Hace al menos 2 años, Independiente atraviesa una crisis política y económica muy grande. Un club, que incorpora (cuando puede) mal, paga muchos sueldos que no se ven reflejados en el juego y cada tanto cae una nueva deuda. La última, (por el incumplimiento de pago de Gastón Silva) que además llegó con la sanción de FIFA de no poder incorporar el próximo mercado de pases, fue la gota que revalso el vaso en este mal momento que atraviesa el club.
El mal funcionamiento sumado a los malos resultados hicieron dudar la continuidad de su DT, Julio César Falcioni, que había llegado a su tercer ciclo en el club sin la aprobación de la mayoría de los hinchas. ¿Por qué? Había sido despedido hacía apenas 8 meses, también por malos resultados. Dirigió a Colón en Copa Libertadores y también le fue mal. Por eso es inentendible que vuelva a tomar el cargo de técnico en un club tan grande.
Uno de los puntos más bajos (sino el peor) de este tercer ciclo fue la derrota 3-1 con Gimnasia en La Plata. Si bien comenzó ganando, jugó un muy mal partido y se fue derrotado dando una imagen pésima. En la semana, el entrenador de 66 años habría presentado la renuncia ante la comisión directiva, que no fue aceptada con una condición: debía ganarle a Aldosivi para continuar en el cargo.
Ese jueves Independiente recibía a un necesitado “tiburón” en el estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini. Fue victoria 3-0, con un muy buen partido de quien comenzará a tomar un papel preponderante en el equipo: Leandro Fernández .
Estos tres puntos fueron respaldados por otro triunfo 4 días después, 1-2 a Sarmiento de visitante, otro partido que comenzaría perdiendo pero gracias a una rafaga de “leanlove”, los puntos se iban para Avellaneda. Luego llegaría el más importante, con Vélez en Jujuy por Copa Argentina, el torneo que ilusiona a los rojos. Le ganó 2-0, con buen fútbol y eficaz de cara al arco. Gran partido otra vez de Leandro Fernández convirtiendo un gol a 20 metros del arco. Con este triunfo, Independiente avanzó a cuartos de final, donde enfrentará a Talleres el miércoles 28 desde las 14. Si gana, jugará con el vencedor de Banfield – Godoy Cruz y en el caso de llegar a una final con Boca, le bastaría con perder para estar en la próxima Copa Libertadores, el gran objetivo del “rey de copas”.
El último partido ganado fue con Unión, en Santa Fe, por 1-0. El gol lo hizo su capitán, Lucas Romero, en el comienzo del segundo tiempo. Pero no fue una victoria redonda. Se fue lesionado su goleador, Fernández, que por un problema muscular se retiró en camilla. El delantero sumó 4 goles en estos 4 partidos y fue el estandarte de la delantera roja. Veremos si con su lesión se va la racha, el próximo sábado desde las 20.30 en Avellaneda, con Newells.
