Hay un refrán muy manido que dice «cuando el río suena, agua lleva». En este caso son ya muchos meses los que en diversos medios se habla de un fuerte interés, cada vez más creciente, de varios clubes interesados en Martín Zubimendi (San Sebastián, 2 de febrero de 1999). Con el FC Barcelona a la cabeza, que ha identificado en el donostiarra al potencial relevo de Sergio Busquets en sus filas, son ya muchos ‘rumores’ sobre un jugador que cada vez tiene más impacto en el Reale Arena.
A sus 23 años, Zubimendi tiene contrato actualmente hasta 2025. Su última renovación, en 2020, subió la duración del contrato hasta el 30 de junio de ese año y su cláusula de rescisión en 60 millones. Entonces en la Real ya sabían del potencial y de los muchos ojos que se ponían en su mediocentro; por aquellas fechas aún con el cartel de promesa emergente. Pero ahora, dos años más tarde, ya no es una promesa emergente, sino uno de los mediocentros de mayor presente y futuro de LaLiga. Y la Real lo sabe y como tal prepara un nuevo ‘blindaje’.
Más años y más cláusula para disuadir a varios equipos
Una nueva renovación que estaría ya, según informa Diario Vasco, bastante avanzada y que el club pretende cerrar con su firma próximamente; sin una fecha clara, pero siempre antes del mundial. Y es que son conocedores en la Real de que el mediocentro es seguido de cerca por Luis Enrique, con su inclusión en las prelistas de 45 ó 50 jugadores previas a las definitivas. Ir de nuevo, pues su debut ya llegó en 2021 en aquel encuentro frente a Lituania que España tuvo que jugar con la sub21 por el aislamiento por la COVID-19 previo a la Eurocopa, aumentaría su caché y la Real quiere estar preparada.
Ese blindaje busca subir los años de contrato de Zubimendi en Donosti y aumentar esa cláusula de rescisión. Sabe que así no podrá impedir tampoco su salida, pero sí que reforzará su posición en el mercado. La fama de duros negociadores de la Real es conocida en Europa, más aún tras el traspaso de Isak. De ahí que si el club cierra este acuerdo con el pivote donostiarra hará que alguno de los que se han interesado en él se caiga y el que lo intente, tendrá que venir con mucho dinero por delante como ocurrió con Isak.