Tiene fama, merecida, LaLiga SmartBank por ser una competición cruel, despiadada y muy, pero que muy, igualada. Desde hace ya muchos años, los equipos sufren por lograr su objetivo en una categoría donde la mitad de sus contendientes, o incluso más algún año, pelean por ascender y otro buen puñado de ellos por no caer a las fauces del infierno que es el fútbol no profesional.
Pero lo que también es habitual es que siempre haya algún equipo que tenga un gran comienzo y sea el claro destacado aunque luego no llegue a pelear ese ascenso. Mismamente el pasado año le pasó al Sporting, que tras un gran inicio acabó desplomándose y sufrir por mantener la categoría. Otros, por el contrario, se afianzan en esa parte alta y ya no se caen de ahí. Un ejemplo de ésto son Espanyol y Mallorca en la campaña 2020/2021.
Lo que desde luego no es habitual es que tras nueve jornadas en las ocho primeras posiciones solo hay tres puntos de diferencia. LaLiga SmartBank es una liga igualada, pero no acostumbra a serlo tanto como esta edición está siendo. Porque el liderato que ostenta el Alavés, con 18 puntos, es el puntaje más bajo de un líder desde que en 1995 las victorias pasaron a tener valor de tres puntos. Un ‘honor’, eso sí, que no es solitario, pues lo comparte con otros cinco equipos.
En las campañas 2017/2018 (CA Osasuna, que no ascendió), 2009/2010 (Real Sociedad, que ascendió), 2001/2002 (Atlético de Madrid, que ascendió), 2000/2001 (Córdoba CF, que no ascendió) y 1997/1998 (Extremadura UD, que ascendió), los líderes también sumaban 18 puntos. Todo ellos, además, con el mismo balance de cinco victorias, tres empates y una derrota. Tres de ellos ascendieron y dos acabaron finalmente en la zona intermedia de la tabla. En las manos del Alavés está a que grupo se unen.