Tras el parón de selecciones, el líder de La Liga Santander recibía en su feudo al C.A. Osasuna, la gran revelación de lo que llevamos de competición liguera. Las aspiraciones del Real Madrid pasaban por llevarse los tres puntos de este encuentro para mantener el liderato de la Liga, mientras que los rojillos visitaban Madrid con la intención de asaltar el Santiago Bernabéu, algo que sucedió por última vez allá por 2004.
Tras unos primeros compases en los que ambos equipos se tantearon, los de Carlo Ancelotti comenzaron a dominar el devenir del encuentro, acercándose cada vez más al área de los rojillos. Antes del minuto 6, Rodrygo estuvo a punto de rematar un centro lateral con mucho peligro.
Sin embargo, el dominio blanco no terminaba de materializarse en ocasiones claras de gol. De hecho, avisó en primera instancia el conjunto navarro con un golpeo que se marchó al lateral de la meta de Lunin. El partido no terminaba de coger el ritmo que buscaban los locales, que protestaron mucho por una jugada en la que Cuadra Fernández señaló falta cuando Vinícius se disponía a encarar portería.
Mientras que el conjunto blanco no se terminaba de encontrar sobre el verde, los visitantes se sentían cada vez más cómodos. Pasado el ecuador de la primera mitad, Vinícius se encontró por primera vez con una ocasión de peligro. Sin embargo, su chat salió centrado, directamente a las manos de Herrera.
Tras esta ocasión, el conjunto blanco volvió a tomar las riendas del encuentro, dejando atrás las dudas de los últimos tramos, volcando su fútbol sobre el área rival. No obstante, al contragolpe, los de Arrasate lograron sorprender a los merengues, con una jugada que pilló a la zaga descolocada, y terminó con un golpeo de Abde que se marchó rozando el palo derecho de la meta de Lunin.
El conjunto de Carletto respondió prácticamente de inmediato, tras una genialidad con la que Vinícius dejó atrás a su par, y puso desde el perfil izquierdo un centro que encontró a Benzema, que, con una volea, puso el balón rozando la escuadra de la meta rojilla.
Cuando agonizaba la primera mitad, Vinícius, quien más lo había intentado durante la primera mitad, se encontró el gol casi sin querer: un balón colgado desde el perfil izquierdo, que no encontró rematador, terminó sorprendiendo a la zaga navarra y colándose en las mallas.
Una segunda mitad con un guion distinto
Tras el tardío gol blanco, el guion de la segunda mitad tomó un rumbo totalmente opuesto. El conjunto navarro salió con una intención mucho más ofensiva que en la primera mitad, pero sin llegar a incomodar a Lunin. Sin embargo, apenas cinco minutos después del pitido inicial, Kike García logró batir a Lunin con un gran cabezazo tras un centro lateral.
No tardó Ancelotti en mover ficha, y es que apenas tres minutos después del gol, Fede Valverde y Camavinga entraron al terreno de juego, dando un lavado de cara total a la medular blanca. Los cambios surtieron un efecto inmediato, ya que el conjunto blanco empezó a ejercer una altísima presión que asfixiaba a los rojillos.
Y la primera clara para los locales llegó con una falta pegada a la frontal del área, que mandó Alaba rozando el larguero. El dominio ya era absoluto, y la siguiente clara se la apuntó Rodrygo, que tras un gran balón filtrado por Benzema, se plantó en el área, aunque lanzó el esférico por encima del larguero.
Con los minutos el efecto de los cambios se fue diluyendo, y los visitantes volvieron a reducir la asfixiante presión del Madrid, que seguía dominando el juego, pero sin amenazar la meta de Herrera. Al ver que los cambios no habían sido suficiente para volver a ponerse por delante, Ancelotti dio entrada a Asensio y Militao.
Alcanzado el último cuarto de hora del encuentro, el Osasuna resistía ante las constantes acometidas blancas. Hasta que en un balón lateral, Karin Benzema fue derribado en el área. A pesar de que Cuadra Fernández no señaló la pena máxima en primera instancia, Estrada Fernández lo corrigió desde el VAR, y David García fue expulsado. Sin embargo, el propio Benzema, que se encargó de lanzar el penalti, los mandó al larguero.
Inmediatamente después, tras una carambola, Benzema sí acertó a colocar el esférico entre los tres palos. Sin embargo, se encontraba en posición incorrecta, por lo que el gol fue anulado. Con uno más sobre el césped y 10 minutos por delante, el juego se volcaba sobre el área rojilla. Y para echar más leña al fuego, Ancelotti dio entrada a Mariano.
En los cinco minutos de descuento, el conjunto blanco atrincheró en su área al Osasuna, y Mariano estuvo cerca de vestirse de héroe con un testarazo. Sin embargo, las acometidas fueron en vano, y el Real Madrid se dejó por primera vez puntos en lo que va de temporada, echando aún más leña al fuego de cara al Clásico que tendrá lugar en dos semanas, mientras que el Osasuna se convirtió en el primer, y de momento único equipo capaz de frenar al vigente campeón.