El Leipzig está obligado a superar sus miedos si es que desea augurarse un gran futuro en la UEFA Champions League. Con opciones manifiestas de alcanzar las rondas eliminatorias, los teutones deberán tomar valor en una nueva visita a Glasgow. Allí les espera un Celtic que ya fungió como verdugo en su momento y ansía hacerlo otra vez para entrar en la pole del grupo F. No hay termino medio en un enfrentamiento que es de vida o muerte.
Sin pausas y sí con prisas
Desde el año pasado, el Leipzig está atravesando por muchos tumultos Sin encontrar rumbo con Marsch, a ganar el primer trofeo de su historia (Pokal 21-22) gracias Tedesco y, ahora, iniciando una nueva guía de la mano de Rose. El reencuentro del entrenador germano con el equipo de la Red Bull (estuvo de 2013 hasta 2019 en el Salzburgo) se centra en lograr un efecto inmediato. Así las cosas, mientras en Bundesliga la cuestión está por verse (10°), la Copa de Europa se convierte en la principal preocupación de los ‘toros’. Fallar por segundo curso seguido en la liguilla conllevaría un daño severo. Aunque, menesteres aparte, no deben olvidar que todo cambio requiere un proceso. «Por supuesto, aún tenemos que agregar algunos porcentajes de actitud, disposición y entusiasmo», aseveró Rose.
Sin embargo, parece que el tiempo resulta ser otro obstáculo para el técnico una vez que su club ya se acostumbro a estar en la élite. Lo mismo puede percibir su homónimo. Un Postecoglou que es fiel creyente de que crecer y desarrollarse es la mejor ruta para llegar a la cima. «La gente quiere dar pasos muy rápido. Ganar juegos a este nivel no sucede de la noche a la mañana», afirmó el australiano en la previa. Aunque, hay que decirlo, la realidad de entidades con historia, como es el Celtic, son exigentes. Sobre todo en un regreso a la Liga de Campeones, tras cinco campañas de ausencia, que no está siendo gratificante. El campeón escocés desearía contar en Europa con su misma racha en la Premiership -líder con 24 puntos, 8 victorias y apenas una derrota-. El salto cualitativo es grande.
A alejar fantasmas
No obstante, por lo visto en el campo, los ‘Celts’ no dan nada por perdido. Ante el Real Madrid (0-2), Shakhtar Donetsk (1-1) y el Leipzig (3-1), los británicos han hecho gala de su juego vertiginoso, directo y volátil. Similitudes que comparten con unos germanos contra los que protagonizaron, según sus preparadores, un ‘choque salvaje’. Si bien el primer round aventajó a la escuadra de la factoría ‘RB’, el segundo pinta no tener predicción de volver a jugar ambos a todo voltaje. Cuenta para ello el Celtic con todas sus armas, a excepción de Starfelt, Turnball y McGregor. No así su oponente alemán, que acumula ausencias de peso en todas sus líneas: Olmo, Laimer, Klostermann, Halstenberg -a última hora- y Gulácsi -K.O el resto del curso-.
Inmensos contratiempos que complican la misión del conjunto del este de Alemania por conquistar una ciudad de Glasgow que se les hace esquiva. De hecho, es el lugar donde han sufrido sus peores hecatombes en el continente. A la remontada que le propició el Rangers en la semis de la ex Copa UEFA de la temporada pasada (3-2 global), se le suma la del propio Celtic (2-1) en la cuarta fecha de la fase de grupos de la Europa League 18-19. Dos vivencias dolorosas en el corto expediente de unos ‘toros’ dispuestos a dar por terminada su ‘maldición’. Acercarse al umbral que separa a los mortales de los titanes del fútbol europeo reclama una demostración de valentía y ascensión. El Leipzig premura dejar del lado sus traumas si anhela recuperar su lugar en la élite europea.
Ficha técnica |
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| Celtic: Hart; Juranovic, Carter-Vickers, Welsh, Taylor; O’Riley, Hatate; Abade, Haksabanovic, Jota, Furuhashi. | |
| Leipzig: Blaswich; Simakan, Orbán, Gvardiol, Raum; Schlager, Kampl; Szoboszlai, Nkunku, Werner, André Silva. | |
| Árbitro: Halil Umut. | |
| Estadio: Celtic Park, Glasgow, Escocia. |
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