Contundencia merecedora de Champions
7/7 victorias de la Real Sociedad en sus últimos partidos para ser cuartos a costa de un Celta que hace aguas
Partidazo entre dos equipos con un estilo de juego osado, donde una victoria para la Real Sociedad la posicionaría en puestos de Champions, mientras que de hacer lo propio el Celta terminarían la jornada a las puertas de Europa.
El inicio del partido estaría marcado por una serie de altercados que revolvería ambos banquillos. Por parte de los locales, el capitán Hugo Mallo tuvo un corte en la cabeza que le obligó a jugar con ella vendada, y saltaron todas las alarmas con las molestias de Marchesín, aunque finalmente Iván Villar, el portero suplente, no tuvo que entrar al terreno de juego.
La Real Sociedad también tuvo complicaciones, menores pero más definidas ya que todo se concentró en un jugador: Aihen Muñoz. El central txuri-urdin sufrió en primera instancia un corte en la cabeza que no le perjudicó su continuidad como si que lo hizo una posterior lesión muscular que le obligó a abandonar antes del 30’.
Una de cal y una de arena, pues en ese mismo minuto Illarramendi convertiría un balón dividido en la frontal en un soberbio golpeo lejos del alcance del portero mexicano. De esta forma, el Celta se reafirmaba en su negativa costumbre de conceder goles con una facilidad pasmosa.
Por suerte a nivel anímico para los celestes no tuvo una gran repercusión, pues continuaron con su plan de partido pero aumentando la intensidad para entorpedecer la salida y robar el balón lo antes posible.
Así precisamente llegaría el tanto del empate. Lo pondría Iago Aspas engañando a Remiro en la definición.
La segunda mitad fue el Celta el que más ocasiones generó, pero tan solo gracias a las circunstancias del partido. Tras un inicio parejo, un centro de Brais Méndez desde el córner permitiría a Zubeldia elevar a su equipo hasta la 4º posición.
Desde entonces el Celta buscaría con mayor ahínco la nueva ocasión para igualar de nuevo el marcador. Coudet pondría facilidades dando entrada a Paciençia y a Carles Pérez, quienes gozaron de ocasiones que podrían haber terminado el gol, pero Remiro no estaba por la labor de cortar una racha
FICHA TÉCNICA