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Que partido más brillante entre Casademont Zaragoza y Spar Girona se queda a las puertas

El equipo aragonés ha hecho un partidazo y continúa en su linea como intratable, líder de la Liga Femenina Endesa después de tumbar al Spar Girona (61-60), segundo clasificado y uno de los mejores conjuntos del país.

En el Día del Baloncesto Femenino Aragonés, se convirtió en una gran fiesta de dimensiones impresionantes y sensaciones (casi) indescriptibles, con casi 8.000 espectadores en la grada. Imani Tate, con 18 puntos, fue la máxima anotadora y una de las grandes artífices de la gesta.

El equipo de Carlos Cantero utilizó el primer cuarto para demostrar que nada más lejos de la realidad. El conjunto aragonés imprimió velocidad en el juego, intensidad en defensa y firmó varias acciones de muy bella factura. Las zaragozanas no se arrugaron en ningún momento ante el Girona y demostraron que van muy en serio esta temporada.

Durante los primeros 10 minutos, los dos equipos ofrecieron un nivel muy elevado de baloncesto. Sostenidas en su fortaleza atrás, las jugadoras locales se llevaron el primer cuarto con una pequeña renta de cinco puntos (17-12). Más allá de la sobresaliente aportación ofensiva de Tate, brilló especialmente (otra vez) Leonie Fiebich. La alemana volvió a poner de manifiesto que es una jugadora excelsa, con unas capacidades extraordinarias que la convierten en una amenaza constante

Para constatar esta afirmación basta con echar un vistazo a los últimos segundos del primer acto. Después de colocar un sobresaliente tapón, la alero recorrió toda la pista para cerrar el cuarto con una canasta formidable. Una estadística reflejaba a la perfección cuál había sido la carta de presentación del Casademont en el partido: mientras las zaragozanas promediaron 25 de valoración en los primeros 10 minutos, el Girona se quedó en solo 7 tantos…

En el segundo acto, sin embargo, las catalanas dieron un paso al frente y demostraron que son un equipo con ellas muy competitivas y en ningún momento se dejaron intimidar por el extraordinario ambiente que se respiraba en el Príncipe Felipe. Fruto de su elevado nivel de baloncesto, el Girona se mantenía con vida en todo momento. Eso sí, le costó tomar la delantera en el marcador. Una ventaja (28-29) que obtuvo a solo un minuto y medio para el descanso.

Era el primer momento de debilidad del Casademont en el partido, que parecía empezar a acusar el enorme despliegue físico realizado en los primeros 20 minutos. Sin embargo, las zaragozanas supieron sufrir y evitaron que su adversario ampliara la renta antes del paso por los vestuarios, al que se llegó con una mínima ventaja visitante (30-31).

@EstherCasas_es

El tercer cuarto terminó por encender el partido. Después de los dos primeros cuartos, de excelso nivel y máximo respeto entre los dos equipos, Casademont Zaragoza y Girona dejaron a un lado todos los formalismos y ofrecieron velocidad, ataque, polémica, intensidad… El choque entró en la segunda mitad del tercer cuarto en un desenlace que prometía emociones fuertes.

Desde la grada, los miles de niños que poblaron el pabellón gritaban «Zaragoza, Zaragoza» para animar a las de Carlos Cantero, que recibió una técnica por protestar las discutidísimas decisiones arbitrales. Por ejemplo, la antideportiva señalada a Mariona, que terminó por encender al público y dinamitar los decibelios en el Príncipe Felipe. Al final del tercer acto, el 49-49 que brillaba en el marcador era el fiel reflejo de la tremenda igualdad que había en la pista.

El último y decisivo acto arrancó con un precioso intercambio de triples entre los dos conjuntos. Parecía fácil lo que había logrado el Casademont: alcanzar los últimos 10 minutos jugando de tú a tú ante uno de los mejores equipos del país. El Girona apretaba pero las aragonesas demostraban que no entienden lo que significa bajar los brazos.

Carmen Grande, con un increíble triple a menos de 3 minutos para el final, situaba por delante al Casademont (59-58). Era un momento decisivo. De valentía, de seguridad y, sobre todo, de jugar con la cabeza fría, porque las emociones estaban a flor de piel en el pabellón, con una afición que rugía y creaba un ambiente impresionante. No entró el aro pasado de Fiebich, pero tampoco el ataque de Jasmine Gardner. Con menos de un minuto por jugar, la ventaja era local por solo un punto (59-58). Emergió entonces Leonie Fiebich (quién si no) para recuperar un balón que dio más de medio partido al Casademont.

Imani Tate anotó uno de los dos tiros libres que dispuso y amplió la renta hasta el 60-58, a solo 20 segundos. Bernat Canut, técnico del Girona, solicitó tiempo muerto para diseñar la acción de la remontada. Pero la buena defensa y, sobre todo, el ensordecedor ruido de la grada provocaron el fallo visitante. Mariona Ortiz amplió la ventaja hasta el +3 (61-58) y el Girona solo pudo acortar distancias con una canasta de dos que no evitó la derrota.

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