El Villarreal de Setién continúa sin saber lo que es ganar

El Villarreal de Quique Setién suma otra jornada más sin cosechar una victoria y aún sigue sin saber lo que es ganar. Su juego careció de ritmo y profundidad, mucha posesión y pocas ocasiones. El Mallorca, por su parte, planteó un partido defensivo en el que dejar hacer al «submarino amarillo». Este buen planteamiento junto al rendimiento de jugadores como Muriqui en ataque fueron las bases de este triunfo. Tras este resultado, el Villarreal continúa fuera de Europa y el Mallorca se consolida en una posición cómoda alejada del descenso.

En cuanto a las alineaciones, bastantes cambios en el once del Villarreal y pocas sorpresas en el conjunto «bermellón». En el conjunto local destacaba el regreso de Capoue tras lesión en el lugar de Coquelin y la titularidad de Albiol, que arrastraba unas molestias, en detrimento de Mandi. Además, Morales  y Morlanes salían del once y daban lugar a la entrada de Baena y Trigueros. Por parte del conjunto visitante, destacaban las ausencias del capitán Raíllo debido a acumulación de tarjetas y de Maffeo por culpa de una lesión.

El partido comenzó con un Villarreal que quería el balón y un Mallorca esperando un fallo se su rival en un bloque medio. Tras pérdida de balón, el conjunto local activaba rápidamente una presión alta. Los de Setién buscaban dominar a través de la posesión los visitantes replegaban y esperaban su momento. El primer acercamiento fue para los locales tras un robo en la frontal del área contraria, pero desviaba la defensa a córner. Desde el inicio se vio a un Villarreal muy paciente con el balón, pero el Mallorca no dejaba ningún hueco. Y fue el conjunto visitante quién dio el primer susto, recuperación y salida rápida de los «bermellones». Kang In Lee envía un gran balón que deja a Jaume Costa solo ante Rulli y el meta argentino hace una gran parada.

El Mallorca empezaba a amenazar a la contra, además estaba haciendo un repliegue defensivo perfecto tras pérdida. El «submarino amarillo» no encontraba la manera de generar peligro. Mucha posesión, pero poca imaginación de sus atacantes. Es más, la posesión en el ecuador de la primera parte era de 75% a 25% a favor de los locales y habían sido los visitantes quiénes habían pisado más área rival. Los minutos pasaban y el partido empezaba a no tener apenas ritmo. El Villarreal no movía con velocidad el balón y el Mallorca no lograba robar y montar un contragolpe.

Iban a ser los visitantes quiénes se adelantarán en el marcador en el minuto 32. Tras un intento de salida rápida por parte del Villarreal, el Mallorca recuperaba, el balón llegaba a Dani Rodríguez que metía un gran balón para Gio González y este asistía a Muriqui para que hiciera el primero del partido. En el encuentro apenas pasaban cosas, pero estaba más cerca el 0-1 que el 1-0. Tras el gol, el guion de partido no iba a cambiar. El ritmo que imprimía el «submarino amarillo» no inquietaba a la defensa «bermellona». Además, no había apenas profundidad en el juego de los locales. Al filo del descanso Alberto Moreno lograba pisar línea de fondo y meter un centro que despejaba sin muchos problemas el meta visitante Rajkovic. Luego, los locales forzaban una falta peligrosa que ponía en el área Parejo, pero que sacaba fácil la defensa «rojilla». Así se llegaba al final de la primera mitad.

La segunda parte comenzó con un cambio en el Villarreal. Salía Manu Trigueros y entraba al terreno de juego Nicolas Jackson. Setién quitaba a un centrocampista y metía un delantero, cambio claramente ofensivo. Danjuma caía en banda con la entrada del canterano. Y con una falta en la frontal a favor de los locales que lanzaba Parejo a puerta y atrapaba sin problemas Rajkovic. El partido continuaba igual, dominio local del balón sin generar mucho peligro. El Mallorca lograba cazar una contra que terminaba con un centro de Gio González que desviaba la defensa a córner. También iban a conseguir los visitantes una buena falta que colgaba Kang In Lee y despejaba la defensa. El conjunto local se atascaba ante el buen planteamiento defensivo de los baleares.

El Mallorca se empezaba a animar en ataque y Dani Rodríguez tenía una ocasión clarísima. Centra Kang In Lee, no consigue rematar Muriqui, pero el balón le queda muerto al mediapunta y la manda por encima de la portería de Rulli. Nada por parte del Villarreal que tocaba el balón, pero no profundizaba. Mientras tanto, el Mallorca de ve en cuando se asomaba por el área de Rulli, aunque sin demasiado peligro. Estaba siendo un partido sin vértigo ni ritmo. Lo habitual en los primeros partidos se Setién al frente del «submarino».

El técnico cántabro movía el banquillo e introducía a Yeremy Pino en el campo, salía Álex Baena. No le estaba gustando el partido de los suyos. Los amarillos solo generaban algo con algunos centros laterales, pero tampoco muy peligrosos para Rajkovic. Y por fin llegaba la primera gran ocasión para el Villarreal, en el minuto 69 de partido. Danjuma se marchaba bien de Gio González y metía un balón raso atrás en el área que remataba directamente fuera Chukwueze. Llegaban los primeros cambios en el Mallorca, se marchaban Kang In Lee y Dani Rodríguez, buen partido de ambos, y entraban Antonio Sánchez y Amath Ndiaye. Y de nuevo volvía a tener otra clara el conjunto local, Chukwueze estrellaba un disparo desde la frontal en el larguero. Pero, tras estos intentos de los locales, iban a ser los baleares quiénes volverían a marcar y así aumentar su ventaja. Botaba una falta el Mallorca, cazaba el balón Muriqui arriba y se lo cedía atrás a Amath Ndiaye que remataba a portería y superaba a Rulli.

Tras el segundo del Mallorca, el Villarreal se volcaba al ataque y era Pino quién remataba desde dentro del área, pero su disparo era bloqueado y se marchaba a córner. El Mallorca seguía ofreciendo un gran nivel defensivo. Aún así, Parejo lograba filtrar un buen balón para Danjuma dentro del área, pero su remate era bloqueado por el central «bermellón». Chukwueze intentaba más tarde una chilena que para nada le salió como seguramente el tendría dibujado en su cabeza. El «submarino» apretaba, pero los baleares resistían. Y poco a poco se acercaba el final del encuentro. Los aficionados locales empezaban a abandonar el estadio. Y finalmente la victoria balear se hacía realidad.