Euforia y decepción: El Barcelona empata ante un Inter con carácter

Previa

Los conjuntos de Xavi Harnández y Simone Inzaghi se volvían enfrentar en una emocionante quinta jornada de UEFA Champions League con un pre-partido muy caliente en los alrededores del estadio de la ciudad condal.

Los aficionados ‘culers’ animaban el partido con cánticos y bengalas a las afueras del ya antiguo ‘Nou Camp’ y, desde los autobuses, los jugadores no tenían más que aceptar que vivirían un encuentro con muchas emociones y sobre todo marcado por la derrota blaugrana en San Siro el pasado martes.

El FC Barcelona llegaba al partido tras vencer al Celta de Vigo en casa por 1-0. Un partido lleno de autocrítica, con una mala actuación en la segunda parte que dejaría una sensación agridulce para llegar a un buen nivel contra el Inter de Milán.

El partido en Italia dejó huella en los barcelonistas, que llegaban hoy con la esperanza de reivindicarse (de nuevo) en Europa y no ver un fiasco como el de la temporada pasada. Así se calentaba el ambiente en un estadio a rebosar y con mucha incertidumbre.

El Inter de Milán de Inzaghi, también venía de ganar en su liga, la Serie A. Vencían al Sassuolo en casa y seguían la buena dinámica que había perdido un equipo con tanto carácter y que esta temporada quiere pelear por hacer un buen papel en todas las competiciones.

Los ‘neroazzurri’ llegaban a Barcelona presionados por los aficionados, pero con las ideas muy claras y con ganas de seguir con su buen juego, ya pensando en la posibilidad de estar en octavos de la gran competición.

Primera parte

Ambos equipos empezaban en un ambiente muy cargado en el Spotify Camp Nou. La tensión podía cortarse con un cuchillo, y ambos conjuntos, catalanes e italianos, se dejarían la piel en el campo.

El Barcelona sería el que prendería la mecha con varios ataques que se perdían en el córner, y el Inter respondía con dos contragolpes con Lautaro Martínez colándose entre Èric y Piqué que tampoco llegarían a nada, pero que ya dejarían claras las intenciones.

En una jugada a balón parado, el Inter dejaría sin respiración a todo el Spotify Camp Nou con una acción de Dzeko que acabaría en el travesaño, seguido de un contraataque que salía por la línea de fondo de André Onana.

Todos los jugadores que estaban en el campo notaban la tensión y, sin duda, pasaba factura en las jugadas que en los primeros minutos se notaban muy erróneas. El ejemplo de ello era Ousmane Dembélé, que se encaraba con los jugadores del Inter en acciones innecesarias, pero que dotaban al partido de un ambiente diferente y emocionante.

El Barcelona dedicaría sus fuerzas a bombardear el área de Onana, que tendría poco trabajo durante unos minutos. Pero dos paradas poco después eran claves para mantener el resultado 0-0.

Gavi se equivocaba (a pesar de que siempre había rectificado siempre durante el partido) y dejaba espacio a un Dumfries que hacía mucho daño en el carril de Marcos Alonso. Ter Stegen acababa la acción parando el balón con su pecho en una gran intervención.

El Spotify Camp Nou seguía de pie para ver como su equipo comenzaba a reaccionar a los ataques constantes del Inter, y de nuevo paraba Onana en dos tiempos una acción de Sergi Roberto a la que no llegaba Lewandowski.

Una muy buena acción de Lewandowski dejaba a Raphinha solo con un centro al pie, y el brasileño lo enviaba al córner en una ocasión clarísima para los ‘culers’. De nuevo, el estadio en pie.

Sin duda empezaba a ser desequilibrante el Barcelona, lo que no pudo ser en San Siro estaba siendo en el Spotify Camp Nou.

Dembélé, Raphinha, Pedri y Lewandowski, los principales culpables.

La tendría Pedri en los instantes finales de la primera mitad, en una acción extraña con Onana, que acabaría despajando el esférico de su área.

Ousmane Dembélé, después de tanto esfuerzo, reventaba el balón contra la red del Inter en una muy buena acción de Raphinha, que dejaba el balón perfectamente puesto para que Sergi Roberto asistiera y el Barcelona se adelantara.

El Inter buscaba reaccionar y el Barcelona mantener un partido trepidante. Y entre la tensión, Raphinha casi encajaba un balón a la escuadra en una acción muy rápida y que por poco no significaba el 2-0.

Destacaba cerca del minuto 45 la presión altísima de un Barcelona muy diferente del que salió de Milán. Y el Inter, al contrario, comenzaba a desbordarse mientras Inzaghi recriminaba las acciones a sus jugadores.

