El pasado mercado de fichajes ya es agua pasada en el Sporting. Hay un consenso bastante generalizado de satisfacción con el equipo que la dirección deportiva y el club lograron conformar a pesar del complejo presente económico de la entidad. Un total de once fichajes para reforzar todas las líneas, salvo la portería. Cinco fueron para la defensa, uno para el centro del campo, tres para las bandas y posiciones intermedias y dos para la punta del ataque. Pero lo cierto es que un duodécimo fichaje estuvo muy cerca de darse.
Ese hubiese llegado para la defensa, más concretamente para el lateral zurdo. En esa demarcación llegó Cote en el mercado, volviendo a casa más de una década después. Pero desde el club se buscó un segundo efectivo. Se llegó a alcanzar un principio de acuerdo en la última quincena del mercado con un lateral zurdo cuyo nombre, por ahora, no ha trascendido. Solo se conoce que sería del mercado nacional y no una apuesta poco conocida en el extranjero. Hasta aquí, más de una fuente ha confirmado a este medio esa negociación, pero los siguientes pasos difieren.
Con esa negociación encauzada y la liga ya empezada, pues el Sporting ya había jugado como mínimo su primer partido en Anduva, todo se detuvo por razones desconocidas. Por alguna razón, el planteamiento cambió y bien el club, el propio Abelardo o ambas partes en consenso, decidieron apostar por Diego Sánchez como alternativa y recambio a Cote. Además, también se cuenta con Pol Valentín como alternativa llegado el caso.
Ese fichaje para el carril zurdo quedó completamente descartado. Los esfuerzos en los días finales de mercado se centraron en cerrar la defensa; para donde llegó Axel Bamba, y la delantera; donde llegó Uros Milovanovic. Dos fichajes para los que, gracias a no incorporar ese lateral zurdo, el Sporting tuvo un mayor margen económico de maniobra.