El Deportivo no encuentra el camino
Los coruñeses se pelean con el gol en Matapiñonera y suman un punto que no le soluciona nada
Rayo Majadahonda y Deportivo empataron en un partido con dos caras muy diferentes. Ambos necesitaban la victoria y finalmente tendrán que conformarse con un punto cada uno. Buenas noticias para un Majadahonda que vuelve a sumar; malas para un Dépor no consigue la victoria en casa del antepenúltimo clasificado.
El primer tiempo no pudo ser más aburrido a ojos del espectador. Sin apenas ocasiones, el encuentro discurrió sobre todo en el campo de los locales, que concedieron el dominio de balón a unos coruñeses que no tienen ideas cuando se acercan a la zona de tres cuartos. Los intentos deportivistas se diluían por las bandas a través de centros sin remate y diversas imprecisiones que impedían al juego ganar ritmo.
Solo fue capaz de ponerle algo de picante al partido David Rodríguez. El delantero majariego dispuso del único acercamiento de la primera mitad en un balón al espacio. Corrió el ex del Racing de Ferrol pero su remate se encontró con la pierna de un Edu Sousa que hoy sustituía a Ian Mackay bajo los palos. Sin más ocasiones se llegaba al tiempo de descanso. Necesario en vista de la poca fluidez de ideas de los futbolistas.
Un Dépor mejor tras el descanso
La segunda parte permitió mejorar las sensaciones de los herculinos. Tras el paso por los vestuarios se vio a un equipo con más hambre que lo intentó de diversas formas para conseguir un gol. Aún así, la falta de efectividad e ideas arriba sigue caracterizando a un equipo que no encuentra su juego en este inicio de campaña.
El primero en probar suerte fue Kuki Zalazar con un tímido remate desde la frontal. Detuvo sin dificultad Lucho García, que hoy se veía las caras con el que hace dos temporadas fue su equipo. Con más peligro se atrevió Rubén Díez. El centrocampista maño, cuyo buen golpeo le caracteriza, a punto estuvo de encontrar la escuadra desde fuera del área. Su disparo se fue abriendo hacia fuera y no encontró la red.
Una preocupante falta de gol
Pero no serían esas las ocasiones más claras del conjunto dirigido por Borja Jiménez. De nuevo Kuki buscó el gol, esta vez de cabeza. A diferencia del intento anterior, este fue más peligroso y acabó en el palo derecho del arquero colombiano. Metía el miedo en el cuerpo de los locales.
En el tramo final del partido apareció Yeremay, ingresado desde el banquillo. El joven jugador canario puso a prueba a un Lucho que tuvo que lucirse para evitar el tanto blanquiazul (hoy de verde). El buen hacer del guardameta y la falta de puntería coruñesa dejaron el marcador igual que al principio del encuentro. Un empate a cero que da esperanza al Rayo Majadahonda pero deja algo más tocado a un Borja Jiménez con cada vez menos crédito en Riazor.