El Real Madrid suma puntos en la Jornada 1
El equipo blanco vence a domicilio al Villarreal por 0-4 en un partido muy técnico en el que Rocío Gálvez y Nahikari García volvieron a ver portería
La primera jornada comenzaba para los dos equipos a las 18:45 en el Mini Estadi de Vila-real. Este partido, que no se disputó en su momento, debido a la huelga arbitral del pasado septiembre, hacía aterrizar, entre semana, a los dos clubes para disputar un encuentro de la Liga F. La cuál continua este fin de semana con la octava jornada.
El ambiente en el Mini Estadi prometía un partido comprometido y familiar. Las gradas locales estaban llenas de afición, familiares y la propia Sara Monforte, que animaban a sus jugadoras desde el palco. Mientras que la grada visitante, algo más tímida, tardó algo más en llenarse de algunas camisetas blancas.
A falta de un cuarto de hora para el pitido inicial, los aspersores regaron el césped y prepararon el terreno de juego.
Primera Mitad: El Villarreal se recrea en casa
El balón empezó a rodar y el Villarreal quiso jugar al ataque. Los primeros dos minutos fueron totalmente amarillos. Presionando arriba y causándole problemas a Freja Siri a la hora de sacar el balón.
El submarino no desperdiciaba una, pero sus ansias por salir con el balón jugado dejaba huecos que sus rivales tampoco desaprovecharon. La velocidad de Olga Carmona protagonizó el ataque del Real Madrid, combinando con Naomie Feller en la otra banda y haciendo correr a Esther González como punta de flecha.
El Real Madrid parecía no estar del todo dentro del partido, mientras que las locales tenían claras sus ideas tanto en ataque como en defensa. Con Giménez echando el cerrojo sobre la línea del área y Soldevila con Sheila Guijarro liderando el ataque.
El duelo entre Sousa y Kanteh desgastaron a la brasileña antes del primer cuarto de hora. Pero ambos equipos tuvieron encontronazos cerca del área rival. Lo que hacía del partido un encuentro muy disputado, sin un dominador claro, a pesar de la insistencia de Lara Mara, que quería estrenarle los guantes a Misa.
El submarino se mantiene a flote, pero sin goles
La presión del Villarreal hacía retroceder al equipo blanco, que se apoyaba en Ivana Andrés para darle pausa al partido. Les groguetes se sentían capaces y así lo demostraron sobre el césped, tratando de crear combinaciones entre Kanteh y Sheila Guijarro con balones largos.
La falta de complicidad entre las jugadoras del Real Madrid complicó su partido en ataque. El centro del campo y la banda derecha no conectaban en carácter ofensivo. Ni Claudia Zornoza ni Feller conseguían salir con el balón jugado y adentrar el balón en el área de Elena de Toro, que en la primera media hora, a penas tuvo protagonismo.
El partido perdió velocidad con el paso de los minutos. A falta de 5 para el final, al Real Madrid le faltaban ideas. Los pases no llegaban, Athenea no terminaba los regates y la velocidad de Carmona se adelantaba al ritmo del partido y al de sus compañeras. A pesar de la gran primera mitad que hizo el Villarreal, la última jugada fue blanca. Una oportunidad de oro dentro del área, que Esther González no supo materializar, en uno de los pocos balones que tocó en los primeros 45 minutos.
Segunda Mitad: Nahikari golea por partida doble en 15 minutos
El Villarreal retomó el partido con las pilas cargadas. En el minuto 46, una falta cercana al área hacía estirarse a Misa y mantuvo el empate, a pesar del esfuerzo de las amarillas.
El equipo de Alberto Toril estaba encerrado sobre sus propias líneas, con dificultades para avanzar, a pesar de la presión. Apoyándose, nuevamente, en la calidad técnica de Carmona para causar peligro. La dinámica de las vikingas no mejoró tras el descanso. El planteamiento blanco había reforzado el medio del campo, pero seguían tímidas en ataque. Todo lo contrario a lo que le sucedió a las locales. Que, además, de ser insistentes arriba, también trabajaban por conseguir jugadas a balón parado. En el minuto 58, Sheila Guijarro pudo romper el equilibrio al rematar un centro que salió por encima del travesaño.
La actitud de ambos equipos era diferente. Al Real Madrid le faltaba confianza y apostar por el juego asociativo. Mientras que las locales jugaban en bloque y se apoyaban entre ellas a la hora de crear jugadas.
Esther González enciende la mecha
En el minuto 68, la balanza se venció ante el equipo blanco. Esther González hacía las paces con el gol tras varios partidos de sequía y abría la lata al encajar un pase de Caroline Weir, que la dejó sola frente a la guardameta.
Con el marcador a favor, Esther González se animó en ataque. Luchando cada balón y rascando jugadas a balón parado, hasta que se puso el peto para darle entrada a Nahikari García.
A falta de 15 minutos para el final, un saque de esquina incrementó la ventaja del Real Madrid. Rocío Gálvez volvía a encontrarse con el gol, por segundo partido consecutivo, y le desataba los cordones a su rival, que había perdido fuerza tras el primer tanto.
Los segundos finales estuvieron determinados por la presión madridista y el buen hacer de su número 9. Que en menos de un cuarto de hora logró sumar, a su cuenta personal, un doblete que la convertía en una de las máximas goleadoras del club blanco en liga.
Twitter: @cris_hernandeez