guerra esta temporada.
Únicamente le falta, de momento, gol. Eso que le sobró en el año 1990 al delantero centro mexicano, Hugo Sánchez. Que fue capaz de marcar la friolera de 38 goles. Y no conforme con eso, el legendario nueve azteca los hizo, todos y cada uno, a un sólo toque. Él nunca tuvo la necesidad de hacer regates endiablados, ni cabalgadas épicas, ni alardes técnicos magistrales en cada entreno. Al «Macho» le bastaba su instinto goleador. Ya saben: «lo importante es que entre la bolita».