El Sevilla se la juega con su entrenador sentenciado

Pocas situaciones más surrealistas se han dado en el mundo del fútbol como la que se producirá durante la noche del miércoles en el banquillo local del Ramón Sánchez-Pizjuán. Un entrenador totalmente sentenciado como Julen Lopetegui, conocedor incluso de que su sustituto (Jorge Sampaoli) ya anda por la capital hispalense y de su más que probable destino inmediato (los Wolves ingleses), debe sentarse en su butaca habitual hasta el momento y ayudar al que será pronto su exequipo, el Sevilla FC, a sacar adelante un partido de máxima exigencia e importancia, ante todo un Borussia Dortmund, para mantener vivas las opciones sevillistas de pasar la fase de grupos de la Champions, un objetivo primordial para el bienestar, sobretodo, económico del club.

¿Cómo llegan los equipos?

Por la situación ya explicada del técnico vasco se puede intuir que el momento que atraviesa el Sevilla no es precisamente positivo. Las terribles sensaciones de principio de temporada, a pesar de esos dos resultados positivos ante el Espanyol (victoria por 2-3) y el Villarreal (empate a uno en casa de un rival directo), no se han sino confirmado a la vuelta del parón, con una derrota en en el Ramón Sánchez-Pizjuán (donde aún no ha ganado el cuadro andaluz) por 0-2 contra el Atlético de Madrid, dando una sensación de nulas ideas en la parcela ofensiva y una escandalosa debilidad defensiva, especialmente en forma de regalos y desconexiones mentales de defensas como los jóvenes Kike Salas, Carmona o Nianzou.

Así las cosas, los blanquirrojos están obligados a ganar si no quieren olvidarse de conseguir ese segundo puesto que en teoría debía disputarse con su rival de este miércoles para pasar de ronda, estando con un solo punto, igualado con el Copenhague y a dos del propio Dortmund. Para ello, debería ayudarse de la seguridad que hace no tanto transmitían jugadores como Bono (que parece «desnudo» sin Diego Carlos y Koundé) o Fernando Reges (que sigue arrastrando molestias) y de la creatividad de mediocampo hacia adelante de futbolistas como Isco Alarcón (algo apagado el pasado sábado tras cuajar muy buenos encuentros), Papu Gómez o Erik Lamela.

El Sevilla presenta las bajas de Tecatito Corona (lesionado de larga duración), Karim Rekik (con una rotura fibrilar en el bíceps femoral desde el pasado sábado), Marcao (aún sin el alta médica por su lesión) y Óliver Torres (excluido por Lopetegui de la lista Champions).

Por otro lado, el Borussia Dortmund tratará de aprovechar la actual debilidad de su rival al llegar en una situación bastante más asumible, al encontrarse cuarto en la tabla de la Bundesliga, empatado a 15 puntos con el Bayern y a sólo dos del sorprendente líder FC Union Berlín. No obstante, los pupilos de Edin Terzic saldaron su último encuentro doméstico con derrota (3-2) tras un partido loco ante el Colonia, en el que los tantos de Brandt y Schmitz no fueron suficientes; y donde se reflejaron tanto las virtudes como los defectos del conjunto teutón.

Y es que los alemanes cuentan con un gran talento ofensivo con jugadores como Karim Adeyemi (que ya causó pesadillas al Sevilla el año pasado siendo jugador del Salzburgo en esta misma competición), Brandt, Thorgan Hazard o Moukoko; sin embargo, adolece de carencias defensivas que ya ha demostrado en varios encuentros en el presente curso, encajando tres goles hasta en tres citas ligueras distintas.

Edin Terzic, por su parte, deberá lamentar hasta seis bajas, concretamente las del capitán Marco Reus (rotura de ligamentos del tobillo), Hummels (acatarrado), Marius Wolf (problemas circulatorios), Giovanni Reyna (problemas musculares) y Mateo Morey (lesión de larga duración en los meniscos).

El árbitro

El encargado de dirigir el encuentro será el colegiado italiano Maurizio Mariani, que será asistido desde el VAR por el francés Jerome Brisard.

Mariani apenas ha arbitrado tres encuentros en las competiciones europeas más importantes (dos de Champions y uno de Europa League); y en ninguna ocasión lo ha hecho con ninguno de los dos equipos que ser verán las caras el miércoles.