La Juventus no tiene milagro
El celestial Maccabi Haifa somete y humilla (2-0) a un insuficiente equipo de Allegri que queda virtualmente fuera de la Champions League.
La Juventus ha tocado fondo en la UEFA Champions League. Los italianos casi que han mandado al limbo sus chances de clasificarse a los octavos de final después de caer estrepitosamente (2-0) ante el Maccabi Haifa. Indomable y firme, el campeón israelí no tuvo reparo alguno en sacarle las costuras a una escuadra que tambalea de pies a cabeza. Su sentencia es irreversible.
A respetar la casa
Las cuentas estaban claras. Habiendo cumplido en Turín, la Juventus debía volver a repetir plato en Haifa sin más. Aunque los ‘bianconeros’ también estaban advertidos del panorama que se iban a encontrar. El Maccabi se los recordó tomando el balón y obligando a la zaga rival a trabajar. Szczesny frenó un cabezazo a bocajarro de Pierrot, mientras Rugani y Bonucci despejaban cada centro de Cornud. Con McKennie y Danilo persiguiendo sombras, el galo no sé cansó aparecer por banda izquierda. En una de sus tantas trepadas, Chery y David le limpiaron el camino para que coloque un balón al área que Atzili enchufó (7′). Los ‘verdes’ no eran solo una tropa salida en tromba: su trato futbolístico era digno de admirar. Movilidad constante, progresiones en profundidad y circulación atrapante, los israelíes se gustaban.
El que mejor la pasaba era Chery, indetectable para una Juve que no olía el balón ni podía salir del embrollo. La mayoría de acciones de peligro nacían de las botas del surinamés. Incluido un tiro libre que escupió el travesaño y una transición rápida que Atzili casi concreta. Solamente las incursiones de Di María permitían a los transalpinos dar replica, pero para su desgracia el argentino volvió a lesionarse. Para entonces, las revoluciones habían bajado y empezaron a enseñar sus cartas. La verdad, poco importó. Sin balón el Maccabi era igual de intenso y dominante. Fue así que, en un enésimo robo en campo contrario, Pierrot atrajo miradas y asistió a un Atzili que reventó la red (42′). Todo pudo cambiar con un testarazo furioso de Vlahovic que Cohen repelió y cuyo rechace Milik mandó fuera. Nada le salía a los de Allegri.
‘Bianconeri’ sentenciados
Con su destino ya escrito, poco le valía a la Juventus intentar deshacer su monumental desastre. No les quedaba otra. Rabiot casi sorprende con un desmarque hacia el área del que Lavi tuvo que hacerse cargo. Seguido a eso, Vlahovic falló en el pase de la muerte con Milik y Cuadrado listos para rematar. Frances y serbio nunca le perdieron fe a la causa. Así las cosas, las urgencias de los turineses les hicieron envalentonarse y rodear a un Maccabi que soportaba la avalancha como podía. El gol acechó durante largo rato, mas Cohen se encargó de difuminar cualquier signo de esperanza con otro paradón a Rugani. Una vez contuvo el asedio, el equipo de Bakhar pudo acelerar para sellar su incontestable triunfo. En vez de eso, prefirieron esperar algún error juventino.
Casi les sale el tiro por la culata cuando Rabiot mandó un balón largo hacia Cuadrado, que le ganó la espalda a Sundgren y fue derribado por este en el área. Mateu Lahoz hizo caso omiso. Como para terminar de fulminar toda esperanza de la ‘Vecchia Signora’ por salir vivo del envite. Con lo que la entrada de Kean y Soulé, por más que haya servido para apretar más al contrincante, fue relleno en esta historia. Entre una internada del joven argentino y un disparo de Chery que Bonucci desvío se consumió el tiempo. No sin antes un misil de Milik que Cohen capturó como si una bola antiestrés se tratase. El broche de oro perfecto para una noche gloriosa del Maccabi Haifa. Salvo alguna intervención de poder divino, la Juventus no tiene milagro. Ni en Italia ni en Europa.
Síganme en @APalomino16, y sigan toda la información y actualidad deportiva en @Grada3.com.