Szymon Marciniak añadía 4 minutos al encuentro, equilibrando las pérdidas de tiempo de André Onana durante el primer tiempo.

Terminaba una muy intensa primera parte con un Inter desconcertado y un Barcelona seguro de sí mismo en Europa, algo que buscaba recuperar y que no veíamos desde el encuentro ante el Viktoria Plzen (5-1).

Segunda parte

Comenzaba con el mismo ritmo el Barcelona, pero llegaría el empate de Nicolò Barella en un error de marcaje de Gerard Piqué que definiría el italiano en la portería de Ter Stegen.

El partido volvería a la misma dinámica con la que comenzó, con un Inter presionando y muy atento a los errores defensivos, y un Barcelona que lo seguía intentando con los extremos y con Lewandowski como referencia.

Entre Çalhanoglu y Barella asustaban al Barcelona, y entre Pedri, Dembélé y Lewandowski apretaban al Inter. El partido era, al minuto 60, un equilibrio de poderes.

Una muy buena acción individual tensaría a todo el Inter de Milán, pero todo seguía su ritmo: Un «batiburrillo» de ocasiones para ambos conjuntos concentrado en las bandas con Dumfries y los extremos blaugranas como protagonistas.

Toda la emoción se venía abajo con el gol de Lautaro Martínez. El balón del punta argentino chocaba con los dos palos, dándole esperanzas a un Ter Stegen que no podía hacer nada más que mirar como entraba el 1-2 en su portería.

El Spotify Camp Nou, en el momento más bajo del partido. Ni las entradas de Ansu Fati o Frenkie De Jong ayudaban, al parecer.

Era notable la desconcentración de los jugadores de Xavi Hernández, que a diferencia de la primera parte, estaban completamente desposicionados y descentrados del partido. Aunque lo intentaban, los ‘culers’ no daban con la tecla para enfrentar a un Inter totalmente encerrado atrás, esperando a rematar al Barcelona en la contra.

Lewandowski daba el toque dulce al partido con un buen gol, que saldría anulado de a sala VAR, agriando la noche a la ciudad condal.

El Inter agregaba gente a la defensa con la intención de aguantar el resultado, y el Barcelona lo probaba de todas las maneras posibles. Ni siquiera el ‘9’ polaco, goleador nato, podía hacer honor a su apodo.

Dembélé, asfixiado a diez minutos del final, lo probaba con una (casi) perfecta acción individual que fallaba solo ante Onana.

Aun así, el fallo de Ousmane lo arreglaba Lewandowski dos minutos después. Un gol que daba los ánimos suficientes al Barcelona y que era necesario, como agua en un desierto.

Animaba el Spotify Camp Nou y alentaba a un equipo que no parecía haberse rendido, sino haberse desconectado de un partido clave en esta fase de grupos, encarando ya al FC Bayern como próximo reto a superar.

El Barcelona ya había observado en la primera parte como Lautaro se libraba fácilmente de sus defensas, más de dos veces lo había hecho el internacional argentino. Y aun así, de nuevo, Lautaro se deshacía de su marca y ponía un pase milimétrico para Robin Gosens, que no fallaba.

En el descuento, cuando todo parecía perdido, aparecía Robert Lewandowski para empatar y poner el 3-3. A falta de 4 minutos, el partido seguía latiendo.

Las últimas acciones ya eran una intentona desesperada de desequilibrar la balanza, para los milaneses o los barceloneses, pero el partido parecía morir en un córner que sacaría el Inter en el minuto 90+6.

Inzaghi saldría expulsado por protestar y Marciniak pitaba el final.

Conclusiones

Para nada era el resultado que se esperaba en la ciudad condal. Un partido con mucha tensión pasaba factura al Barcelona, que con una presión muy alta perdonaría goles inéditos con errores muy inocentes.

El Inter, un equipo que tiraría de calidad y la potenciaría con su carácter italiano, no perdonaba y dejaba con la miel en los labios a un Xavi Hernández que salía decepcionado del estadio.

Lo único que ahora mismo pueden sacar los blaugranas de este partido es que Europa es, sin duda, su tacón de Aquiles, y que la solución debe llegar rápido si no quieren caer ante todo un Bayern, que ya les espera en la sexta jornada.

A destacar el partido de Lautaro Martínez, que se sitúa como un excelente delantero en el panorama europeo (si no lo era ya), y de Pedri González, que ha dado una exhibición (otra) con tan solo 19 años.

Robert Lewandowski, Dembélé y Gavi, también han estado presentes y han marcado las diferencias, pero el Barcelona en general aun necesita mejorar.